“Dar aire fresco al rostro con naturalidad”: cuáles son los cinco tratamientos faciales más innovadores

Donde primero se evidencian el paso de los años y el cansancio acumulado es en el rostro. La piel cambia, aparecen líneas de expresión, ojeras, el contorno de la cara parece desdibujarse. Y para muchas personas, mirarse al espejo cada mañana implica ponerse de frente con una versión de sí mismas con la que no están conformes.

No se trata de pesar más o menos, tampoco de lucir mejor un traje de baño: cuando lo que no gusta de uno mismo está en el rostro, verlo a diario podría influir en el estado de ánimo y la manera en que nos relacionamos con los otros.

En este sentido es que cada vez más personas se suman al “positive aging”, o lo que es lo mismo, envejecer de forma positiva.

Las tendencias en medicina estética cambiaron, y hoy la consigna es verse bien, atenuar los signos negativos que se instalan en el rostro, como cansancio o flacidez, iluminar la mirada, volver a delinear el óvalo facial y mejorar la calidad de la piel. Todo de manera natural, y con el “menos es más” como premisa.

Sin embargo, los pacientes que consultan son de todas las edades, ya que los especialistas recomiendan, en personas jóvenes, comenzar a trabajar en forma preventiva para mejorar la laxitud de la piel, mientras que en adultos de más edad, no sólo se previene sino que se detiene el envejecimiento.

“Hoy los tratamientos no invasivos ofrecen un abanico de tecnologías seguras y efectivas y la combinación personalizada es sin dudas la clave. Estos tratamientos, en pocas sesiones, con seguridad y resultados naturales, buscan mejorar la calidad de la piel, devuelven tensión al rostro y borran los signos del paso del tiempo que a veces tanto molestan”. Griselda Seleme es médica especialista en cirugía plástica y estética (MN 80033), y así comenzó a analizar en diálogo con Infobae de qué manera la medicina estética da respuesta en la actualidad a las demandas de los pacientes.

En opinión del médico cirujano plástico miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper) Pablo Sánchez Saizar (MN 89618), “a diferencia de los tratamientos corporales, que aumentan de cara al verano, en los tratamientos faciales no hay estacionalidad”.

“Las consultas que más veo en el consultorio tienen que ver con la mirada, especialmente cuando hay un excedente de piel en el párpado o cuando las personas sienten que el rostro empieza a caer -aseguró acerca de cuáles son los motivos más frecuente de consulta-. A cierta edad aparece la flacidez a nivel del pómulo, las mejillas, el cuello. Estas son dos de las consultas que más se repiten durante todo el año”.

A su turno, el médico especialista en cirugía plástica y reparadora Alfredo Romero (MN 105550) reconoció que por su especialidad, “el envejecimiento facial es una consulta frecuente”. Y tras asegurar que “ésta se puede resolver de manera quirúrgica, con rellenos faciales, o una combinación de ambas, dependiendo de cada paciente, y de las expectativas que tienen”, señaló que “la época invernal predispone a consultas más de tipo quirúrgico y en esta época del año es más frecuente recurrir a procedimientos mínimamente invasivos o tratamientos con rellenos”.

Consultada sobre si cambiaron en el último tiempo las preferencias en lo que a belleza facial se refiere, Seleme aseguró que “cambiaron, y mucho”. “La búsqueda de tratamientos actualmente tiene el objetivo de mejorar la calidad de la piel para que se vea más hidratada, suave y sin manchas -precisó la especialista-. Pero a su vez buscan suavizar la flacidez, las sombras y los surcos que dan aspecto de cansancio. También se busca volver a definir la línea de la mandíbula que es un signo de estética y juventud”.

Y agregó: “En lo que hay consenso unánime es que nadie quiere modificar las facciones de su rostro; ese es un estigma muy grande de los tratamientos y cirugías faciales y hoy la premisa es mantener la naturalidad.

En la misma línea, Romero aportó que “tanto hombres como mujeres buscan verse bien priorizando la naturalidad. La mayoría no busca un tratamiento en específico, sino mejorar su aspecto, dejar de verse cansado o triste, sin modificar sus rasgos”.

“Han quedado atrás la estética exuberante, que por ejemplo lucían las vedettes de los 80 y en la actualidad la tendencia son los resultados moderados -sostuvo el cirujano-. Hoy una armonización facial puede reposicionar los tejidos a una posición donde estaban unos años atrás; además, los nuevos tratamientos de bioestimulación regeneran las fibras haciendo que los tejidos logren turgencia y vitalidad”.

“Con el paso de los años, nuestro rostro sufre modificaciones, todas las estructuras de la cara sufren cambios en la conformación y en la posición. Los huesos, las almohadillas grasas, los músculos y la piel se modifican -explicó Romero-. Lo que se busca realizar con los tratamientos quirúrgicos, no quirúrgicos o la combinación de ambos, es restituir la tensión que tenía el rostro”.

Para dar respuesta a las demandas de mujeres y hombres actuales, la medicina estética cuenta con una amplia variedad de posibilidades, entre las que los expertos destacaron:

1- Láser + peeling + mesoterapia para unificar la apariencia

Esta combinación de tratamientos es, según Seleme, “ideal para mejorar la apariencia de los poros dilatados, borrar manchas y venitas”.

“La mesoterapia es una técnica que consiste en microinyecciones intradérmicas e indoloras por medio de las cuales se aplican diferentes productos que ayudan a aportar los nutrientes y sustancias que la piel necesita, con excelentes resultados en la calidad y tono de la piel”, explicó la médica

En tanto, las nuevas tecnologías apuntan a mejorar la calidad de la piel, rejuvenecer el tejido sin modificar el aspecto, y en esto las tecnologías láser y de radiofrecuencia son insuperables, según los expertos.

“Hoy envejecer sin deteriorarse implica que se puede sostener la fisonomía, incluso con rellenos o láseres que guardan la estructura y naturalidad con la que viene el paciente”, coinciden.

2- Bioestimulación para mejorar la calidad de la piel

Son los tratamientos más destacados para mejorar la flacidez de la piel. “En bioestimulación facial, uno de los grandes nuevos aliados es el tratamiento con ácido hialurónico ultra puro, un nuevo concepto en el tratamiento de la calidad de piel, para tensarla, hidratarla y nutrirla en profundidad”, señaló Seleme, para quien esta alternativa “es ideal para aquellas personas que buscan mejorar su aspecto sin modificar sus rasgos naturales”.

Y tras explicar que “su acción con efecto lifting es ideal para tratar zonas como cara, cuello y escote”, la especialista aclaró que “este tratamiento es ideal para tratar la flacidez que se instala en el rostro, con una mejora de la calidad de la piel a largo plazo”.

El tratamiento se realiza en dos sesiones separadas por un intervalo de 30 días, y si bien los resultados son progresivos, comienzan a hacerse visibles a los 15 días.

3- Toxina botulínica

Una consulta frecuente que reciben los especialistas en medicina estética es resolver el envejecimiento facial, y para eso, “junto con los bioestimuladores, la aplicación de toxina botulínica es una de las alternativas de preferencia”, según Romero.

La aplicación de toxina botulínica relaja los músculos que producen tensión y suaviza líneas de expresión, y es ideal para tratar áreas que son protagonistas del rostro.

Para Romero, “si bien la aplicación de la toxina botulínica ayuda a eliminar pequeñas arrugas que aparecen con la edad por la actividad de los músculos de la expresión facial, por ejemplo las arrugas del entrecejo, de la frente y las famosas patas de gallo, es necesario una combinación de productos y técnicas para lograr devolverle al rostro la tensión que tenía en su juventud”.

4- Ácido hialurónico para recuperar el volumen perdido

“Para recuperar el contorno facial, los fillers de ácidos hialurónicos son ideales para reestructurar la pérdida de volumen que se produce con el paso de los años, así como por cambios de peso o genética”, comenzó a explicar Seleme en este punto.

Según ella, “los rellenos de ácido hialurónico son un escalón más en la prevención del envejecimiento”. “Los cuidados anti age comienzan antes de los 30 años con las cremas y rutinas faciales y llegan a un último escalón con los procedimientos quirúrgicos -señaló-. En ese escenario, los rellenos son un escalón intermedio; una buena alternativa no invasiva para tratar las llamadas ‘patas de gallo’, arrugas del entrecejo o el contorno de los labios, y resulta excelente para realzar los pómulos cuando se pierde el óvalo facial, o para aumentar el tamaño de los labios”.

En línea con la búsqueda de la naturalidad de la que se viene hablando, “el secreto no es borrar todas las arrugas sino recuperar un aspecto fresco”, destacó.

En este aspecto, Romero sumó que “existen diferentes productos, y diferentes densidades de los mismos, de los cuales hay que saber elegir cuál es el más adecuado para cada parte del rostro y aplicarlo correctamente y en la medida exacta”. “Por ello, se recomienda recurrir a un médico con experiencia para evitar complicaciones por una inadecuada aplicación y resultados no deseados”, remarcó.

5- El lifting vuelve a ser tendencia

Luego de un tiempo en que las personas eligieron alejarse de intervenciones quirúrgicas estéticas, precisamente por los resultados poco naturales que este tipo de cirugías supieron tener en otras épocas, según Sánchez Saizar, “en los últimos años está habiendo una mayor demanda de tratamientos quirúrgicos en casos en los que la flacidez en el cuello o los surcos no mejoran con opciones menos invasivas”.

En este sentido, sostuvo que “la novedad es que las cirugías fueron evolucionando y hoy la naturalidad es clave”.

Con él coincidió Seleme, para quien “el lifting facial ha vuelto a ser un tratamiento que cada vez más pacientes solicitan ya que en el último tiempo se vio que las cicatrices son muy sutiles y los resultados naturales y duraderos”. “De esta forma es posible reposicionar los tejidos, no sólo la piel, sino además de la piel, los músculos faciales -enfatizó la cirujana-. Con la ventaja de que se puede tratar toda la cara o las áreas que se necesitan, como por ejemplo, las mejillas”.

Para ella, “hoy no es la edad cronológica lo que define la decisión de una cirugía sino que tiene que ver más cómo uno está y cómo quiere verse”. Sin embargo, señaló que “generalmente a partir de los 50, o entre los 55 y 60 años, es cuando se empieza a perder la definición del óvalo facial, de las líneas mandibulares y comienza a aparecer un surco nasogeniano más marcado, entonces reposicionar estos tejidos ayuda a verse más fresco y natural. No se trata de cambiar sino de vernos mejor, más frescos”.

En este punto, Sánchez Saizar destacó “las nuevas técnicas como el deep plane facelift, que se convirtió en tendencia gracias a sus resultados que no estiran la piel sino que se focaliza en reposicionar los músculos del rostro”.

“A lo largo de las décadas, las técnicas de rejuvenecimiento facial han experimentado una notable evolución”, consideró el cirujano, quien destacó: “En el pasado, el lifting facial tenía una reputación cuestionable debido a ciertos resultados poco naturales que se instalaron en muchos rostros famosos, especialmente en las décadas de los ‘80 y ‘90, cuando el rejuvenecimiento facial se limitaba principalmente al estiramiento de la piel, y el resultado a menudo era un aspecto artificial que hacía que muchos rostros parecieran idénticos o pierdan su esencia”.

Y agregó: “Hoy nos encontramos frente a una nueva era: el deep plane facelift, también conocido como lifting del plano profundo, se trata de una nueva técnica que sin duda representa la evolución en el campo del rejuvenecimiento facial y ha revolucionado por completo el concepto de lifting facial mostrando resultados donde la naturalidad de los rasgos es la clave”.

En esta intervención -según explicó el experto- “se trata, además de la piel, las capas más profundas como el músculo y la grasa”. “El rostro humano posee diferentes capas por debajo de la piel, que nos permiten tratarlas de forma separada. La técnica de deep plane facelift reposiciona los músculos sin estiramiento, es decir, levanta esas zonas que con el paso del tiempo han ido descendiendo sin necesidad de estirar de la piel. El ‘lift’ se realiza en esta capa más profunda y no en la piel”.

Sobre este procedimiento, Romero concluyó: “Es menos invasivo, y se logra un mejor posicionamiento de los tejidos sin dejar aspecto de haber pasado por una cirugía. Además, ofrece recuperación más rápida, resultados más agradables, naturales y duraderos”.