Elon Musk y Bill Gates son dos gigantes empresarios del mundo tecnológico y unas de las más influyentes del mundo. La confrontación entre estos dos visionarios reveló diferencias fundamentales en sus enfoques y generó intercambios públicos y privados que dejaron al descubierto sus desacuerdos.
Pero hubo un encuentro crucial, que abriría un nuevo capítulo en la historia de la tecnología y la innovación. Pero lo que parecía ser la antesala de un diálogo amistoso y productivo entre Musk y Gates derivó en alejamiento. Musk sabe de relaciones tortuosas y esta se le acerca.
“Me encantaría ir a verte y conversar contigo sobre filantropía y clima”, le dijo Bill Gates a Elon Musk en un evento en el que coincidieron a principios de 2022. Las interacciones entre las dos personas más ricas y poderosas habían sido cordiales y amistosas, pero pronto las cosas cambiarían.
Quedaron en organizar una visita a la Giga Factory de Tesla, en Texas. Ese fue el escenario de la disputa marcada por diferencias de enfoque en la filantropía, inversiones, cambio climático, energías renovables, la visión sobre Marte e inteligencia artificial. Dos visiones del mundo que derivaron en confrontaciones públicas.
Según cuenta el escritor Walter Isaacson en la biografía del magnate, Elon Musk, ese encuentro comenzó compartiendo similitudes en su enfoque analítico y su capacidad para desafiar los límites de la innovación. Sin embargo, pronto surgieron discrepancias que revelaron las profundas divergencias entre estos dos líderes visionarios.
“Se pueden pensar muchas cosas sobre el comportamiento de Elon, pero en nuestra época no hay nadie que haya hecho más para impulsar los límites de la ciencia y la innovación que él”, le dijo Gates a Isaacson, aunque no salva la gran distancia entre ellos.
Coincidencias y fricciones insalvables
Elon Musk siempre admiró a Bill Gates. Le encantaba Windows NT y Microsoft. Incluso, Elon había hecho unas prácticas en la oficina de Microsoft en Toronto, a fines de los ochenta y principios de los noventa.
“Siempre le había gustado el sistema operativo de Microsoft más que a la mayoría de los techies, podía sentirse identificado con un tipo que había construido una empresa a base de mostrarse hardcore, implacable y riguroso”, escribe el biógrafo de Musk.
La cuestión va más allá. A Musk y Gates los unen varios puntos en común, que los hacen tan parecidos como proclives a chocar entre sí. Una de las similitudes más destacadas entre ellos es su enfoque analítico y su capacidad para concentrarse intensamente en sus proyectos.
Isaacson también dice que comparten “un aplomo intelectual rayano en la arrogancia” y que “ninguno de los dos soporta a los tontos”
Pero las similitudes quedarían a un costado desde la visita a la fábrica. Durante su recorrido por la gigafábrica de Musk, Gates expresó sus críticas sobre las baterías y la energía solar. ¿Por qué? Para Gates, las baterías nunca podrían proveer la energía necesaria para los grandes camiones de carga y la energía solar no jugaría un papel significativo en la resolución de la crisis climática.
“Le mostré los números. Es un ámbito en el que yo, claramente, sabía cosas que él desconoce”, cuenta Gates en la biografía de Musk sobre ese momento.
El creador de Microsoft también metió el dedo en la llaga: hizo críticas sobre la colonización de Marte. A pesar de su admiración por la tecnología y la innovación de SpaceX, Gates no compartía la obsesión de Musk por Marte, lo que generó un intercambio de ideas peculiar y revelador.
“Yo no veo lo de Marte. Él está obsesionado con Marte. Le dejé que me explicara sus ideas sobre el tema, que son realmente peculiares. Es un planteamiento bastante loco en el que, si se produce una guerra nuclear en la Tierra y hay gente en Marte, pues esa gente volverá a la Tierra y seguirá viva después de que todos los demás nos hayamos matado unos a otros”, le confesó Gates a Isaacson.
El empresario tecnológico estaba maravillado con la fábrica y el conocimiento detallado de Musk sobre maquinarias y procesos. También por Starlink y SpaceX ―algo que el hijo de Gates, Rory, admiraba especialmente y había ido a recorrer― pero las diferencias seguían.
Venta de acciones y filantropía
La conversación luego se centró en la filantropía, un tema que desencadenó una serie de desacuerdos y confrontaciones entre Gates y Musk. Mientras Gates dedicaba la mayor parte de su tiempo a la filantropía y ofrecía sugerencias a Musk, este último expresaba su escepticismo sobre su impacto real.
Al final del recorrido, Gates le mostró una lista de cinco proyectos, cada uno de cien millones de dólares. ¿Cuáles? Refugiados, escuelas en Estados Unidos, una cura para el HIV, erradicar algunas enfermedades transmitidas por mosquitos a través de terapia génica y semillas genéticamente modificadas que resistirán los efectos del cambio climático.
Musk definió a todo eso como “una patraña”. Había un motivo detrás del enojo de Musk: la venta en descubierto de acciones de Tesla por parte de Gates.
La disputa alcanzó su punto álgido cuando Gates asumió que había vendido acciones de Tesla en corto por 500 mil dólares, provocando la ira de Musk y desencadenando una serie de intercambios públicos y privados que revelaron las diferencias fundamentales en sus enfoques y estrategias.
Musk consideró contradictoria la maniobra de Gates, dados los esfuerzos de Tesla en la sostenibilidad energética. Según cuenta Isaacson, el dueño de la red social X estaba furioso, pero aunque Gates le pidió disculpas, el enojo persistió.
“Le pedí disculpas. Cuando se enteró de que había vendido al descubierto las acciones, fue muy grosero conmigo, pero es tan grosero con tantas personas que no puedes tomártelo demasiado personalmente”, señala Gates en la biografía de Musk.
“¿Cómo es posible que una persona diga que está muy implicada en la lucha contra el cambio climático y que después haga cosas que reducen la inversión total en la compañía que más está haciendo por ello? Es pura hipocresía. ¿Por qué ganar dinero con el fracaso de una compañía de energía sostenible?”, le escribió por mensaje Musk a su biógrafo, días después de la visita de Gates a la fábrica.
Gates se volvió a poner en contacto después de un tiempo con un mensaje personal a Musk, ya que el creador de SpaceX no tiene asistente.
―¿Todavía tienes una posición al descubierto de quinientos millones de dólares contra Tesla?―, le dijo Musk.
―Lamento decir que no la he cerrado. Me gustaría comentar algunas de las opciones filantrópicas―, contestó Gates.
Entonces, replicó inmediatamente Musk: ―Lo siento. No puedo tomarme en serio tu filantropía en lo relativo al clima cuando tienes una posición al descubierto enorme contra Tesla, la empresa que más está haciendo para solucionar el cambio climático
Las controversias y polémicas siguieron entre ellos.