La resiliencia en las organizaciones: 10 pautas para sobrevivir a las adversidades

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha enfrentado situaciones difíciles y ha encontrado formas de adaptarse, evolucionar y seguir adelante. ¿Qué pueden hacer los grupos de trabajo para ser más resilientes?

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La resiliencia es la capacidad de recuperación y determinación frente a las adversidades (Getty Images)
La resiliencia es la capacidad de recuperación y determinación frente a las adversidades (Getty Images)

La resiliencia ha sido un factor clave para la supervivencia y el progreso de nuestra especie. Los ejemplos abundan a lo largo de la historia: desde las comunidades que se han levantado tras desastres naturales devastadores hasta los individuos que han logrado recuperarse de traumas profundos y reconstruir sus vidas. Pero la resiliencia no se limita solo a la esfera personal.

En el mundo de las organizaciones, la capacidad de adaptarse y sobreponerse a los desafíos también se ha vuelto indispensable. Empresas y otras instituciones que han enfrentado crisis económicas, cambios disruptivos en el mercado o situaciones adversas han logrado sobrevivir y prosperar gracias a su resiliencia. Emprendedores que han fracasado en sus primeros intentos, luego han vuelto a levantarse con nuevas ideas y proyectos exitosos.

La resiliencia no es solo una cuestión de supervivencia, sino también de crecimiento y transformación. Aquellos que logran desarrollar y fortalecer esta capacidad son capaces de convertir las adversidades en oportunidades, aprenden de las experiencias difíciles, se adaptan rápidamente a los cambios, mantienen una mentalidad positiva y encuentran soluciones creativas ante los obstáculos.

La resiliencia es un factor crítico para el éxito y la supervivencia de las organizaciones ya que el entorno esta en constante cambio (Getty Images)
La resiliencia es un factor crítico para el éxito y la supervivencia de las organizaciones ya que el entorno esta en constante cambio (Getty Images)

Entre los principales desafíos para lograr equipos resilientes encontramos la resistencia al cambio. En ocasiones, las empresas cometen el error de resistirse a los cambios inevitables, por acción u omisión, aferrándose a viejos modelos mentales, de negocio, tecnologías obsoletas, estructuras rígidas o culturas demodé, lo que las deja vulnerables cuando llegan las turbulencias que —un poco antes o un poco después— llegarán.

Otras de las barreras a la resiliencia es la falta de diversificación. Depender en exceso de una única fuente de ingresos, de un mercado en particular o de un solo tipo de conocimiento es un gran error. Si una organización no diversifica sus actividades, se expone a un mayor riesgo en caso de que su sector sufra una recesión o se produzcan cambios significativos en las demandas del mercado. No olvidemos el caso de Blockbuster, que no quiso, no supo o no pudo adaptarse a la era del streaming y quedó obsoleta frente a la competencia de Netflix.

Sobreponernos ante las adversidades es un indicativo de resiliencia (Getty Images)
Sobreponernos ante las adversidades es un indicativo de resiliencia (Getty Images)

La falta de preparación para enfrentar la crisis es otro de los desafíos: las organizaciones que no han desarrollado planes de contingencia adecuados ni tienen la capacidad de reaccionar rápidamente ante situaciones imprevistas tienden a desaparecer. El techo debe repararse antes de la lluvia, y un plan de contingencia debe ser desarrollado cuando hay tiempo para pensar porque, en la urgencia, será imposible hacerlo adecuadamente.

Para desarrollar la capacidad de resiliencia se requiere tanto de liderazgo como de una cultura que desarrolle y fomente ciertos aspectos, tales como la flexibilidad (capacidad de adaptarse y ajustarse rápidamente a los cambios y circunstancias); el optimismo (para mantener una actitud positiva y creer en la posibilidad de superar las dificultades); mentalidad de crecimiento (para ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal); empatía (como capacidad de comprender y conectar emocionalmente con los demás, lo que facilita la colaboración y el apoyo mutuo); autoconfianza y gestión emocional (para ser capaz de reconocer y manejar de manera saludable las emociones negativas que surgen durante las adversidades) y construir una red de apoyo (un sistema de soporte sólido, que incluya familia, amigos o colegas, para recibir respaldo emocional y ayuda práctica en caso de ser requerida).

Pautas para crear una cultura resiliente

Aquel que tiene resiliencia convierte el fracaso en motivación, creando así nuevas ideas exitosas
Aquel que tiene resiliencia convierte el fracaso en motivación, creando así nuevas ideas exitosas

La resiliencia es un factor crítico para el éxito y la supervivencia de las organizaciones en un contexto del mundo empresarial volátil y desafiante. Para evitar los errores comunes y cultivar una cultura resiliente se requiere un enfoque estratégico y una serie de acciones concretas. El acrónimo “S.U.P.E.R.V.I.V.I.R.” (algo que va más allá de “sobrevivir”) puede facilitarnos recordar algunos consejos que, en general, se pueden aplicar en cualquier tipo de organización.

1- Ser proactivo: anticipar los cambios y desafíos, y adaptarse rápidamente a ellos. No esperemos a que las crisis nos golpeen, seamos proactivos en la búsqueda de soluciones y oportunidades.

2- Unidad en la diversidad: fomentar la diversidad de ideas, habilidades y perspectivas en nuestra organización. Esto permitirá tener diferentes enfoques para resolver problemas y brindará una mayor resiliencia frente a los desafíos. La diversidad fortalece la capacidad de adaptación y el pensamiento innovador.

3- Promover la colaboración: propiciar un ambiente de trabajo colaborativo donde se valore el trabajo en equipo. La colaboración facilita la generación de ideas, el intercambio de conocimientos y la búsqueda conjunta de soluciones frente a las adversidades.

4- Empoderamiento y confianza: consiste en brindar a los colaboradores autonomía y empoderamiento para tomar decisiones y asumir responsabilidades. Incluye promover una cultura de confianza donde se sientan seguros para tomar riesgos calculados y aprender de los errores.

5- Resistencia: se refiere a la capacidad de mantenerse firme frente a la adversidad. Es una cualidad que implica perseverancia y fortaleza mental y emocional

6- Visión a largo plazo: mantener una visión estratégica a largo plazo y no enfocarse únicamente en resultados inmediatos. Esto nos permitirá desarrollar una perspectiva más amplia y tomar decisiones que promuevan la sostenibilidad y la capacidad de adaptación a largo plazo.

7- Innovación constante: impulsar una cultura de innovación donde se busquen constantemente nuevas ideas y soluciones. La innovación es clave para mantenerse a la vanguardia y adaptarse rápidamente a los cambios del entorno.

El uso de la tecnología en la pandemia fortaleció la resiliencia de las organizaciones ya que debieron cambiar y adaptarse al nuevo entorno (Getty Images)
El uso de la tecnología en la pandemia fortaleció la resiliencia de las organizaciones ya que debieron cambiar y adaptarse al nuevo entorno (Getty Images)

8- Valorar el aprendizaje: reconocer la importancia del aprendizaje continuo en la organización, fomenta el desarrollo de habilidades y conocimientos tanto a nivel individual como organizacional y aprender de las experiencias pasadas y de los errores cometidos es fundamental para crecer y fortalecer la resiliencia.

9- Integración de tecnología: aprovechar las ventajas de la tecnología para mejorar la eficiencia y la agilidad de una organización. La integración de herramientas digitales y soluciones tecnológicas puede ayudar a adaptarnos más rápidamente a los cambios y aprovechar nuevas oportunidades.

10- Reconocimiento y apoyo: valorar el esfuerzo y el trabajo de los colaboradores, reconociendo los logros y brindando apoyo emocional en momentos difíciles. El reconocimiento y el apoyo son motores clave para mantener la motivación y la resiliencia en el equipo.

Imaginemos un mundo sin la resiliencia de Thomas Edison, si se hubiera rendido después de cientos de intentos fallidos previos a crear la lámpara eléctrica. ¿Qué sería de la medicina actual sin la resiliencia de los científicos y médicos? Recordemos, también, que Steve Jobs fue despedido de Apple, la compañía que él mismo cofundó, pero luego regresó para liderarla hacia el éxito y la innovación revolucionaria: sin su capacidad de recuperación y determinación, el mundo de la tecnología sería muy diferente.

No hay mejor resumen para inspirar la resiliencia en los equipos que el célebre pensamiento de Friedrich Nietzsche “Aquel que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”.

*Diego Pasjalidis es ingeniero especialista en estrategias, innovación y transformación digital, autor del libro Inspiración Extrema. Director de Innovación & Negocios de Stefanini Argentina y conferencista. Miembro de la Comisión Directiva del Buenos Aires Tech Cluster.

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