Cuidar la piel y enfrentar el paso del tiempo: las claves de los especialistas a los 30, 40 o 50 años

La tendencia en medicina estética apunta a evitar las intervenciones quirúrgicas y busca resaltar la naturalidad. Por qué es importante prevenir antes de que aparezcan los primeros signos de la edad y qué recomiendan los especialistas para cada etapa de la vida

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Los expertos coinciden en que “hoy se busca la naturalidad y defender la diversidad" (Getty)
Los expertos coinciden en que “hoy se busca la naturalidad y defender la diversidad" (Getty)

El cuidado de la salud de la piel, como el de todo el cuerpo debe partir de la base de que las soluciones mágicas y universales no existen. Así, lo que a una persona le dio resultado a otra puede no darle. Como tampoco los cambios podrán apreciarse de la noche a la mañana.

Para que las expectativas sean realistas debe pensarse en un plan integral del cuidado de la piel, que incluya alimentación saludable, ejercicio físico, buen descanso y manejo del estrés, y por supuesto, una rutina de cuidado, tanto en casa como con profesionales capacitados.

¿Hay una edad para empezar a cuidarse la piel?

A partir de los 25 años empiezan a manifestarse los primeros signos en la piel (Europa Press)
A partir de los 25 años empiezan a manifestarse los primeros signos en la piel (Europa Press)

En opinión del médico dermatólogo de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) y director de Concepto Estético, Christian Sánchez Saizar (MN 97.895), “la mayoría de las personas buscan que su piel se vea luminosa, pareja, sin poros dilatados ni manchas, y para lograrlo no hay secretos milagrosos”. “Lo importante es comenzar con una visita al dermatólogo, sumar y adoptar rutinas de cuidado diario y preparar la piel para los diferentes cambios que vendrán con el correr de los años”, destacó ante la consulta de Infobae.

Y tras asegurar que “la clave es tener un plan a la medida de cada piel”, el dermatólogo enfatizó: “No hay un tratamiento para todas las pieles ni todas las edades; la consulta es esencial para establecer un diagnóstico. El objetivo puede ser mejorar la calidad de la piel, tratar manchas, combatir la flacidez y arrugas o tratar la pérdida de volumen por el paso de los años, por eso lo primero será partir de un buen diagnóstico y delinear un plan a medida”.

Con él coincidió la dermatocosmiatra Paulina Sayd (MN 35.689), para quien “no hay edades para empezar a cuidar la piel, hay pieles”. “Hay pieles con edades, entonces el diagnóstico y el planteo del tratamiento se hace con la piel que la persona trae a la consulta, no con la edad que dice su documento”, sostuvo la especialista, y remarcó: “No es lo mismo los 20 años de una persona que de otra. Por ejemplo, alguien que es profesor de educación física, y está todo el día al aire libre nunca tendrá -por más que tenga la misma edad- la piel de quien trabaja dentro en una oficina, o de alguien que cocina y está expuesto al calor del horno permanentemente”.

En este punto, la médica cirujana Cristina Sciales (MN 66.744) aportó que “se sabe que el envejecimiento se ve influenciado por factores genéticos, pero además los hábitos y estilo de vida son los que mayor impacto generan en la piel”. “Sin hábitos saludables, no hay tratamiento que pueda resultar suficiente o milagroso”, destacó, al tiempo que recomendó: “El ejercicio físico, la buena alimentación, el descanso y las rutinas saludables son la base de una piel sana, porque si bien el paso del tiempo es inevitable, los buenos hábitos son los que ayudan, junto con los tratamientos estéticos, a lograr los resultados deseados”.

Cuándo es momento de comenzar con tratamientos estéticos

Sayd: “Hoy en día existen múltiples opciones para que la persona pueda alejarse o no entrar nunca a un quirófano si no lo desea” (Getty)
Sayd: “Hoy en día existen múltiples opciones para que la persona pueda alejarse o no entrar nunca a un quirófano si no lo desea” (Getty)

“En la actualidad se evidencia un crecimiento exponencial de los tratamientos estéticos no invasivos”, comenzó a analizar en este punto el médico cirujano plástico Raúl Banegas, (MN 79300), miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (Sacper) y uno de los más destacados formadores de médicos en Latinoamérica. Para él, “a medida que más personas buscan estos procedimientos estéticos especializados, es clave que también busquen especialistas certificados”.

Y en línea con sus colegas, señaló que “no hay recetas universales, ni tratamientos mágicos; es esencial ponerse en manos de un especialista y escuchar su opinión”. “Es clave que el paciente cuente sus necesidades, cómo se siente, qué le molesta y confíe en el especialista -recomendó-. No deben llegar pidiendo un tratamiento que le funcionó a alguien más o con la foto de alguien a quien quieren asemejarse, sino más bien plantear aquello que molesta o no gusta tanto y se desea cambiar para que el profesional evalúe las mejores alternativas para buscar la armonía en el rostro”.

Para Sayd, más allá de los tratamientos, “cuando antes se empiece con un aprendizaje mejores serán los resultados a futuro”. “No hay nada mejor que enseñarle a la persona qué tipo de piel tiene, en qué estado se encuentra y educar desde la adolescencia acerca de los cuidados y de la importancia de que sean personalizados”, opinó, y sostuvo que “si hay acné, si bien el diagnóstico lo hace un médico dermatólogo, la parte médica artesanal del tratamiento se hace en el gabinete de dermatocosmiatría y poder trabajar esa piel en conjunto y lo antes posible es lo ideal”.

“El autoconocimiento y cuidado que adquieren quienes comienzan a tratar su piel desde chicos por, por ejemplo, acné, se mantiene hasta la edad adulta y las diferencias con quien empezó a ocuparse de su piel a más avanzada edad son notables”, reconoció la especialista, y sumó: “Si hay alguna patología, ya desde la adolescencia hay que empezar, pero incluso si se tiene una piel buena, a los 18, 19 o 20 años todos deberían aprender y hacer mínimamente una higiene de la piel y una renovación celular para poder darle capacidad de absorción a la rutina de cuidado diario”.

Una completa rutina de belleza es casi tan importante como el mejor tratamiento (Getty)
Una completa rutina de belleza es casi tan importante como el mejor tratamiento (Getty)

A su turno, Sciales aportó que “en general los tratamientos se recomiendan a partir de los 25 años, que es la edad en la que se empiezan a manifestar los primeros signos en la piel, tales como manchas, cicatrices de acné, envejecimiento prematuro por el sol, etc”. No obstante, según resaltó la especialista, “la hidratación y la fotoprotección solar son fundamentales y deben aplicarse a diario desde temprana edad, ya que es la mejor manera de prevenir los daños futuros que los agentes externos como el sol, entre otros, pueden provocar en la piel”.

“El uso de tratamientos cosméticos en forma de cremas, junto con el uso de fotoprotectores, mejora visiblemente la calidad de la piel sea cual sea la edad del paciente -agregó la cirujana-. Revierte los primeros signos de envejecimiento y es una clave en el cuidado diario cutáneo fundamental y complementario a cualquier tratamiento estético”.

Cuáles son los tratamientos y los activos ideales en cada etapa

Sánchez Saizar: “No hay un tratamiento para todas las pieles ni todas las edades; la consulta es esencial para establecer un diagnóstico" (Getty)
Sánchez Saizar: “No hay un tratamiento para todas las pieles ni todas las edades; la consulta es esencial para establecer un diagnóstico" (Getty)

- De los 20 a los 30

A partir de los 25 años, en función de los factores externos, así como el estilo de vida o el lugar en el que se viva, según Sciales, “la pérdida de colágeno y elastina comienza a ser notable”, por lo que recomendó “incluir en la rutina de cuidado cremas ricas en alantoína, ácido hialurónico y polisacáridos de origen vegetal, que imitan el factor natural de hidratación”.

“A los 30, sin duda, los tratamientos con vitamina C se vuelven imprescindibles -amplió la cirujana-. La razón de esto es la pérdida de luminosidad en la piel. A partir de esta edad la mayoría de las mujeres comienzan a observar falta de luz en la piel y cómo ésta va adquiriendo un tono apagado y fatigado. Esto se debe a que el paso del tiempo produce oxidación en la piel, por lo que añadir un sérum con vitamina C en la rutina es una buena opción; el ácido ascórbico repara y regenera las células gracias a su poder antioxidante, haciendo que la piel vuelva a verse saludable y joven”.

En opinión de Sánchez Saizar, “de los 20 a los 30 años, la consigna en los cuidados generales será mejorar calidad de la piel, y esto implica darle un color uniforme y buena hidratación”. “En esta etapa, las limpiezas de cutis, peelings, y tratamientos láser más bioestimuladores que nutren la piel en profundidad son grandes aliados”, aconsejó.

Para Banegas, “en esta etapa, las mujeres muchas veces comienzan a prevenir la aparición de arrugas con toxina botulínica en dosis reducidas y espaciadas”. “Eligen tratamientos para mejorar la calidad de piel, y en la actualidad muchas buscan realzar sus labios”, destacó.

La aplicación de toxina botulínica ocupa el 50% del total de los tratamientos no invasivos (Getty)
La aplicación de toxina botulínica ocupa el 50% del total de los tratamientos no invasivos (Getty)

- A los 40

A esta edad, “la limpieza facial y la hidratación son innegociables”, según Sciales. Pero reconoció que se suma un “problema”: las arrugas y las manchas de la piel. “Contra esto, el retinol es el aliado perfecto; un activo que aplicado de forma tópica consigue atenuar los signos del envejecimiento -explicó-. El retinol beneficia el proceso de renovación celular, por lo que la piel muerta se elimina y florecen capas de piel nuevas más luminosas. Este activo también regula el proceso de queratinización para suavizar la tez”.

“Con el paso de los años, a medida que la actividad hormonal disminuye, se ralentizan los procesos básicos para muchos de los órganos del cuerpo, entre ellos la piel, la cual reduce la producción de tejido conectivo -ahondó la cirujana-. Esto quiere decir que después de la menopausia disminuyen las sustancias que confieren a la piel su estructura densa y su textura lisa. Entre estas se destacan el ácido hialurónico, el colágeno y la elastina. Como resultado vemos pérdida de tono, arrugas y manchas faciales y corporales”.

En la mirada de Sánchez Saizar, “para tratar esta flacidez son clave la combinación de fillers de ácido hialurónico, tanto para embellecer como para tratar, y también la bioestimulación para hidratar en profundidad”. Y agregó: “Sin duda uno de los grandes aliados cuando hay arrugas de expresión es la toxina botulínica”.

“A partir de los 40 es clave una buena evaluación para delinear un plan de tratamientos y devolver al rostro la armonía perdida”, detalló Banegas. Y precisó: “Muchas veces el rostro pierde el contorno, y es necesario tratar el tercio inferior para enmarcarlo, pero, de nuevo, siempre la clave será consultar, tener un diagnóstico e ir de menos a más”.

En este punto, el experto agregó: “Los fillers no sólo son sinónimo de rejuvenecimiento sino que son aliados clave en el embellecimiento. Sus aplicaciones son múltiples; se utilizan para atenuar arrugas, reponer volúmenes perdidos, reestructurar contornos faciales y mejorar la calidad de la piel hidratándola en profundidad”.

Banegas: “Entre los 20 y los 30, las mujeres eligen tratamientos para mejorar la calidad de piel, y en la actualidad muchas buscan realzar sus labios” (Getty)
Banegas: “Entre los 20 y los 30, las mujeres eligen tratamientos para mejorar la calidad de piel, y en la actualidad muchas buscan realzar sus labios” (Getty)

- A los 50

Según explicó Sciales, “a partir de los 50 años, la piel pierde firmeza, volviéndose más fina y flácida. La disminución de la regeneración celular acentúa las bolsas y ojeras. Y esta pérdida de firmeza hace que se desdibuje el óvalo facial dando apariencia de cansancio en el rostro”.

“Entonces, para atenuar el paso del tiempo y combatir las problemáticas presentadas por la piel madura durante esta etapa necesitamos una rutina específica que se focalice en las necesidades de las mujeres de pieles maduras, que buscan mejorar el aspecto de su piel y recobrar la naturalidad”, destacó, y recomendó: “Por los cambios hormonales que provoca la menopausia, a esta edad la piel del rostro se vuelve más fina y frágil, tiende a estar más reseca y tirante, y, además, aparecen arrugas profundas, flacidez, manchas y pérdida de luminosidad. Por eso, es importante en este tiempo adaptar la rutina de belleza a la nueva etapa de la piel”.

Los pasos que no pueden faltar son siempre los mismos: “La hidratación con cremas que ayuden a evitar la pérdida de agua y mantengan la naturalidad de la piel durante horas. La exfoliación es esencial porque la renovación celular natural se vuelve cada vez más lenta con la edad. Con el uso de estos productos químicos estimulamos la piel, tratamos arrugas, manchas y otros signos de la edad. Es fundamental no pasar por alto la limpieza facial día y noche, muy importante en las pieles maduras, para que puedan conservar su luminosidad. Y, por último, la protección solar, para evitar las manchas y otros efectos negativos de los rayos UV como la pérdida de colágeno y elastina”.

Un plan integral de cuidado de la piel debe incluir una alimentación saludable, ejercicio físico, buen descanso y manejo del estrés (Getty)
Un plan integral de cuidado de la piel debe incluir una alimentación saludable, ejercicio físico, buen descanso y manejo del estrés (Getty)

Respecto a los tratamientos, sobre el final, Sayd enfatizó que “hoy en día existen múltiples opciones para que la persona pueda alejarse o no entrar nunca a un quirófano si no lo desea”.

“Atrás quedaron los rostros artificiales que en otras épocas se solían relacionar con la medicina estética -observó Banegas-. En la nueva era, tanto los laboratorios como los médicos especialistas estamos comprometidos en lograr un resultado natural. Y lo logramos a través de un trato altamente personalizado para entender cuáles son las necesidades y objetivos de cada paciente”.

Y tras asegurar que “hoy ya no hay un canon de belleza, sino que cada persona es única y eso es lo que se trata de destacar a través de los tratamientos estéticos”, el cirujano concluyó: “Hoy se busca la naturalidad y defender la diversidad; destacar en cada persona aquellos rasgos que la hacen única”.

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