Para que las ideas poderosas se concreten en hechos realizables y tengan durabilidad en el tiempo, hace falta -entre otras cosas- un núcleo poderoso que plantee con claridad la organización y desarrollo de los objetivos. Esto es lo que genera el Foro GLI 2023.
En la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, más de 500 personas de 24 países se reunieron con el objetivo de promover la inversión con lente de género como un mecanismo fundamental para propulsar economías más equitativas y prósperas.
Entre las personas asistentes, hubo hombres y mujeres del ámbito inversor, emprendedor, académico y de organizaciones no gubernamentales, como Carmen Correa, CEO de Pro Mujer, Cecilia Rabassa Division Chief Portfolio Management de BID Invest, Nisha Biswal, reconocida Deputy CEO del U.S. International Development Finance Corporation, María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres, entre otras.
El evento fue organizado por Pro Mujer, una entidad líder en fomentar inversiones con perspectiva de género en Latinoamérica. Durante más de tres décadas, han ofrecido financiamiento, formación y servicios de salud a mujeres en situaciones vulnerables. Esta edición contó con el apoyo especial de BID Invest y patrocinadores como Google.org, Visa Foundation, USAID, U.S. International Development Finance Corporation y Mercado Pago.
La finalidad de la reunión fue establecer un espacio para el aprendizaje, interacción de ideas, establecimiento de contactos y la ideación de soluciones novedosas. Los emprendedores presentes pudieron empaparse de iniciativas de inversión reales, construir conexiones y vincularse con grupos de inversores para potenciar sus iniciativas.
GLI Forum Latam se destaca como el evento exclusivo centrado en potenciar la inversión con impacto de género, siendo un punto de referencia en el panorama regional. Este encuentro marcó un avance significativo para Pro Mujer al establecer tres alianzas que amplían su alcance: el Fondo Mujer Semilla en Colombia, Fuerza Mujer Migrante en EE.UU y la Fundación Alas en República Dominicana.
Durante el miércoles 18 y el jueves 19, las 135 personas ponentes que participaron de los paneles mostraron casos concretos de aplicación, métodos de medición de impacto y herramientas que poseen las organizaciones para incorporar la mirada de género en su día a día, volverse más diversas y así poder crecer de manera sustentable.
Al analizar las principales trabas que tienen las mujeres para progresar en el mercado laboral, las tareas del cuidado se perfilaron como uno de los mayores obstáculos. “Solo 51% de las mujeres trabajan y es por falta de tiempo”, dijo María Noel en base al trabajo de ONU Mujeres. Daniela Konietzko, presidenta de WWB Colombia, al relatar su experiencia como mujer en un rol de liderazgo, reconoció que el equilibro en la crianza de los hijos todavía no es una realidad para todas y muchas mujeres se ven envueltas en la encrucijada de tener que responsabilizarse de sus empresas a las vez que de sus familias. En un panel especialmente dedicado a esta problemática, organizaciones como Symplifica y Aeioutú presentaron sus proyectos para valorizar el trabajo del cuidado y hacer que quienes lo ejercen se encuadren en la formalidad laboral.
Un punto crucial surgido del debate es que solo aplicar una perspectiva de género no es suficiente para lograr la igualdad. Es esencial abordar un enfoque interseccional que reconozca las vivencias únicas de cada persona. En una discusión sobre emprendedoras migrantes, Anabella Laya, fundadora de Acreditta, una herramienta de certificación en blockchain, relató los desafíos que enfrentó como mujer tecnológica e inmigrante venezolana en Colombia al impulsar su proyecto.
Carmen Correa describió cómo Emprende Pro Mujer adapta su contenido educativo considerando las situaciones específicas de mujeres migrantes, rurales e indígenas, para atender de forma personalizada sus requerimientos.
Para concretar la inversión con visión de género, los oradores sugirieron herramientas financieras y métricas para evaluar el impacto real de estas inversiones. Pro Mujer, Banco Davivienda y La Cooperativa de Crédito y Ahorro Jardín Azuayo compartieron sus vivencias introduciendo bonos de género al mercado.
La emisión de Pro Mujer en Argentina marcó un hito, siendo la primera ocasión en que una entidad no tradicional, como una empresa social, colocó un bono en el mercado y tuvo el respaldo de inversores individuales. En busca de más transparencia en las inversiones con perspectiva de género, 2X Global presentó su proceso de certificación y verificación diseñado para pequeñas empresas, startups y fondos de inversión.
Después de escuchar a las y los especialistas, las personas que asistieron, se dieron cuenta de que el género atraviesa todos los aspectos de la inversión y de la vida, impulsando, de esta manera, la urgencia de avanzar en esta materia.
Sin embargo, las verdaderas estrellas del foro fueron las emprendedoras. Desde las actividades culturales del inicio hasta los almuerzos, todo estuvo a cargo de ellas. Varias emprendedoras colombianas presentaron sus productos en stands, incluidas Fidelia y Magdalena, que viajaron desde México con el apoyo de Pro Mujer para sumergirse en el ambiente emprendedor y obtener herramientas para fortalecer sus empresas.
Apegadas a las tradiciones antiguas de su país, ambas se especializan en la elaboración de prendas utilizando técnicas mayas. En una sesión dedicada, compartieron cómo, mediante el programa Emprende, lograron valorar y monetizar este conocimiento ancestral.
Para coronar el segundo día, 16 historias de emprendedoras compiladas en el libro “Ellas Emprenden: Historias de Mujeres Latinoamericanas” fueron presentadas por Pro Mujer. Estos relatos son prueba de que la inversión con lente de género es un mecanismo poderoso capaz de lograr grandes cambios. Estos relatos son verdaderos casos de éxito en donde las mujeres, con las oportunidades adecuadas, han superado distintas barreras para perseguir sus sueños y concretar negocios prósperos.
María del Pilar tomó el escenario junto a Carmen Correa, Gema Sacristán de BID Invest y María Noel para expresar su agradecimiento y aprecio por la chance de relatar su trayectoria. Inició su negocio familiar “La Granja de Pili” al nacer sus dos hijos, ya que continuar con su carrera de zootecnista se tornó desafiante. A pesar de los obstáculos, consiguió transformar su granja en un emprendimiento próspero que sustenta a su familia.
“En la lucha por la igualdad, la inversión con perspectiva de género puede equilibrar la balanza”, dijo Carmen Correa, orgullosa de los logros de su organización, pero también reconociendo que queda todavía mucho por andar. “Debemos comenzar ya, y para eso tenemos que ponernos nuestros lentes violetas y aprovechar todo el potencial de las mujeres, que está allí esperando una oportunidad”, continuó.
“Somos la mitad de la población por eso tenemos que exigir esa mitad de todo, necesitamos seguir alzando nuestra voz sin pausa y con mucha prisa porque no nos pueden decir que faltan 300 años para llegar a la igualdad”, agregó María Noel Vaeza al cierra del panel.
Durante los 33 años de trabajo de Pro Mujer en América Latina, la organización ha sostenido una máxima: las mujeres son poderosas agentes de cambio, capaces de impulsar y transformar el curso de sus comunidades. Con las herramientas necesarias, pueden traer progreso y desarrollo para ellas y para quienes las rodean. Para lograr una América Latina pujante es imprescindible que el mundo inversor reconozca el potencial de apostar por la igualdad. Invertir en las mujeres y en empresas que promueven la diversidad es una decisión inteligente.
Servicios y herramientas para las mujeres en América Latina
Pro Mujer es una empresa social que desde hace más de 33 años brinda servicios y herramientas a las mujeres en América Latina para que puedan alcanzar su máximo potencial, mejorar sus condiciones de vida y transformarse en agentes de cambio para sus comunidades.
Opera a través de un modelo holístico e integral que busca ampliar el acceso de las mujeres de la región a los servicios de salud, aumentar su inclusión financiera y brindarles oportunidades de capacitación.
En este tiempo logró impactar en 2.5 millones de emprendedoras, brindó 10 millones de servicios de salud y desembolsó más de U$D 4.4 millones en microcréditos.