F.O.D.A. es el acrónimo de Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas. En algunos países se la conoce como D.A.F.O., y se trata de una herramienta estratégica que ayuda a analizar a cada persona su situación actual, identificar sus fortalezas y debilidades, aprovechar oportunidades y afrontar las amenazas en su camino hacia el logro de sus objetivos profesionales.
Considerado como el diagrama empresarial más popular del mundo por su sencillez y aplicabilidad, esta matriz fue creada en la década de 1960 por Albert Humphrey, un consultor administrativo del Instituto de Investigación de Stanford, Estados Unidos. En inglés la sigla es S.W.O.T. (de los términos Strengths, Weaknesses, Opportunities, Threats.)
En ese entonces, las empresas Fortune 500 buscaban un enfoque más efectivo para la planificación corporativa a largo plazo. Humphrey y su equipo propusieron el modelo F.O.D.A. como una forma de introducir responsabilidad y objetividad en el proceso de planificación, y desde entonces ha ganado gran popularidad.
El análisis se centró en criterios clave como productos, procesos, clientes, distribución, finanzas y administración, proporcionando un marco integral para evaluar los factores internos y externos que afectan a una organización. A medida que las empresas y los profesionales buscaban un enfoque más estructurado y estratégico para el desarrollo y la toma de decisiones, el F.O.D.A. se convirtió en una herramienta invaluable.
Cómo se hace un F.O.D.A. de una carrera profesional
Si bien su origen es de aplicación empresarial, cualquier persona que quiera identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas puede aplicar el diagrama F.O.D.A. De hecho, es muy utilizado en desarrollo personal, profesional, emprendedurismo y para los recursos humanos por su sencillez y claridad.
Por la experiencia de décadas guiando equipos de líderes, he detectado que, al introducir esta metodología en el desarrollo de la carrera personal, las personas no tienen mayor dificultad en detectar sus Fortalezas y Oportunidades, aunque se suelen bloquear en las Debilidades y Amenazas.
De alguna forma, este comportamiento permite inferir que para algunos les resulta grato identificar lo bueno y el potencial que tienen, y no estarían tan abiertos a confrontar sus partes débiles, de mejora y del entorno que los pueda intimidar o desafiar.
A modo de ejemplos generales, la siguiente es una lista de algunas Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas para hacer un esquema propio, y así, detectar de qué forma potenciar nuestro perfil profesional.
Fortalezas:
1. Fuertes habilidades de comunicación verbal.
2. Excelente capacidad de liderazgo.
3. Experto en el manejo de software y tecnología de x características.
4. Amplia experiencia en la industria.
5. Capacidad para trabajar de manera efectiva en equipo.
6. Habilidades sólidas de resolución de problemas.
7. Fuerte ética laboral y compromiso.
8. Creatividad y pensamiento innovador.
9. Habilidades analíticas avanzadas.
10. Capacidad para establecer y mantener relaciones profesionales.
11. Óptima destreza en organización y gestión del tiempo.
12. Conocimiento profundo de un campo o área específica.
13. Flexibilidad y adaptabilidad al cambio.
14. Capacidad para tomar decisiones informadas.
15. Orientación al logro de metas.
16. Alto nivel de autodisciplina y automotivación.
17. Capacidad para trabajar bajo presión.
18. Fuertes habilidades de negociación.
19. Fuerte ética de trabajo y dedicación.
20. Excelentes habilidades de presentación.
21. Tengo una amplia red de contactos profesionales.
22. Capacidad para aprender rápidamente nuevas habilidades.
23. Domino varios idiomas en forma oral y escrita.
24. Conocimiento profundo de las tendencias del mercado.
25. Poseo habilidades de gestión de proyectos eficientes.
Oportunidades:
1. Acceder a programas de desarrollo profesional y capacitación en su campo.
2. Abrirme a nuevas posiciones en el campo laboral.
3. Asociarme con profesionales influyentes en la industria.
4. Participar en conferencias y eventos relevantes.
5. Formar parte de programas de mentoría y tutoría.
6. Aplicar mi experiencia en cambios que crean demanda en ciertas áreas.
7. Soy flexible a los cambios tecnológicos que generan nuevas oportunidades laborales.
8. Sé cómo expandir la industria en mercados internacionales.
9. Postularme a programas de financiamiento para el desarrollo de habilidades.
10. Participar en proyectos desafiantes y de alto perfil.
11. Aumentar mi consciencia sobre la importancia del desarrollo profesional.
12. Cambios regulatorios que abren nuevas áreas de especialización.
13. Hay una demanda creciente de mis habilidades específicas en el mercado.
14. Networking, redes de contactos profesionales que amplían mi panorama laboral.
15. Participar de la apertura de nuevos mercados y segmentos de clientes.
16. Aprovechar los cambios en las tendencias de consumo que favorecen ciertas habilidades que poseo y/o puedo adquirir.
17. Colaborar con organizaciones benéficas y sin fines de lucro.
18. Insertarme en programas de intercambio y movilidad internacional.
19. Aprovechar la educación en línea y oportunidades de aprendizaje a distancia.
20. Adaptarme a los cambios en la legislación que brindan oportunidades en áreas específicas.
21. Hay más demanda de habilidades sostenibles y responsabilidad social.
22. Participar en programas de apoyo para emprendedores y startups.
23. Aprovechar el crecimiento económico en ciertos sectores de la industria.
24. Forjar asociaciones con instituciones académicas y de investigación.
25. Prestar más atención a las tendencias en la industria que generan oportunidades de crecimiento.
Debilidades:
1. Falta de experiencia en una habilidad específica requerida en el campo.
2. Baja confianza en la toma de decisiones difíciles.
3. Limitado dominio de idiomas extranjeros.
4. Falta de habilidades de presentación efectiva y hablar en público/oratoria.
5. Dificultad para adaptarme a cambios rápidos en el entorno laboral.
6. Baja capacidad para manejar conflictos o situaciones difíciles.
7. Escaso conocimiento de herramientas tecnológicas relevantes.
8. Falta de habilidades de networking y establecimiento de contactos.
9. Limitada capacidad para trabajar en equipo o colaborar eficientemente.
10. Carencia de una sólida red de contactos profesionales.
11. No he desarrollado mi marca personal. Escasa visibilidad en la industria y falta de reconocimiento profesional.
12. Baja tolerancia al estrés y presión laboral.
13. Falta de habilidades en la gestión del tiempo y organización personal.
14. Baja capacidad para establecer relaciones que perduren en el tiempo.
15. No disponer de recomendaciones de personas clave de mi sector.
16. Carencia de experiencia en la resolución de problemas complejos.
17. Limitado conocimiento de las últimas tendencias y avances en la industria.
18. Carencia de habilidades de liderazgo y supervisión de equipos.
19. Baja capacidad para tomar la iniciativa y ser proactivo.
20. Creencias de que a mi edad nadie me dará mejores oportunidades. Falta de autoconfianza.
21. Escasa orientación hacia el aprendizaje continuo.
22. Dificultad para manejar críticas y recibir retroalimentación constructiva.
23. Carencia de habilidades de negociación y persuasión.
24. Baja capacidad para manejar múltiples tareas y prioridades simultáneas.
25. Dificultad para adaptarme a un entorno laboral multicultural o diverso.
Amenazas:
1. Competencia intensa en el campo laboral. Creo que están más calificados que yo.
2. Cambios tecnológicos que pueden volver obsoletas ciertas habilidades.
3. Fluctuaciones económicas y recesiones que afectan la estabilidad laboral.
4. Cambios en las políticas gubernamentales o regulaciones restrictivas para ciertas profesiones.
5. Mercado laboral saturado en el área de especialización.
6. Fusiones o adquisiciones que pueden resultar en despidos o reestructuraciones.
7. Interrupciones o cambios drásticos en la industria que afectan el empleo.
8. Cambios demográficos que afectan la demanda laboral.
9. Crisis económicas y reducción de inversiones en el sector.
10. Cambios en las preferencias de contratación de los empleadores.
11. Limitaciones geográficas que dificultan la búsqueda de oportunidades laborales.
12. Falta de acceso a programas de desarrollo profesional y capacitación.
13. Evolución de los requisitos de certificación o licencia en mi área.
14. Discriminación o prejuicios laborales basados en género, raza u otros factores.
15. Presión para la externalización de empleos o deslocalización.
16. Avances tecnológicos rápidos que requieren una actualización constante de habilidades.
17. Falta de conexiones en la industria y redes profesionales.
18. Disparidades económicas y desigualdad de ingresos que afectan mi crecimiento profesional.
19. Gente que se sabe ‘vender’ mejor que yo.
20. Disponibilidad limitada de financiamiento o becas para educación adicional.
21. Alto costo de vida en ubicaciones laborales deseadas.
22. Cambios legales o regulatorios que afectan la profesión.
23. Escasa seguridad laboral debido a contratos o puestos temporales.
24. Riesgos para la salud o la seguridad asociados con ciertas ocupaciones.
25. Cambios rápidos en la industria que requieren una adaptación y aprendizaje constantes.
5 tips para que nuestra F.O.D.A. sea realista, potente y nos motive a actuar
En los 100 ejemplos anteriores habrás podido observar cómo las áreas de Fortalezas y Oportunidades tienen un tono positivo e inspirador, en tanto que las de Debilidades y Amenazas son retadores y desafiantes.
Para un buen diagnóstico F.O.D.A. se necesita esa contundencia y claridad, con el objetivo de la tomar consciencia y poner en marcha acciones de mejora. Porque de nada servirá tener un buen diagnóstico, si luego no se diseña una estrategia con tácticas de implementación.
Haciendo un plan de acción
La sugerencia profesional es detectar al menos 5 aspectos a mejorar de cada ámbito, incluso potenciando aún más lo que ya nos sale muy bien, y escribir 3 acciones específicas en cada uno de esos aspectos.
Luego, volcarlo en un plan de tres meses, y se verá cómo, con esos 20 aspectos que se irán mejorando paso a paso, nuestra F.O.D.A. se escalará al siguiente nivel profesional, porque se estarán encarando acciones pequeñas, continuadas y disciplinadas, que llevarán a un resultado superador en muy corto plazo.
Para terminar, estos son 5 consejos para que este ejercicio de desarrollo profesional resulte valioso, útil y, sobre todo, práctico para que nuestra carrera se mueva en el sentido positivo que le queramos dar:
1) Reflexión y honestidad brutal: Tomase el tiempo necesario para reflexionar sobre cada aspecto del F.O.D.A. de manera realista, honesta y sin anestesia. Cuanto más sensatez y objetividad se le ponga a la autoevaluación, más efectivo resultará el análisis. Hay que evitar caer en el efecto Dunning-Kruger, el sesgo cognitivo por el cual las personas con baja habilidad en una tarea sobrestiman su habilidad. Y los que son excelentes, se subestiman.
2) Considerar diferentes perspectivas: No limitarse a nuestra propia percepción. Buscar retroalimentación de colegas, mentores y personas de confianza que nos conozcan bien. Esto ayuda a obtener una visión más completa y objetiva de nuestra situación y potencial.
3) Contextualizar las fortalezas y debilidades: No todas las fortalezas y debilidades son igualmente relevantes en todas las situaciones. Examinemos cómo se relacionan nuestras habilidades y limitaciones con nuestos objetivos y el entorno laboral en el que nos desenvolvemos. Priorizar aquellas fortalezas que son más valiosas para nuestro desarrollo profesional y abordar primero las debilidades más críticas para nuestro crecimiento.
4) Ser concreto en las oportunidades y amenazas: Al identificar oportunidades y amenazas, evitar generalizaciones del estilo “siempre busco ser la mejor versión de mí mismo”: eso no es nada específico. Hay que ir a lo tangible, medible y bien concreto al señalar las oportunidades que podrían ser beneficiosas y las amenazas que podrían obstaculizar nuestro progreso.
5) No intentar sacarnos el tema de encima: Muchas personas no se animan a confrontarse con quien verdaderamente son como profesionales y se mienten a sí mismas. Pretenden hacer un F.O.D.A. en 20 minutos, se cuentan el cuento mental de “¡No se me ocurre nada!”, o “Es que no tengo debilidades”, y abandonan luego de escribir dos o tres cosas sueltas. No se comprometen. Sugiero dedicar un buen tiempo a hacer el F.O.D.A. a consciencia, si es que realmente deseamos mejorar. Y esa es una elección de cada uno.
De nuestro compromiso y responsabilidad total, dependerá el resultado que vamos a obtener encarando las mejoras que hagan falta.
*Daniel Colombo: Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell.
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