Nos encontramos en un momento educativo en el que debemos abordar no solo la transmisión de conocimientos académicos, sino también la promoción de aquellos valores que sustenten una convivencia respetuosa y segura en nuestras escuelas. Uno de los desafíos más apremiantes que enfrentamos es la prevención del bullying y, en la era digital, debemos considerar el ciberbullying, que se ha convertido en una amenaza adicional, ya que suma el uso de la tecnología para hostigar a otros. Dos formas de acoso que dejan cicatrices profundas en la vida de los estudiantes.
Continúa haciéndose visible el impacto de la violencia en los aprendizajes a partir del análisis realizado en las Pruebas Aprender 2019 por los Observatorios de Argentinos por la Educación y el de la Convivencia Escolar (UCCuyo), por los que conocemos que: un 75% de los estudiantes percibe que existe discriminación por el “aspecto físico”, casi un 68% discriminación por la religión, la nacionalidad, el género, alguna discapacidad) y un 54,5% señala amenazas y agresiones.
Hoy la literatura especializada reconoce distintos aspectos que definen el clima escolar como: la estima hacia el colegio por parte de los alumnos (entusiasmo, compromiso por aprender, sensación de sentirse valorado por sus compañeros y docentes, etc.), el orden y la seguridad, las instalaciones de la escuela y la convivencia de todos los que directa o indirectamente tienen que ver con la vida de la escuela. Es sobre este clima social donde el acoso entre los estudiantes ha tomado protagonismo, y entendemos que aún no existe real conciencia de su gravedad.
Mientras los estudiantes denuncian altos niveles de discriminación y violencia, los directivos responden en un 80,2% que los problemas de convivencia son “problemas menores” o “no son un problema” para el proceso educativo. Así, no hay posibilidad de incluir programas idóneos y perseverantes para gestionar el clima social escolar.
Es fundamental este 2 de noviembre que celebramos el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el ciberacoso, reiterar a los responsables de las políticas públicas y a las comunidades educativas, la necesidad de prevenir e intervenir sobre estos hechos de violencia a partir de medidas más integrales e inclusivas, propuestas que deben considerar la complejidad de la conducta humana y las estructuras que se vinculan al acoso tanto dentro como fuera de la escuela.
Somos conscientes de que, durante 50 años, académicos, profesionales de la educación, organizaciones civiles y expertos de distintas áreas, han seguido con preocupación el desarrollo de las conductas violentas y proponen soluciones al daño que provocan. Por eso es fundamental que la comunidad educativa, que incluye a docentes, personal escolar, estudiantes y padres, también se involucre de manera activa en la prevención del bullying, el ciberbullying y cualquier otro tipo de violencia.
En esta reflexión, nos gustaría resaltar la importancia de abordar estos desafíos dirigiéndonos a quienes padecen el hostigamiento, a quienes lo producen y aquellos adultos que deben actuar en primera fila para dar respuestas de cuidado y modificar los climas de miedo e inseguridad que rompen con la pertenencia y destruyen la buena convivencia.
Al abordar estos desafíos de manera proactiva y fomentar la justicia, el respeto y la empatía, contribuimos al bienestar de nuestros estudiantes para que puedan desarrollarse como ciudadanos comprometidos con la promesa de una nueva sociedad.
Un breve mensaje de apoyo a las víctimas de bullying y ciberbullying
Deseamos comenzar esta comunicación enfocándonos en quienes han enfrentado o están atravesando situaciones difíciles relacionadas con el bullying y el ciberbullying. Queremos que sepan que no están solos y que su bienestar y seguridad son de mucha importancia para nosotros. Nos comprometemos a brindarles apoyo en su camino hacia la liberación y superación de estas experiencias.
Ser acosado cara a cara o a través de las redes sociales, son experiencias dolorosas que pueden dejar cicatrices profundas. Sabemos que han sufrido de distinta forma el peso de amenazas, insultos, burlas, exclusión y comprendemos que esto puede afectar la autoestima, el bienestar y la confianza en los demás. Es por esto que se debe insistir en algunas verdades fundamentales:
- No es culpa tuya: Lo que has experimentado no es tu responsabilidad, sino que esta recae en aquellos que ejecutan conductas violentas. Nadie merece ser maltratado ni acosado de ninguna manera.
- Busca apoyo: Es muy importante buscar cercanía y comprensión de las personas que te rodean. Amigos, familiares y docentes están presentes para ayudarte. Hablar sobre tus experiencias puede ser el primer paso hacia la solución y la recuperación.
- Denuncia: Es importante denunciar el acoso a tus padres y a las autoridades escolares y, si es necesario, a las autoridades pertinentes. No estás solo y hay recursos disponibles para ayudarte a enfrentar y abordar el problema.
- Cuidate: Recuerda cuidarte. Esto implica velar por tu bienestar personal y social. Encontrá actividades que te hagan sentir bien con vos mismo y buscá momentos de calma y alegría.
- Tu voz importa: Tus experiencias pueden ser un testimonio poderoso para tomar conciencia y prevenir el bullying y el ciberbullying. Tu voz puede inspirar el cambio y ayudar a otros que enfrentan situaciones similares.
Enfrentar el bullying y el ciberbullying puede ser un gran desafío, pero debés ser fuerte y valiente. Con apoyo y comprensión, podrás superar estas dificultades y avanzar hacia una vida llena de respeto y crecimiento. Merecés una vida libre de miedo y tristeza, y tu familia y la escuela están para ayudarte a lograrlo.
A las familias
Comprendemos que la seguridad y el bienestar de sus hijos son una prioridad para ustedes. El apoyo y la comunicación abierta con ellos son fundamentales y es necesario reconocer que la mejor alianza educativa es con la escuela y sus docentes. Fomenten un entorno en el que se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones y experiencias. Asegúrense de estar al tanto de su bienestar y, si es necesario, busquen ayuda externa.
A los directivos docentes
Entendemos que a veces puede ser difícil percibir el dolor que las víctimas de bullying y ciberbullying están experimentando. A menudo, este sufrimiento puede estar oculto detrás de sonrisas o silencios. Por esta razón, es crucial que trabajemos juntos como comunidad educativa para abordar este desafío de manera efectiva.
- La sensibilización y la formación en torno al bullying y el ciberbullying son esenciales para todos los miembros del personal educativo. Esto permite una mejor identificación de los signos y síntomas y dar una respuesta más efectiva.
- Es fundamental crear ambientes escolares seguros, inclusivos y respetuosos. Como líderes en la educación, es fundamental promover una cultura de respeto, empatía y cooperación en nuestras escuelas.
- Escuchemos activamente a los estudiantes. Fomentemos un ambiente en el que se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones y experiencias. Crear ambientes y espacios concretos donde sea sencillo que puedan comunicar sus inquietudes.
- Prevenir y actuar no solo ante los incidentes de bullying y ciberbullying, sino que también se debe trabajar activamente en la prevención. Esto incluye un “enfoque global de la educación” que garantice que las iniciativas escolares aborden la convivencia de una forma más inclusiva, así se podrán concebir iniciativas más comprensivas para enfrentar el acoso escolar en todas sus formas y también poder medirlo.
A los comunicadores sociales
Tienen el poder de generar un cambio significativo. Ayúdennos a sensibilizar sobre el bullying y el ciberbullying, promoviendo una cultura de respeto y empatía. Más allá de informar sobre cada hecho de violencia, sus mensajes pueden inspirar una mayor comprensión sobre las dinámicas del acoso y contribuir a su prevención.
*Alejandro Castro Santander es Director del Observatorio de la Convivencia Escolar (UCCuyo), Miembro de la Alianza Antibullying Argentina.