Eventos recientes pusieron a esta práctica médica bajo la lupa. Sin embargo, siempre, a la hora de buscar un especialista en cirugía estética, debemos evaluar el perfil del médico. Hay muchos profesionales y una inmensa cantidad de especialistas. Es por esto que es clave identificar al experto que se adecúe a lo que buscamos. Aquel que se especialice en eso que queremos.
Las formas comunes de encontrar a un médico que se dedica a la estética es, generalmente, por el boca a boca. Aunque hoy, con el advenimiento de las redes sociales, se produjo un boom y todo el mundo está siguiendo especialistas por redes sociales, es importante aclarar que no es directamente proporcional la cantidad de seguidores, con la idoneidad del profesional.
Entonces, a veces, uno no es lo que es, sino lo que la red social dice sobre uno y es, de esta manera, como a veces se presta a confusión.
Lo importante ante la consulta médica en general es, primero, verificar los créditos que tiene el profesional que vamos a ir a visitar. Es fundamental que sea miembro de alguna entidad que lo nuclee. Esto es básico.
Segundo, tiene que tener un marco de ética. Sobre la ética nosotros podemos trabajar. Y, ¿de qué manera? Con el proceso de la consulta. El paciente tiene que ir a reunirse con el especialista de una manera muy abierta, tranquila y a escuchar, porque para eso existe la consulta.
Es un gran asesoramiento inicial donde nosotros tenemos varias puertas para abrir y, en base a eso, la puerta que elijamos va a ser la correcta. Esto depende, no del paciente que viene a pedir tal o cual cosa, sino de nosotros que tenemos que hacer primero una evaluación de las proporciones faciales y en base a eso tenemos que brindar el mejor tratamiento y el más adecuado para esa paciente.
Uno se toma dos meses para aprender una técnica, dos años para perfeccionarla y 20 años para aprender a decir que no. Hoy ya no existe un canon de belleza. Cada persona es única y eso se trata de destacar a través de los tratamientos estéticos: siempre buscando la naturalidad y defendiendo la diversidad. No se trata de hacernos a todos iguales, sino de destacar nuestras diferencias y aquellos rasgos que nos hacen únicos.
Atrás quedaron los rostros artificiales que se suelen relacionar con la medicina estética. En esta nueva era, tanto los laboratorios como los médicos especialistas, estamos comprometidos en lograr un resultado natural. Y lo logramos a través de un trato altamente personalizado con el objetivo de entender cuáles son las necesidades y objetivos de cada paciente.
Es por eso que, a la hora de pensar en un tratamiento estético, el primer paso sin duda es la consulta: buscar y escuchar un especialista. Es imprescindible crear un vínculo de confianza, una conexión que permita la mejor experiencia para ambos. Muchas veces, una cosa es lo que el paciente quiere y otra lo que el paciente realmente necesita.
Conocer al paciente y crear empatía es el nudo de la consulta. Debemos escuchar, entender que es lo que busca... Muchas veces llegan con una idea y piden algo puntual pero en verdad lo que necesitaba era otro cosa. Nosotros debemos mostrar el camino. Es esencial entender que no somos expendedores de productos, sino especialistas en estética.
Es clave entender que, en estética, la evaluación y diagnóstico es esencial. No hay recetas universales, ni tratamientos mágicos. Ponernos en manos de un especialista y escuchar la devolución que nos da, nos permite plantear aquello que nos molesta o no nos gusta y buscar la armonía.
En la actualidad, la consulta de la gente joven creció mucho y lo primero que buscan, además de calidad en la piel, es prevenir y sin duda lucir sus labios. No tiene prejuicios, saben lo que quieren y van por ello. Los hombres también se animan más que antes, buscan verse mejor, y no tienen tabúes. Escuchan y arman su plan de tratamiento.
Etapas y consulta
Entre los 20 y los 30 años: hoy la gente joven, tanto hombres como mujeres, tienen más conciencia de la importancia de cuidarse, prevenir, tener rutinas saludables y ser constantes. Piden y escuchan. Entre ellas: se comienza con la prevención, eligen tratamientos de calidad de piel, y muchas buscan realzar sus labios. Mi recomendación: es clave estar atento a las proporciones si están pensando en hacerse labios (una de las consultas más importantes). Mi consejo es ir de menos a más para estar seguras y sentirse cómodas. Entre ellos: se buscan las proporciones y la armonía en el rostro. Una buena mandíbula y un buen mentón marca la diferencia; y para esto los fillers de ácido hialurónico son uno de los tratamientos más elegidos.
Entre los 30 y los 40 años: entre las mujeres se comienza a usar toxina botulínica, ya que se empieza a marcar la piel y aparece alguna arruga; por eso buscan tratarlas. Además, otro de los tratamientos más elegidos son los labios.
Más de 40 años: en esta etapa es clave una buena evaluación para ver un plan de tratamientos y tratar la armonía facial. La mirada, muchas veces, va perdiendo el contorno. En otras oportunidades, se trata el tercio inferior para enmarcar el rostro. La clave siempre es la consultar, tener un diagnóstico e ir de menos a más.
*El doctor Raúl Banegas es cirujano plástico especialista en estética MN 79300. Miembro titular jerarquizado de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (SACPER), miembro titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA), miembro titular de American Society for Aesthetic and Plastic Surgery (ASAPS), miembro titular de la International Society for Aesthetic and Plastic Surgery (ISAPS) y director del capítulo de Mini-Invasivos para SACPER