Los viajes en crucero suelen estar relacionados con experiencias de lujo, con el precepto de recorrer el mundo navegando mares y océanos. Sin embargo, en la actualidad es posible encontrar opciones para todos los gustos y posibilidades, y el turismo ofrece la oportunidad de conocer algunos rincones del planeta desde perspectivas antes impensadas.
Así, los cruceros fluviales aparecen como una alternativa para “democratizar” un tipo de experiencia que, décadas atrás, se relacionaba con las clases más pudientes.
Y al igual que surgieron los cruceros para familias, personas jubiladas, aventureros, personas solteras, amantes de un tipo concreto de música, la oferta incluye hoy cruceros fluviales. Es por esto que el prestigioso medio de viajes Condé Nast Traveler reunió los más destacados.
1- Crucero por el Río Amazonas
Es un río de América del Sur que atraviesa Perú, Colombia y Brasil. Se trata del río más largo y caudaloso del mundo, y contiene más agua que el Nilo, el Yangtsé y el Misisipi juntos.
Además de transportar cerca de una quinta parte del agua dulce en estado líquido del planeta, hay pocos ríos que en su cauce presenten paisajes de una belleza como los que el Amazonas brinda.
Es que navegar por el Amazonas es como realizar un viaje a las entrañas de la madre naturaleza, con presencia humana casi inexistente y robusta vegetación que se adueña de todo, de la mano de extraños pájaros y otros animales que se asoman por doquier.
Los grandes barcos realizan itinerarios cortos, normalmente entre las ciudades de Manaus y Belém, pero algunas embarcaciones de menor porte llevan a los turistas a vivir la aventura de recorrer las (algo más de) mil millas náuticas que separan a la población peruana de Iquitos de Manaus.
2- Crucero por el Río Nilo
Fluye hacia el norte en África, y se encuentra entre las vías fluviales más largas del mundo. El Nilo es famoso por su antigua historia y los sitios arqueológicos que se encuentran a lo largo de sus orillas.
El tramo más común es el que une Luxor y Asuán y la duración de los viajes oscila entre los tres y siete días. También las comodidades y el lujo varían de una compañía a otra, pero dicen los que saben que hay opciones para todos entre las más de 400 agencias que allí operan.
Al navegar por el Nilo se pueden admirar los templos de Karnak y Luxor, como así también las tumbas del Valle de los Reyes. Además de los paisajes sin igual, desde estos cruceros puede verse a la gente trabajar en los campos, las palmeras, los búfalos de agua, las pequeñas embarcaciones tradicionales de vela, los pueblos y los espectaculares atardeceres sobre el agua, un espectáculo que merece la pena vivirse.
3- Crucero por el Río Rin
Se trata de otro de los mejores cruceros fluviales del mundo, y se encuentra en Europa.
Navegar por las aguas de la vía fluvial más utilizada de la Unión Europea, brinda la oportunidad de explorar una tierra de castillos y bosques dignos de cuentos de hadas.
La mayoría de los cruceros por el Rin suelen comenzar su viaje en Ámsterdam, para después internarse por las campiñas de Alemania y Francia. Los itinerarios varían entre pequeñas excursiones de medio día y largas travesías de hasta 11 jornadas. Algunos lugares inolvidables en la ruta son la pintoresca ciudad de Coblenza, la Selva Negra y Estrasburgo.
4- Crucero por el Río Mekong
El río Mekong fluye por países tan exóticos y atractivos como China, Myanmar, Laos, Vietnam, Tailandia y Camboya, los cuales tal vez no serían elegidos para el turismo de no existir la posibilidad de explorarlos desde el agua.
Surcando sus aguas de aspecto terroso, se podrá descubrir una interesante mezcla de modernas y caóticas ciudades con aldeas que parecen ancladas en el pasado.
Dependiendo del itinerario escogido por cada compañía, podrán visitarse lugares tan espectaculares como los antiguos templos de Angkor Wat, en Camboya, o los coloridos mercados y las pintorescas aldeas flotantes del delta del Mekong, en el sur de Vietnam. Sin duda, esta es una de las mejores maneras de descubrir la parte más auténtica del Sudeste Asiático.
5- Crucero por el Río Danubio
De regreso en el Viejo Continente, el Danubio es uno de los ríos más importantes de Europa. Recorre la parte centro-oriental, en dirección principalmente oeste a este, y pasa o limita por diez países: Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Rumania, Bulgaria, Moldavia y Ucrania.
Los itinerarios suelen ser muy variados, tanto en paisajes como en duración. Un paseo por el Danubio puede durar un día o más de una semana.
Los amantes de las bellas capitales europeas podrán enamorarse de ciudades como Budapest, Viena o Bratislava, pero también de viejos castillos y fortalezas, y de la hermosa y melancólica campiña de Centroeuropa y Europa del Este.
6- Crucero por el Río Yangtsé
Se trata del tercer río más largo del planeta después del Amazonas y el Nilo, y el primero de Asia. Y es otro de los que aún permite realizar románticos cruceros fluviales por el mundo.
Recorrer las aguas del Yangtsé, también conocido como río Azul, es una forma diferente, original y pausada de conocer la China más profunda, ya que sus aguas fluyen a través de ocho provincias del gigante asiático: Anhui, Hubei, Hunan, Jiangsu, Jiangxi, Qinghai, Sichuan y Yunnan.
Sus 6.300 kilómetros se extienden por el centro del país, de oeste a este, y, aunque pasa por grandes ciudades, como Chongqing, Wuhan y Nankin, la mayor parte de su recorrido es a través de la China más rural y humilde. Quienes lo conocen consideran que el tramo de las Tres Gargantas -Qutang, Wu y Xiling-, de impresionante belleza natural, merece una mención especial.
El viaje a lo largo del río Yangtsé puede durar entre cuatro y 13 días, y también muestra extensos campos de cultivo, templos centenarios, antiguas poblaciones fantasma y, si bajamos la mirada al agua, cocodrilos y delfines de río.
7- Crucero por el Río Misisipi
El cauce del cuarto río más grande del mundo atraviesa el corazón de los Estados Unidos. Navegarlo es, junto a recorrer en coche la carretera llamada Ruta 66, la manera más romántica de explorar las profundidades de este país del norte de América, repleto de contrastes.
El Misisipi fluye a través de nueve estados antes de unirse a las aguas del océano Atlántico en el Golfo de México, cerca de Nueva Orleans. Una forma muy popular de surcar este legendario río es en una de las réplicas de los antiguos barcos de vapor. Es como retroceder en el tiempo.
En un viaje que puede llevar desde unas horas hasta tres semanas, es posible descubrir ciudades como San Luis, Louisville o Nueva Orleans, además de vastas campiñas, antiguas casas señoriales y lugares menos conocidos, como Baton Rouge, Natchez y Darrow.
8- Crucero por el Río Duero
Quizá no sea tan largo o famoso como el resto de los ríos mencionados anteriormente, pero el río Duero merecía integrar este listado pues no escatima en belleza para quien que se preste a navegar sus aguas.
Se trata del río más importante del noroeste de la península ibérica. Su cauce nace en la falda sur del pico Urbión, a unos 2.160 metros sobre el nivel del mar, y desemboca en el océano Atlántico.
En su recorrido, el Duero ofrece la oportunidad de descubrir viñedos –de los que se obtienen los famosos vinos de Oporto–, pequeñas colinas, villas medievales, castillos, catedrales y, cómo no, la magnífica y vetusta ciudad de Oporto.