Día Mundial del Aperitivo: 3 bartenders argentinas de renombre internacional cuentan por qué es una bebida fundamental

El 19 de septiembre marca una fecha especial en el calendario de los amantes de la coctelería: el Día Mundial del Aperitivo. Esta celebración, que tuvo sus raíces en España en 2020, surgió gracias a la iniciativa de una marca de papas fritas. El propósito detrás de este día es honrar a este trago espirituoso, que ha sido el complemento perfecto para picadas y platos de todo tipo a lo largo de los años.

El aperitivo, en su esencia, busca promover el apetito a través de una bebida refrescante que puede ser adaptada con innumerables combinaciones. Es que la coctelería es un arte, y cada sorbo nos transporta a un mundo de sensaciones, conectándonos con la cultura y la historia de los lugares de origen de sus ingredientes. Se trata de una ventana a experiencias gustativas que, a menudo, nos sorprenden y nos hacen descubrir sabores que jamás imaginamos posibles.

El aperitivo, en ese sentido, es un trago que ofrece una libertad de elección inigualable. Con soda, jugos, frutas, verduras; las fórmulas son infinitas. Y no solo eso, la decoración también juega un papel crucial, permitiendo que cada persona adapte su trago a su manera, haciendo de cada cóctel una experiencia única.

A lo largo de los años, mixólogos de todo el mundo han sorprendido con creaciones innovadoras. Gracias a ellos, hoy disfrutamos de aperitivos icónicos como el Negroni, el Tom Collins y el martini, entre otros. Y, particularmente, las mujeres bartenders de Argentina han sido pilares en el mundo de la coctelería y en la evolución y popularización de los aperitivos.

A través de los años, han aportado innovación, creatividad y un toque distintivo que ha enriquecido la tradición de estos tragos. Su pasión y dedicación han dejado marcas indelebles en la historia de los aperitivos, y su influencia se refleja en cada sorbo que disfrutamos hoy en día en cualquier parte del mundo. Infobae reflexionó sobre esta dinámica con Inés de los Santos, Flavia Arroyo y Pipi Yalour, tres bartenders argentinas que han sido reconocidas en el mundo por sus creaciones.

Inés de los Santos es una referencia ineludible a la hora de hablar de coctelería no solo en el país sino también a nivel mundial. Solo por citar un ejemplo, la bartender formó parte del jurado de la reciente competencia World Class que se llevó a cabo en Argentina. Se trata de un cónclave internacional que busca premiar a los mejores del planeta en el rubro. En tanto, Kōnā Corner, el restaurante japonés que fundó Inés junto a la chef Narda Lepes, figuró recientemente en la Hot List anual de la revista turística Condé Nast Traveler, que lo incluyó entre los mejores nuevos restós del mundo.

La creatividad de de los Santos tiene repercusión en el globo terráqueo y, para ella, los aperitivos son fundamentales en su barra. “Tienen un papel crucial en las coctelería. Algunos poseen, por ejemplo, una complejidad en los botánicos, como por ejemplo los bitters o el gin y, en general, son bebidas e ingredientes fundamentales en los bares, ya que se aplican en múltiples cócteles clásicos y hasta definen ciertas familias de bebidas, como el negroni o el gin tonic”, repasó la bartender.

Y explicó: “Los aperitivos son bebidas diseñadas para abrir el apetito. Estos pueden ser cócteles, una copa de espumante, o, en general, bebidas con bases vínicas. Existen cócteles de alta graduación alcohólica y secos, como el ray martini y el negroni. También hay opciones más suaves que incluyen jugos ácidos como limón, lima, frambuesa y maracuyá. Estas bebidas preparan el cuerpo para comer, incentivando la generación de jugos gástricos: eso define a un aperitivo, que también puede ser poco alcohólico, como una cerveza ligera. En cualquier caso, debe evitarse lo dulce o cremoso, ya que no debe provocar el inicio de la digestión”.

En una industria llena de creadores, algunos de ellos tienen una pasión que trasciende fronteras. Flavia Arroyo, bartender de Casa Cavia, participó recientemente de una iniciativa mundial para la cual creó un aperitivo que tiene una historia detrás.

¿El marco? El programa Red Hands, un programa global de Campari que reunió a siete talentosos bartenders procedentes de distintos rincones del mundo, con un objetivo claro: fusionar la magia de la mixología con la cinematografía, creando cócteles inspirados en géneros cinematográficos. La sede de este encuentro fue la icónica ciudad de Milán, donde se llevaron a cabo inspiradoras charlas sobre arte y cine en la prestigiosa Galería Campari. Red Hands presentará un corto audiovisual final en el Festival de Venecia.

El aperitivo creado por Flavia Arroyo, llamado “El Viaje”, se inspiró en el género de las road movies. Esta elección capturó la esencia de un viaje transformador, donde el cóctel evoluciona en cada etapa del camino, representando la narrativa emocional que fluye a lo largo de la experiencia de disfrutarlo.

Arroyo utilizó técnicas de clarificación -pasar de color oscuro a claro- para hacer vibrar su cóctel, y a través de este proceso, contó su propia historia desde el momento en que eligió convertirse en bartender. La elección de la temática del viaje simboliza los cambios, aprendizajes, comunidad y nuevas experiencias que son intrínsecos a la disciplina de la mixología, lo que permite a los amantes de los cócteles conectarse en un nivel más profundo con su arte.

En diálogo con Infobae, Arroyo contó: “Tenía que usar la técnica de clarificado, ya que es algo que me apasiona. Por ello, decidí crear un aperitivo con bebidas que personalmente me gustan y que pueda agradar a cualquier consumidor. El Viaje narra un recorrido, no solo el mío sino también lo que representa Red Hands. Además de respetar el icónico color rojo de Campari, el cóctel ofrece diferentes matices en sabor a medida que se degusta. Lleva Campari, whisky clarificado con yogur, licor, agua tónica y polvo de maíz”.

“Cada bartender recibió un género cinematográfico diferente como inspiración para su cóctel. El mío, Road movie, representa un viaje y una imagen en movimiento que transforma la perspectiva de la vida cotidiana. Los bartenders somos grandes creadores de experiencias, al igual que el cine, y casi siempre las historias son las que inspiran cócteles. El cine es una forma de arte, se piensa en cada detalle desde la imagen, los sentimientos, situaciones realistas o para imaginarse. Hacer un cóctel no está tan lejos de eso. Como bartenders, somos nuestros propios directores de lo que creamos”, amplió Arroyo.

Para la bartender, participar de Red Hands “fue muy emocionante”: “Éramos 7 bartenders de todas partes del mundo. Hay un antes y un después de este viaje. De verdad, lloré y celebré por ser parte. Es difícil expresarlo en palabras, pero tener la oportunidad de representar a tu país en el mundo es algo hermoso. Sentí que el destino me había premiado, dándome la chance de seguir aprendiendo. Tal vez muchas veces uno piensa que este tipo de proyectos no se concretarán, pero reflexionando, llegué a la siguiente conclusión: hay que apostar por uno mismo, exigirse y desafiarse, porque todo llega”.

Por su parte, la bartender Pipi Yalour, quien despliega sus habilidades en la plataforma Chicas Barra y ha llevado sus creaciones desde su Córdoba natal hasta destacadas casas de aperitivos de Italia, aportó en diálogo con Infobae: “Los aperitivos suelen tener una baja graduación alcohólica y cierto amargor, lo que los hace ideales para abrir el apetito antes de comer. Pero más allá de estas características técnicas, lo que realmente valoro es el momento que crean: el momento del aperitivo”.

“Aunque alguien podría sentarse solo en un bar y disfrutar de un aperitivo -siguió Yalour- esta bebida está intrínsecamente asociada al encuentro, la socialización y la camaradería. Me recuerda a la escena previa al almuerzo familiar de los domingos, donde se entablan conversaciones entre sorbos antes de la comida principal”.

“En el vasto universo de los aperitivos, podemos identificar dos grandes categorías: aquellos basados en vino y aquellos que no. Dentro de los que tienen base de vino, encontramos el vermut, cuyo nombre proviene de una palabra alemana relacionada con el ajenjo, uno de sus ingredientes principales. Los vermuts, ya sea el Rosso, el Bianco o el Extra Dry, tienen base de vino, hierbas, especias, cortezas, un agregado de alcohol y azúcar. Por otro lado, tenemos los aperitivos que no se elaboran a partir de vino, basados en alcohol neutro. En esta categoría, encontramos una amplia variedad de amaros”, dijo la bartender.

Y destacó: “Aunque todos los aperitivos comparten la misma graduación alcohólica, todos tienen en común ingredientes como hierbas, cortezas, especias y azúcar. Personalmente, disfruto de un buen vermut mezclado con vino blanco seco mientras cocino. Es una experiencia sencilla, pero cada quien puede encontrar su propia combinación ideal”.

Según la consultora Drinks International, el Negroni, que se encuentra dentro de la categoría de aperitivos, es el cóctel clásico más vendido del mundo por segundo año consecutivo. El Negroni es contundente y complejo, pero a la vez brillante y ligero. Como todo clásico, su esencia es simple: partes iguales de gin, vermut dulce rojo y aperitivo Campari.

En ese sentido, hasta el 24 de septiembre se llevará a cabo la 11ª edición anual de la #NegroniWeek, una iniciativa que fue impulsada globalmente por Campari y por la revista especializada Imbibe. En estas jornadas, bares y restaurantes suman sus conocimientos y sus recursos para reivindicar la cultura del cóctel. En un mapa interactivo se podrá ver qué bares participarán de la moción.

“El Negroni es un cóctel cuyo consumo se da mayoritariamente en los bares, a diferencia de otros, que tienen un alto ratio de consumo en el hogar. El Negroni es consumido en bares (40%), restaurantes (13%), boliches (18%) y otros lugares fuera del hogar (6%) totalizando un 77%, según revela un estudio de la consultora Kantar¨, precisó Estefanía Jacobs, gerente de Marketing de Campari.

Y sumó. “El mismo estudio cuenta que quien elige un Negroni, elige contar de sí mismo una historia anclada en el sentido premium y sofisticado de sus consumos, en su fortaleza y en el conocimiento acabado de la coctelería. ¨No soy un novato¨, parecería decir. ¨Soy un conocedor y me interesa mostrarlo al mundo”.

La recaudación de fondos para organizaciones benéficas está en el ADN de la Negroni Week. Este año (como una continuidad de lo realizado en campañas anteriores) se donará un porcentaje de lo recaudado por la venta del cóctel al Banco de Alimentos.

“Es un orgullo renovar esta alianza y participar como organización beneficiaria de la Negroni Week, fortalecer año a año el vínculo con Campari es muy importante para nosotros. Los resultados de esta acción se transformarán en platos de comida que serán distribuidos entre más de 340 mil personas que asisten a los 1.034 comedores con los que colaboramos”, declaró Marisa Giraldez, directora general del Banco de Alimentos.