La de los vinos rosados es una de las categorías que más ha crecido en los últimos años. Eso se debió a un gran cambio de paradigma, más del hacedor que del consumidor.
Porque antes, estos vinos eran sub-productos de tintos corpulentos, elaborados por sangría y, por lo tanto, tenían demasiado color y alcohol para la categoría. Sin embargo, hoy estos vinos se conciben desde la viña como los demás. Siempre partiendo de uvas tintas para lograr esa atractiva tonalidad rosada, y también que maduren lentamente para alcanzar un alcohol suave (entre 11 y 13 grados), manteniendo una muy buena acidez natural.
Esta es la que le da nervio y gracia al vino. Después están los que quieren llamar más la atención por fuera, no solo con etiquetas multicolor sino también con botellas dignas de perfumes gigantes.
Lo cierto es que los rosados del hemisferio sur llegan al mercado el mismo año de su elaboración, puntualmente en primavera, y se convierten en una de las mejores opciones para disfrutar durante el verano. No obstante, por sus características son vinos ideales para disfrutar todo el año, al comienzo de una reunión o bien acompañando platos livianos como tartas y ensaladas, o incluso a base de pescados y frutos de mar. Pueden ser de Malbec, Pinot Noir, Cabernet Franc o blends, pero lo más importante es respetar la temperatura de servicio.
Debe ser bien fresca igual que la de los blancos, ya que su función es abrir el juego sin necesidad de ostentar muchos atributos vínicos más allá de sus expresiones frutales y florales, con mucha frescura.
Pero ya hace algunos años, a los clásicos tipos de vinos tintos, blancos, rosados, espumantes y dulces, se les ha sumado una nueva categoría que llama mucho la atención, tanto por fuera como por dentro; los vinos naranjos.
Que en realidad son vinos blancos elaborados como tintos. Partiendo de uvas blancas, generalmente cosechadas con una acidez natural más alta, durante la fermentación también se realiza una maceración. De ahí que el vino extrae muchos nutrientes de los hollejos que se traducen en color, aromas y sabores.
Se dicen naranjos porque además se suelen estabilizar de manera natural con el paso del tiempo, resguardados por su alta acidez. Y esa oxidación natural se percibe en sus tonalidades más intensas, con reflejos cobrizos (naranjos). Sus aromas suelen ser punzantes más allá del cepaje empleado, y en boca se destacan por su buen cuerpo, texturas firmes y una acidez que marca su paso por boca de principio a fin.
Con la primavera llegaron los primeros rosados del año (2023), ideales para disfrutar al aire libre y de manera informal. Y si bien pueden estar muy bien logrados, venir en elegantes botellas y hasta tener altos precios, nunca serán grandes vinos, porque se elaboran rápido.
Poca maceración con las pieles y a seguir su camino como blanco, pero sin muchas pretensiones, ya que no se conciben para la guarda sino para disfrutarlos de jóvenes. Eso sí, hay ocasiones en las que este tipo de vinos puede ser la mejor alternativa: atardecer en el jardín, almuerzo al sol, picada en la playa, etc.
Pero el mundo del vino es dinámico y hoy se puso de moda una categoría de vinos que, más allá de ser ancestral, también es ideal para disfrutar cuando el clima es cálido y los días soleados. Son los vinos naranjos, vinos blancos elaborados como tintos. Es decir que, a partir de uvas blancas se hace un vino macerando sus pieles.
Esto le aporta estructura y un color dorado con reflejos cobrizos, de ahí su denominación. Pero para que estos vinos sean estables, deben tener una acidez natural sostenida. Y es por ello que suelen ser livianos, alrededor de 12 grados, y muy refrescantes, más allá de servirse fríos. Esta era una vieja usanza, cuando no existía la tecnología y todos los vinos, tintos y blancos, se elaboraban de la misma forma. Y si bien los naranjos muestran más carácter por sus atributos marcados, y los rosados son menos jugados en sus expresiones, ambos son ideales para compartir al aire libre, ya sea solos o acompañando picadas y bocados variados.
2 Km Naranjo Chardonnay 2022
Finca Beth, Mendoza, Valle de Uco, Paraje Altamira $ 16.500
Elaborado en bines, con dos semanas de contacto con las pieles y reposado en 2 barricones usados de 500 litros, el enólogo Germán Masera logró este naranjo con aspecto de naranjo, léase cobrizo, brillante y bien logrado.
De aromas perfumados con notas de cemento. Buen volumen y una frescura tensa, no es invasivo en su carácter, pero si mordiente y hasta potente. Se hicieron solo 1000 botellas. Beber entre 2024 y 2026.
Puntos: 90,5
Antropo Lío de lías Torrontés Naranjo Sin Filtrar 2023
Antropo Wines, Jujuy, Quebrada de Humahuaca $24.400
Luego de 45 días de maceración y 6 meses de crianza se obtiene este naranjo de La Quebrada de Humahuaca, del cual solo se hicieron 1400 botellas.
Bien floral en sus aromas a quinotos y flores blancas, con las texturas de ánforas que se sienten en su paso por boca, y le aportan carácter y vivacidad. Beber entre 2024 y 2026.
Puntos: 91
Flaneur Single Vineyard Orange de Perdriel Chardonnay 2020
Flaneur, Mendoza, Luján de Cuyo, Perdriel (Magnum 1,5 l) $32.000
Imponente por fuera, ya que además de magnum, esta botella viene serigrafiada, y resulta muy original a la vista.
Se trata de un vino de aromas maduros y tensos, con buena frescura. Hay notas de levaduras y una acidez sostenida, con leves notas que hablan de su paso por madera. Sobre el final persisten sus texturas, finas, mordientes. Es un vino con personalidad propia que está evolucionando muy bien. Beber entre 2024 y 2027.
Puntos: 92