Desde el pasado 8 de diciembre, el árbol de Navidad se convirtió en el centro de atención de grandes y chicos. Sin embargo, su protagonismo no solo es en las casas, sino también en distintos espacios públicos, casi como personajes principales de una suerte de competencia internacional que tiene como punto cúlmine el 24 de diciembre, donde los regalos terminan de decorar este maravilloso pino.
Los árboles de Navidad no son solo una simple tradición, sino que se han convertido en un ritual que une a familias y comunidades en un ambiente de anticipación y alegría. El árbol, con su presencia imponente y decoración deslumbrante, se posicionó como un faro de esperanza y felicidad. En ese sentido, el prestigioso medio de viajes Condé Nast Traveler elaboró una lista con los árboles de Navidad más maravillosos del mundo en 2023.
Cuál es el origen del árbol de Navidad
Según el historiador y docente Fernando Casullo, consultado por Infobae, el árbol de Navidad es el resultado de una evolución cultural que ha absorbido y reflejado las creencias y prácticas de numerosas civilizaciones. Este símbolo, profundamente arraigado en la fe cristiana, también está enriquecido por una mezcla de antiguas creencias paganas y enseñanzas cristianas.
Es que las culturas nórdicas, por ejemplo, decoraban un árbol en honor a Frey, el Dios de la fertilidad y la luz, como un gesto que simbolizaba la esperanza y la renovación. Esta práctica, aunque distante en tiempo y espacio, resuena en la forma en que adornamos nuestros árboles hoy en día. De manera similar, los celtas celebraban el solsticio de invierno adornando un roble y rodeándolo de antorchas, una ceremonia que marcaba el cambio de estación y expresaba comunidad y alegría.
En tanto, el cristianismo adoptó y adaptó estas tradiciones paganas, otorgándoles un nuevo significado. Las hojas perennes del árbol, que mantienen su color y vitalidad a lo largo de las estaciones, se convirtieron en un símbolo del amor eterno de Dios y del nacimiento de Cristo. Casullo indicó que el árbol de Navidad, en su uso y forma actual, es un símbolo de convergencia donde se entrelazan antiguas creencias paganas y enseñanzas cristianas.
Los adornos del árbol, como las manzanas rojas y las luces, tienen significados simbólicos profundos. Las manzanas representan el fruto del árbol de la vida de Adán y Eva, mientras que las luces simbolizan el alma de Cristo. Estos elementos reflejan la rica cronología cultural que define nuestras celebraciones navideñas.
Es por este motivo que el árbol de Navidad, más que un simple adorno, representa un legado cultural diverso y unificador, según el experto. Una tradición, vinculada a los pueblos de Europa del Norte y al paganismo, especialmente a la mitología de los vikingos, que ha sido adoptada y transformada por los cristianos, mezclándola con sus propias creencias. Así, el árbol de Navidad simboliza un sincretismo cultural que abarca siglos de historia, uniendo antiguas y modernas tradiciones en una celebración de esperanza, fe y comunidad.
Cuáles son los árboles de Navidad más bonitos del mundo, según Condé Nast
Trafalgar Square, Londres: en esta ciudad, se agolpan un gran número de películas navideñas que brillan entre los fanáticos. Es por ello que “el árbol navideño de Trafalgar Square suele ser uno de esos lugares icónicos en los que hacer una foto típica de la ciudad iluminada”; sin embargo, su origen es noruego, según indican desde Condé Nast. “Es un regalo anual que lleva realizando el pueblo noruego al británico desde 1942, como muestra de gratitud por el apoyo brindado por los ingleses en la contienda. Suele ser un abeto de entre 50 y 60 años de antigüedad, que generalmente mide más de 20 metros de altura y que se envía al Reino Unido en barco, a través del mar”, resaltaron.
Estrasburgo: recién cuando supera los 30 metros, el árbol de Navidad en Estrasburgo es aceptado. “Pesa entre siete y nueve toneladas y tiene un tronco de hasta 120 centímetros de diámetro. Cada año, es transportado cientos de kilómetros a través de los bosques de Alsacia, Mosela y los Vosgos, en cuyos territorios suele encontrarse la joya que alumbrará la plaza principal, cuya búsqueda comienza en marzo”, resaltaron desde la publicación.
Rockefeller Center en Nueva York: “El emblemático árbol de Rockefeller Center en Nueva York es todo un símbolo de la ciudad. De hecho, es el más buscado en Google e Instagram a nivel mundial, quizá por su fotogénica estampa. Está custodiado por la escultura del dios Prometeo frente a la que ya es la meca del patinaje sobre hielo en la temporada invernal”, indicaron desde Condé Nast.
El más adornado: el que se erige en Zócalo, en la Ciudad de México, “es el más adornado de todos, pues suele rondar el millar de bolas para sus 40 metros aproximados de altura. Se enciende con una gran cuenta atrás a principios de diciembre, y es el telón de fondo de verbenas y conciertos”, explicaron desde la publicación.
El más grande del mundo: en Gubbio, Italia, un árbol de Navidad se instala por completo en una ciudad. “Durante casi un mes –del 7 de diciembre hasta el 12 de enero– un total de 950 luces se instalan en la ascensión al monte Ingino regalando una estampa de lo más festiva e impresionante que llena de orgullo a los vecinos de Gubbio (Italia) y de admiración a los turistas. Juntas conforman el famoso árbol de Navidad de la localidad, el más grande del mundo”, explicaron.
Praga, imponente y clásico: con 24 metros, este árbol se erige en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga. “Fue cortado en la región checa de Liberec antes de ser transportado a la capital, está vestido con estrellas navideñas gigantes y adornos rojos y dorados y envuelto en un resplandor de 100.000 luces LED. Su perfil compone una vista espectacular frente al oscuro horizonte gótico”, explicaron.
Bratislava: su casco histórico parece un escenario de un cuento de Navidad. “Su laberinto de calles empedradas y plazuelas con el castillo presidiendo en lo alto de una colina nos invitan a perdernos en la ciudad. Desde 1925, su plaza principal cuenta con un emblemático árbol de Navidad, una belleza de 40 años y 12 metros de altura procedente de la calle Sološnická, en Karlová Ves, y emplazado en el centro para su encendido”, señalaron.
Río de Janeiro y un árbol que flota: “Alegría y diversión al son de ritmos populares que invitan a la fiesta. Así es la Navidad en Río de Janeiro (Brasil), donde, libre de cualquier abrigo, se puede contemplar uno de los árboles más grandes del mundo (cuenta con 85 metros de alto) flotando sobre la laguna de Rodrigo de Freitas, donde se reúnen miles de personas para ser partícipes de su encendido”, aseguraron desde Condé Nast.
Galeries Lafayette Paris Haussmann: conocidas por su exquisita decoración, los árboles de Navidad que se despliegan se inspiran “en recuerdos de la infancia de las navidades con los abuelos del diseñador Charles de Vilmorin, además de 1.725 luces”.
Vilna: como el más premiado, este “árbol de Navidad suele ser nombrado el más bello de Europa, recibe cada temporada festiva con una creación de autor igualmente fascinante, que se convierte en el símbolo de toda Lituania”, concluyeron.