Bares escondidos y restaurantes temáticos: 13 opciones originales para celebrar el Día del Padre

El domingo 18 de junio es el Día del Padre, una fecha que, en Argentina, es una de las más importantes del calendario de reuniones familiares. Una de las historias sobre el origen de esta celebración se remonta a comienzos del siglo XX, cuando Sonora Smart Dodd, la hija de un veterano de la guerra civil estadounidense, quiso homenajear a su papá por haber criado él solo a sus seis hijos con amor y dedicación tras haber enviudado. Si bien luego la fecha cambió varias veces, lo cierto es que las ganas de celebrar se mantienen como tradición cada año.

El Día del Padre es el motivo perfecto para pensar en actividades y propuestas distintas a las habituales. Compartir un almuerzo o cena en familia, siempre es motivo de festejo en este día, pero qué mejor que sorprenderlos con un plan lejos de lo convencional y abrir la curiosidad hacia horizontes fuera de lo habitual.

Aquí, una breve guía de lugares temáticos y escondidos para visitar con papá y adentrarse en contextos desconocidos o, incluso, vintage, logrando rememorar la infancia de nuestros padres y acompañarlos en un viaje temporal.

Rodeado de pinturas silvestres y de luces tenues, Selvática es el lugar ideal para que padres e hijos se deleiten con los sabores de la exótica cocina asiática sin dejar de lado los mejores ingredientes latinos. La intención de sus creadores es que los comensales recuerden para siempre los platos y los toques distintivos de los chefs.

Con sedes en el Alcorta Shopping en la Ciudad de Buenos Aires y en Pilar, Selvática ofrece una amplia gama de opciones gastronómicas, entre las que se destacan el sushi negro, pionero en su tipo en el país; el pulpo español con langostinos ecuatorianos, chipirones en salsa de ajíes y punzu picante; el ceviche yuzu, que amalgama salmón rosado, pepino, mango, quinoa y salsa yuzu; o el bautizado como “Rock Shrimps”, con langostinos ecuatorianos crocantes, bañados en emulsión de maracuyá e hilos de camote crocante.

En diálogo con Infobae, uno de los creadores de Selvática repasó la filosofía del lugar: “Múltiples explicaciones que le dan origen al nombre Selvática, porque más que una marca, nuestro desafío fue crear un concepto. Una de esas explicaciones tiene que ver, precisamente, en ser una selva en medio de la ‘jungla urbana’: un oasis en medio de la ciudad donde uno se encierra en un microclima a vivir sensaciones que van desde lo visual a lo gustativo, de lo sensorial a lo auditivo, atravesado por una experiencia culinaria holística”.

Los cócteles, por supuesto, están a la altura de la propuesta: se destacan, entre otros, la caipirinha con vodka, limas maceradas en azúcar, mango y maracuyá; y el cóctel Manhattan, compuesto por Bulleit Bourbon, Martini Rosso y Bitter Angostura.

Los platos de Selvática buscan ser un viaje hacia ideas y aromas inolvidables. Aquí, la música es baja y las velas ambientan el lugar junto a las hojas, que envuelven las paredes mientras dos papagayos dan color y notas de optimismo. La vajilla de cerámica rústica de Selvática se puede apreciar en la oscuridad y remite, indefectiblemente, a la idea madre del lugar: la selva.

En Selvática, nada está pensado al azar. “Queremos darle una vuelta a lo natural y orígenes de los alimentos, explorando ingredientes, especias y condimentos propios de regiones de amplia vegetación, y siendo estricto en la calidad y trazabilidad de los productos que todos los días recibe”, dice Jaime Flores Saboya, el chef peruano responsable de la barra de sushi, quien mantiene el perfil bajo y crea los mejores Ceviches, Rolls y Tiraditos de Buenos Aires.

En su sede de Pilar, Selvática se ofrece como algo más que un lugar para comer, entre otras cosas, porque la sensación de estar en un shopping -Palmas del Pilar, en este caso- parece olvidarse por un buen rato en un microclima inmersivo. La selva irrumpe como concepto en el entorno y le da a la experiencia un dejo de nostalgia: al salir de allí, solo se puede pensar en regresar.

¿En dónde? Jerónimo Salguero 3172, Palermo; y Las Magnolias 754, Pilar.

Se trata de un bar oculto en pleno Palermo que se destaca por su coctelería de autor y, sobre todo, por su ambientación. Está inspirado en la mítica prisión de Alcatraz, en la bahía de San Francisco, e invita a una experiencia distinta. ¿Cómo? Viajando en el tiempo a los oscuros años de este lugar de encierro, que supo albergar a los más grandes y peligrosos criminales de la mafia del contrabando en Estados Unidos durante la Ley Seca.

Martín Brenna fue uno de los fundadores de The Hole y se dedica hace más de 10 años a desarrollar proyectos en el mundo de la gastronomía y el entretenimiento. En The Hole, los asistentes deben ubicar el lugar por una puerta negra que podría ser el ingreso a cualquier otro rincón del barrio porteño. Tras atravesar un oscuro pasillo, un guardia da la bienvenida a la prisión, en donde se pueden disfrutar cócteles de autor en un entorno de celdas y guardias.

¿En dónde? Armenia 1743, Palermo.

Lo de Jesús es un restaurante especializado en carnes que se encuentra ubicado en la mítica esquina de Gurruchaga y Cabrera desde 1953, cuando era un almacén de ramos generales y su dueño, Jesús, tenía una barra donde servía vermut y cortaba jamón crudo para sus clientes.

“Nuestras carnes las asamos a las brasas, para esto utilizamos una mezcla de carbón vegetal, quebracho blanco y espinillo. Todos nuestros cortes provienen de raza Hereford o Angus. Son animales alimentados a pastura natural y de 450 kilos promedio del animal en pie”, explicó Juan Pablo Caorsi, uno de sus propietarios.

Con respecto a las carnes, hoy tienen un centro de producción, con cámaras frigoríficas propias, en las que se maduran los cortes, haciendo un diferencial absoluto en el producto final. Entre las propuestas, se destacan el bife de chorizo de 400 gramos, madurado en 21 días y hecho a la parrilla con quebracho colorado y blanco; y el sándwich de chorizo, rúcula y tomates secos, entre otros.

¿En dónde? Gurruchaga 1406, Palermo.

El bar rinde tributo a la cultura tiki y está dirigido por Ludovico De Biaggi, un joven talento de la coctelería porteña. Aquí, padre e hijos pueden encontrar platos exóticos, música y una ambientación hawaiana inconfundible. El lugar está ubicado en el punto de unión entre Palermo y Villa Crespo.

La cultura tiki, que refiere a grandes estatuas sagradas con forma humana, surgió en las islas de la Polinesia y se expandió por el Pacífico hacia Nueva Zelanda, Hawái y Estados Unidos. La coctelería tiki tiene una identidad propia y destacada. ¿Por qué? Porque revalorizó el ron, que era considerado una bebida sin encanto y lo combinó con almíbares saborizados, jugos de fruta fresca y especias. Lo dulce, lo colorido, lo exótico y los tragos que literalmente se prenden fuego son sellos famosos de esta tradición.

La carta de bebidas se completa con una buena selección de vinos y cervezas, mientras que la propuesta gastronómica sorprende porque incluye especialidades de la cocina hawaiana con toques asiáticos e internacionales, elaboradas por una cocina de calidad: flor de cebolla, alitas hawaianas, pechito de cerdo laqueado, entre otras.

¿En dónde? Aráoz 1019, Villa Crespo

Se trata de un lugar distintivo para agasajar a papá en su día, principalmente para los amantes del buen vino. La Malbequería es la primera vinoteca especializada en esta cepa, haciendo un recorrido federal con distintas etiquetas. Además, cuenta con una galería de catas, salones con balcones y un increíble espacio calefaccionado afuera, con un rincón de un jardín interno frondoso y colorido.

La Malbequería reúne a todas las zonas productoras de la cepa insignia de Argentina, y junto al resto de las cepas, ofrece más de 400 etiquetas en cava a precio de vinoteca para el restaurante. Además de brindar una carta constantemente actualizada y sugerir maridajes perfectos para cada comensal, las catas y degustaciones abundan, proponiendo espacios cuidados y lúdicos para descubrir y compartir el vino.

“En el ala de la cocina hace más de un año que nos acompaña Darío Gualtieri, aportando toda su experiencia en cada paso que damos. Nuestro público viene sin dudas por todas las etiquetas que tenemos de buenos vinos, pero también por el bife de chorizo o el ojo de bife, por el asado y nuestra increíble entraña”, contó el Juan Pablo Caorsi, dueño de este espacio.

¿En dónde? Gurruchaga 1418, Palermo.

Desde 1998, “El Danzón” marca la escena gastronómica porteña, ya que fue uno de los primeros wine bar de Argentina que ofreció una gran variedad de vinos por copa y revolucionó la coctelería con calidad, creatividad y una barra tan original como inolvidable. El lugar está ubicado en Recoleta, en un primer piso, al que se accede a través de una escalera enigmática y suavemente perfumada. Su barra de 12 metros fue construida especialmente con bloques de cemento que tienen fibra óptica en su interior y proyectan destellos de luz.

La cocina está a cargo del chef Aldo Benegas hace más de 15 años. Se pueden encontrar desde el tartín en pan de campo y los spring rolls hasta platos más sofisticados como el patro brulée, el cordero en dos cocciones o un risotto de estación. También hay carta de sushi, conformando una propuesta variada para el día del padre. La visita a Gran Bar Danzón con papá puede ser para tomar un cóctel de autor o una cerveza sentado en la barra iluminada mientras los paladares se deleitan con los sabores logrados por Benegas.

¿En dónde? Libertad 1161, Recoleta.

Bar el Destello es el lugar ideal para transportarse por unos momentos a los años 80 y 90, cuando transcurrieron las infancias de muchos padres. Al ingresar aquí, impactan las luces de neón del techo con una nave de Space Invaders, el extraterrestre ET tamaño real y la colección de videojuegos arcade clásicos aquellos tiempos, como por ejemplo el Tetris, Wonderboy, Pacman, Street Fighter II, Mortal Kombat y.

El Destello posee una carta variada de platos que va desde hamburguesas y sándwiches de Pastrami hasta opciones vegatarianas como curry de berenjena y coliflor chaat masala. Para beber hay cerveza, vermut de la casa, sidra y una extensa carta de tragos de autor. Las fichas para jugar van de regalo con las bebidas. El espacio es solo para mayores de 18 años.

¿En dónde? Gascón 1460, Palermo

Este es un espacio que combina obras de Sebastián Páez Vilaró y de su padre, el pintor y ceramista Carlos Páez Vilaró, dos artistas de renombre a nivel mundial que le dieron al Rey de Copas una ambientación e identidad arquitectónicas que son más que atractivas para pasar el día del padre.

Si bien desde sus inicios la veta artística fue fundamental, también lo fue la gastronomía, particularmente por la inclinación a la coctelería y a los sabores exóticos que completan la experiencia.

En la carta de tragos resaltan los mocktails, especialmente el que viene acompañado de jugo de manzana y de limón, almíbar de canela y jengibre. A su vez, los platos pueden ser para picar y compartir, como por ejemplo las brochetas de langostinos al ajillo y la tabla de quesos con queso azul, provolone, pategrás, aceitunas y frutos secos.

¿En dónde? Gorriti 5176, Palermo.

Desarmadero Bar es un icónico bar cervecero de Palermo que está ambientado, tal como indica su nombre, con desechos y sobras de los clásicos de desarmaderos de autos y repuestos. Para esta jornada, habrá dos combos para sorprender a papá.

En primer lugar, para los fanáticos de la cerveza artesanal, serán cinco latas de Pilsen Desarmadero -de elaboración propia- más un vaso de colección con una ilustración de la marca. En tanto, para los que prefieren el vino, se ofrece una tabla de campo con jamón crudo, salame, lomito ahumado, queso brie, queso azul y pategrás acompañado de rodajas de pan de campo, y una botella de vino Malbec.

¿En dónde? Gorriti 4300 y Gorriti 4295, Palermo.

En el corazón de San Telmo, Vina invita a degustar vinos de distintas regiones del país de manera descontracturada y divertida. En el Día del Padre, su propuesta es compartir un menú con platos especiales. Esta alternativa se compone de un aperitivo de bienvenida, una entrada, un plato principal y postre, con agua y una botella de vino. Sin duda, se trata de una cena perfecta para los papás amantes del vino, que puede ser acompañado con el pan con manteca de ajo, la picada campera de salame, queso gruyere y aceitunas o bien el vacío en cocción lenta con vegetales asados y mayonesa de morrones.

Vina es un bar amplio pero acogedor en el que se puede disfrutar, también, de las mesas a la calle, que dan al icónico boulevard que forma la avenida Caseros en esta parte del barrio.

¿En dónde? Avenida Caseros 474, San Telmo

Para festejar este día con una inigualable vista, el restaurante Tribu, ubicado en la costanera de San Isidro, recibirá a los padres para vivir un momento especial en su sofisticado espacio. Este entorno está rodeado de naturaleza y cuenta con una visión panorámica al Río de La Plata

Para el domingo 18 de junio, en Tribu habrá un menú especial: bife de chorizo a la crema de mollejas y bacon, con compota de espinacas y escamas de parmesano. Además, se podrán elegir otras especialidades de la propuesta habitual, que destaca por las tapas caseras con toques gourmet, carnes a la parrilla, pastas de elaboración propia y preparaciones al horno de barro. Para acompañar, se proponen cócteles clásicos y de autor, vinos y bebidas sin alcohol.

¿En dónde? Juan Díaz de Solís 2794, Martínez.

El Purgatorio fue uno de los primeros bares escondidos de Buenos Aires, al que solo se puede acceder con una membresía especial para la cual hay que llenar un formulario de siete preguntas. Para el Día del Padre, un lugar 100% exclusivo es una opción ideal. “Acá encontrarás una experiencia adentro de otra: desde la carta de coctelería que la elige tu destino por medio del tarot, hasta la cocina en la que fusionamos a Perú y Japón”, le explicó a Infobae Gastón Abramoff, uno de los creadores del lugar.

En línea con su nombre, en El Purgatorio predominan los vasos y la decoración cadavéricas, aunque hay variantes. “Tenemos detalles de calidad. Todas las vajillas vienen de Europa, Singapur y Estados Unidos. En el proceso de los tragos, una tarotista te lee el destino y te asigna el trago. Los sabores están alineados ahí también y te vas metiendo en una historia inmersiva”, dijo Abramoff. En este lugar las propuestas son de lo más eclécticas, pasando desde la piña de mar con langostinos a los cuatro quesos y chudney de mango a un postre de chocolate relleno de pasta de banana con nueces, pistacho y un colchón de espuma de dulce de leche.

¿En dónde? La ubicación es incógnita. Para acceder al lugar, hay que avanzar con la membresía.

Boticario se inspira en los anaqueles de las farmacias antiguas de Buenos Aires, con la impronta del personaje ficticio Salvador Cortéz, un aventurero al que la medicina y la naturaleza lo inspiraron a viajar por el mundo. Cortéz era una persona amable, carismática y apasionado por su trabajo. Nunca paraba de buscar nuevas recetas y buscar la manera para curar dolencias. Siempre estaba planeando su próximo viaje.

Hoy en día, Boticario es un bar experimental en el que se trabajan diferentes procesos y técnicas que pueden deleitar los paladares de la familia en esta jornada especial para los padres. Se trata de un lugar especializado en bebidas maceradas. Aquí, cambian el menú cada tres meses, con lo cual, para este día, puede ser una opción interesante para probar recetas distintivas como el Mousse de chocolate con marquise y escamas de sal marina, o el cóctel Turquía, que lleva una base de coñac y tiene un perfil especiado y frutado.

¿En dónde? Honduras 5207, Palermo.

Seguir leyendo: