Cómo tomarse el pulso de forma adecuada

Aprenda a medir su frecuencia cardíaca con la técnica correcta y para identificar qué señales pueden indicar la necesidad de una consulta médica

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El doctor López Rosetta nos enseña a tomarnos el pulso

Tomarse el pulso es muy simple y muy importante, y le comento cómo hacerlo: mire, el corazón late con un sonido que conocemos todos, tuc, tuc, tuc. Cada vez que late, expulsa sangre a todo el compartimiento arterial y genera lo que se llama pulso y onda de pulso.

Usted puede tomar ese pulso en cualquier arteria pero lo normal es hacerlo en la arteria que se llama radial, a la altura de la muñeca, por debajo del dedo pulgar. Usted debe colocar tres dedos (el índice, el del medio y el anular) sobre esa arteria y cuidado que no debe posicionar su dedo pulgar porque tiene latido propio y se podría confundir.

Ubique los dedos en esa posición y con un reloj con segundero, cuente los latidos en 15 segundos; después, lo multiplica por cuatro y obtiene la cantidad de latidos en un minuto.

¿Para qué sirve tomarse el pulso?

Una frecuencia cardíaca en reposo superior a 100 latidos por minuto podría indicar un estado de taquicardia  (Imagen ilustrativa Infobae)
Una frecuencia cardíaca en reposo superior a 100 latidos por minuto podría indicar un estado de taquicardia (Imagen ilustrativa Infobae)

La medición del pulso es una información riquísima que es la frecuencia cardíaca. Si usted está en reposo diez minutos y, al tomarse el pulso, la frecuencia cardíaca es más de 100 latidos por minuto, se llama taquicardia.

No se asuste, pero si repite la medición varias veces y se mantiene en niveles superiores a 100 latidos por minuto, es motivo para consultar al médico.

Si la frecuencia es menor de 60 por minuto, se llama bradicardia. Si está en reposo y tiene menos de 60, no se asuste, y con tiempo, consulte al médico.

Y la segunda utilidad importante, aparte de la frecuencia, es el ritmo cardíaco: ¿Cómo late el corazón? el ritmo del corazón tiene una tempo regular, si el corazón pierde el ritmo normal y empieza a latir con otra frecuencia, podemos sospechar de una arritmia cardíaca.

En caso de registrar menos de 60 latidos por minuto en reposo, podría estar ante un caso de bradicardia (Imagen Ilustrativa Infobae)
En caso de registrar menos de 60 latidos por minuto en reposo, podría estar ante un caso de bradicardia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si usted observa que el ritmo de los latidos es irregular esto es señal de arritmia, es porque algo no está yendo bien en el sistema cardiovascular y también es motivo de consulta. La arritmia más frecuente se llama fibrilación auricular.

El corazón tiene cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. Estas cavidades deben latir de manera armónica y acompasada. Sin embargo, en casos de arritmia, como la fibrilación auricular, este ritmo se altera.

En la fibrilación auricular, las aurículas no laten eficientemente, sino que tiemblan, lo que impide el bombeo adecuado de la sangre. Este temblor puede causar la formación de coágulos sanguíneos debido a los remolinos que se generan en la sangre.

Un ritmo cardíaco irregular es uno de los indicios de una posible arritmia, un motivo para consultar al médico (Getty)
Un ritmo cardíaco irregular es uno de los indicios de una posible arritmia, un motivo para consultar al médico (Getty)

Estos coágulos, o émbolos, pueden desplazarse desde el corazón a otras partes del cuerpo a través de las arterias. Si un émbolo llega a una arteria cerebral y la obstruye, puede provocar un accidente cerebrovascular.

Por lo tanto, la fibrilación auricular no solo afecta el funcionamiento del corazón, sino que también aumenta significativamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares.

Entonces, si usted va al médico y corrige la fibrilación auricular, está evitando problemas más graves, como, por ejemplo, un accidente cerebrovascular.

* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.

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