La emergencia sanitaria del Covid-19 llevó el abandono a muchos espacios públicos de América Latina. Los intentos por recuperarlos y volver a hacerlos habitables han originado políticas gubernamentales para realizar acciones, junto con activistas y la población en general, enfocadas a conformar un diseño de entornos urbanos más sostenibles e inclusivos.
En Perú, por ejemplo, el colectivo Ocupa Tu Calle se creó como resultado de las iniciativas de urbanismo táctico, una iniciativa impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este caso se buscó generar espacios públicos con ayuda de los ciudadanos, ya que son quienes conocen las necesidades de su comunidad, como argumentó ONU Habitat.
En el proceso, según la información del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se espera además mejorar la eficiencia de las inversiones económicas en urbanismo táctico. En principio tendrían que enfocarse más en los beneficios directos de cada población según sus necesidades. También se apuntaría a aprovecharlas en un periodo corto en las regiones de escasos recursos.
Las estrategias del urbanismo táctico
El urbanismo táctico se refiere a las intervenciones para realizar cambios temporales en la trama de las ciudades, con impactos positivos a corto plazo. La comunidad se involucra en los pasos a dar para conformar nuevos diseños y para tomar decisiones.
Dentro de esta alternativa se implementan diversas estrategias. Una de ellas es la creación de espacios peatonales. Esta transformación implica cerrar temporalmente calles o avenidas al tráfico vehicular para convertirlas en espacios exclusivos para peatones. Los lugares suelen estar equipados con mobiliario urbano, zonas de descanso, áreas verdes y actividades culturales, lo que fomenta la interacción social y promueve un estilo de vida más saludable.
Otra medida es la construcción de carriles exclusivos para bicicletas, que busca fomentar la movilidad sostenible y reducir la dependencia de los vehículos dependientes de combustibles fósiles. Una de las ventajas observadas de estas vías para ciclistas es la reducción del tráfico y de las emisiones de carbono.
Además, el urbanismo táctico incluye la transformación de baldíos o estacionamientos vacíos para convertirlo en parques, jardines comunitarios o áreas de juego. Esta estrategia también tiene como objetivo contribuir al cuidado de la salud mental y física de los ciudadanos.
El urbanismo táctico en algunos países de la región
Varios países de América Latina han implementado proyectos de urbanismo táctico. En Colombia, la ciudad de Medellín ha llevado a cabo intervenciones de este tipo con la creación de espacios peatonales y el mejoramiento de los espacios públicos en barrios vulnerables. Estas iniciativas han contribuido a la transformación de la ciudad en un ámbito más inclusivo.
Ecuador también ha adoptado el urbanismo táctico como una herramienta para revitalizar sus ciudades. Quito ha construido carriles exclusivos para bicicletas y transformó áreas de estacionamiento en parques temporales. Con los cambios se mejora la calidad del aire y la salud de los habitantes, según la información de la ONU.
En Panamá se han llevado a cabo proyectos de urbanismo táctico en el casco antiguo de la ciudad. Los resultados permitieron el acceso peatonal a las calles y la creación de plazas públicas . El resultado de estas iniciativas, consecuencia del proyecto de la ONU, ha sido la promoción del turismo local.
En el caso de Lima, Perú, se han creado plazas peatonales y espacios públicos temporales en áreas con una población densa. Estas intervenciones han fomentado la cohesión social y brindado a los residentes zonas de recreación y esparcimiento.
La República Dominicana y Trinidad y Tobago también se han sumado a la tendencia del urbanismo táctico. En ambos países el objetivo fue la movilidad urbana y promoción del uso de medios de transporte sostenibles. Estas iniciativas han tenido un impacto significativo en la calidad de vida de los habitantes y en la reducción de la contaminación ambiental.
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