El inicio de una nueva era: cómo Elon Musk convirtió a Tesla en un faro para la industria de movilidad sustentable

El innovador empresario siempre tuvo un especial interés por las energías renovables, el cambio climático y la sostenibilidad de la humanidad. Los secretos detrás de su creación

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Una de los principales intereses de Elon Musk son las energías renovables y el futuro sostenible de la humanidad. (foto: Urus Trade)
Una de los principales intereses de Elon Musk son las energías renovables y el futuro sostenible de la humanidad. (foto: Urus Trade)

A mediados de los 90, Elon Musk tenía apenas 23 años y cursaba la carrera de Ingeniería Física. Sin embargo, vio el futuro una década antes que cualquier científico: había que centrarse en las energías renovables.

Tan seguro estaba de su idea que el título de su tesis en la Universidad de Pennsilvania fue “The Importance of Being Solar” (”La importancia de ser solar”). Sus preocupaciones eran el cambio climático y la escasez de las reservas de combustibles fósiles. También lo fueron cuando surgió Tesla Motors Inc en 2003. Y continúan en su cabeza, al punto de convertir a la empresa en la joya de la corona del imperio Musk y la más emblemática del mundo de vehículos eléctricos.

“Pronto la sociedad no tendrá más remedio que centrarse en las fuentes de energías renovables”, escribió Musk en aquel trabajo final de su carrera, y por el que obtuvo una calificación de 98 sobre 100. Un alumno brillante y visionario que pensaba en el impacto en la humanidad.

El creador de SpaceX y Neuralink también soñaba con una “central eléctrica del futuro”, según cuenta Walter Isaacson en su biografía, Elon Musk. Por eso, incluyó un dibujo en la última página que tenía satélites, espejos y paneles solares. Para él, el camino era claro, mucho antes que para la ciencia.

Elon Musk posa con el Tesla Roadster, uno de los vehículos eléctricos más emblemáticos de la empresa, en 2009 (REUTERS/Rebecca Cook//File Photo)
Elon Musk posa con el Tesla Roadster, uno de los vehículos eléctricos más emblemáticos de la empresa, en 2009 (REUTERS/Rebecca Cook//File Photo)

Musk tiene un mantra, una constante que atraviesa cualquier acción. “Pensé en las cosas que afectarían verdaderamente a la humanidad. Encontré tres: internet, la energía sostenible y los viajes espaciales”, dice en el libro y describe a la perfección la mente de un visionario.

“A quienes haya podido ofender, solo quiero decirles que he reinventado los coches eléctricos y estoy enviando a personas a Marte en una nave espacial. ¿Creían que también iba a ser un tipo tranquilo y normal?”, dijo en Saturday Night Live, en mayo de 2021.

Tesla es parte de una visión de vida de Musk que, buscando cómo innovar, llegó a la oportunidad de hacerlo con los vehículos eléctricos. ¿Su objetivo? Marcar el camino hacia el futuro de energía sostenible.

Todo empezó en una marisquería

En octubre de 2003, Jeffrey Brian Straubel y Harold Rosen, dos enamorados de los vehículos eléctricos, tras hacer numerosas pruebas por su cuenta y pensar en las baterías de iones litio dijeron: “Tenemos que hacer esto”. ¿Cómo? Elon Musk vino a la cabeza de ambos por ser un adelantado a su tiempo y no solo en cuestiones espaciales.

Elon Musk, Jeffrey Brian Straubel y Yoshi Yamada en la Tesla Gigafactory (REUTERS/James Glover II/File Photo)
Elon Musk, Jeffrey Brian Straubel y Yoshi Yamada en la Tesla Gigafactory (REUTERS/James Glover II/File Photo)

Straubel conoció al creador de SpaceX y Neuralink en Stanford, cuando Musk había ido a un panel como orador sobre “la necesidad de actividades espaciales emprendedoras ‘guiadas por un espíritu de libre empresa’”. Esa era su oportunidad. Según cuenta el magnate en su biografía, conocía a Rosen porque “era una leyenda en la industria espacial”. Los invitó a recorrer SpaceX y, aunque la visita no salió bien, el encuentro siguió en una marisquería.

La conversación tenía que seguir, según Straubel. Debía convencerlo a Musk de fabricar un vehículo eléctrico empleando baterías de iones de litio. A Elon se le iluminaron los ojos ante la propuesta y dijo: “Estaba intentando pensar qué tendría más impacto en el mundo, y el almacenamiento de energía junto con los vehículos eléctricos figuraba entre mis primeras opciones”. Su visión a los 23 años seguía intacta y haría todo lo que fuera para cumplirlo.

Straubel y Rosen le sugirieron a Musk que conociera a Tom Gage y Alan Cocconi, que habían fundado una empresa con la misma idea, AC Propulsion. En febrero de 2004 conoció el prototipo que habían creado y, aunque le gustó la idea, el auto parecía barato y estaba fuera de los planes de Musk: un lujoso descapotable de consumo masivo y eléctrico.

Ellos no estaban de acuerdo y Musk les pidió permiso para comercializarlo. Accedieron y le sugirieron que se asociara con alguien tan entusiasta como él. Y eso pasó. Así llegó Tesla Motors y generó una revolución automotriz.

Un descapotable que cambie la forma de pensar

Elon Musk en un Tesla (foto: Autopista)
Elon Musk en un Tesla (foto: Autopista)

Cuando General Motors dejó de fabricar su EV1, un vehículo de cero emisiones, el empresario de Silicon Valley, Martin Eberhard se emocionó. Quería un auto deportivo pero el cambio climático le preocupaba, al igual que a Musk, quien decidió crear su propia empresa automovilística, Tesla Motors, tras su paso por AC Propulsion.

Junto a Marc Tarpenning, un ingeniero de software que había sido su socio en el Rocket eBook, Musk decidió iniciar su camino. “Quería fabricar un deportivo descapotable que transformara por completo la manera de pensar de la gente sobre los coches eléctricos”, cuenta Eberhard. Así, decidieron homenajear a Nikola Tesla con el nombre de la empresa.

Ahora, Musk aparecía en escena. Ambos lo conocían y Eberhard se había declarado “fan” del genio tecnológico. Le escribieron un mail muy directo: “Nos encantaría hablar con usted sobre Tesla Motors, concretamente sobre si podría estar interesado en invertir”. Musk contestó de inmediato: “Por supuesto”. Ya tenía en mente la revolución y él sería el protagonista.

En 2004, Elon Musk invirtió 6,4 millones de dólares en Telsa Motors y se convertiría en el presidente del consejo de administración
En 2004, Elon Musk invirtió 6,4 millones de dólares en Telsa Motors y se convertiría en el presidente del consejo de administración

En esta ocasión, la reunión fue en un cubículo mínimo en las oficias de SpaceX, en Palo Alto. El encuentro, que debía durar media hora, se extendió por dos. Eberhard recuerda en el libro que Musk le gritaba a su secretaria para que cancelase los compromisos que tenía después.

“Compartieron sus visiones respectivas de un coche eléctrico sobrealimentado, discutiendo todos los detalles de la transmisión, el motor o el plan de negocio”, cuenta Isaacson en la biografía del magnate. Finalmente, Musk decidió invertir 6,4 millones de dólares en Telsa Motors y se convertiría en el presidente del consejo de administración.

Tarpenning salió sorprendido de esa reunión. Según recuerda, a Musk no le importaba el plan de negocio. Su foco estaba completamente en la misión y en esa capacidad visionaria que tiene el empresario. “Claramente había llegado ya a la conclusión de que, para disfrutar de un futuro sostenible, había que electrificar los coches”, señaló.

FOTO DE ARCHIVO: Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX y propietario de X, asiste a la conferencia Viva Technology dedicada a la innovación y las startups en el centro de exposiciones Porte de Versailles en París, Francia, 16 de junio de 2023. REUTERS/Gonzalo Fuentes/File Photo
FOTO DE ARCHIVO: Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX y propietario de X, asiste a la conferencia Viva Technology dedicada a la innovación y las startups en el centro de exposiciones Porte de Versailles en París, Francia, 16 de junio de 2023. REUTERS/Gonzalo Fuentes/File Photo

Los trámites burocráticos tenían que hacerse rápidamente, ya que su esposa, Justine, estaba por dar a luz a gemelos. También le pidió a Eberhard que contactase a J. B. Straubel. Al haber invertido tanto en la empresa de Straubel como en la de Eberhard, Musk pensaba que debían trabajar juntos.

“Todo encajará a la perfección”, dijo Musk ante el escepticismo de ambos. Y tenía razón. Así, el directorio se compuso con Eberhard como director general, Tarpenning como presidente, Straubel como director de tecnología, Wright como director de operaciones y Musk como el presidente del consejo y financiador principal. Aunque después hubo disputas entre ellos, la empresa más innovadora y mejor valuada ya estaba en marcha.

En una entrevista con el Financial Times, Musk enfatizó la misión que impulsa a sus empresas: “Solo estoy tratando de llevar a la gente a Marte y facilitar la libertad de información con Starlink, acelerar la tecnología sostenible con Tesla y liberar a la gente del engorroso trabajo”.

Ese joven de Musk de 23 años con visiones grandiosas que soñaba con vehículos eléctricos hoy forman parte de la realidad.

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