En cada episodio de #ModoSeguro venimos aportando información detallada sobre las formas que están al alcance de todos para cuidar la privacidad en línea. Ya vimos la importancia de mantener las contraseñas protegidas, cómo cada uno deja a su paso en Internet una huella que puede llegar a ser indeleble y las técnicas para evitar las trampas del phishing o suplantación de identidad. Hoy nos vamos a concentrara en saber más sobre otras formas de compartir con cuidado nuestros datos. Las cookies es una de las maneras menos conocidas a través de las cuales damos información personal. También veremos algunas pautas para comprender la importancia de revisar los términos y condiciones de los sitios, aplicaciones y programas, algo que casi nadie —digámoslo claramente— se toma el tiempo y el trabajo de leer.
Tanto ante las cookies como ante los términos y condiciones tenemos que tomar decisiones porque implica dar o negar nuestro consentimiento para que los sitios tomen determinadas informaciones personales. Por eso, antes debemos preguntarnos ¿qué permisos le estamos dando a cada programa o herramienta?, ¿creemos que es necesario aceptar todas las cookies de un sitio? ¿qué ocurre si no lo hacemos?, ¿qué beneficios y qué inconvenientes tiene activarlas o desactivarlas?, ¿leímos y estamos de acuerdo con los términos de servicio? No tenemos que aceptar todas las condiciones de los sitios como si fuesen inexorables, podemos decidir qué accesos queremos dar y qué información queremos compartir.
Qué son las cookies
Lo primero que es necesario aclarar es que las cookies no son virus. Son aquellos fragmentos de texto enviados por los sitios web al navegador para posibilitar que las páginas recuerden información sobre nuestra visita. De esta forma, al volver a ingresar, se facilita la navegación manteniendo el acceso y recordando nuestras preferencias, al tiempo que se proveen resultados más útiles, por ejemplo a través de la personalización de la publicidad.
Existen dos tipos de cookies: las propias del sitio por el que se está navegando, y las cookies de terceros. Las últimas, refieren a aquellas que fueron creadas por otros sitios. Este tipo de cookies están incluidas, por ejemplo, en partes del contenido que vemos en una página, como los anuncios o las imágenes.
Cómo podemos controlar las cookies
Si bien las cookies no son peligrosas en sí mismas, si se controlan es posible hacer más segura la navegación y hay varias formas de lograrlo. La mayoría de los navegadores permiten administrar cómo se configuran y se utilizan las cookies a medida que se exploran las diferentes páginas. De la misma forma, brindan la posibilidad de borrar las cookies y los datos de navegación.
Según explicaron voceros de Google a Infobae, por ejemplo, “la configuración de Chrome, disponible en chrome://settings/cookies o al seleccionar el menú configuración en los tres puntos de la esquina superior derecha, permite borrar todas las cookies, borrar sólo las almacenadas en un sitio o cookies de un período específico. También permite bloquearlas o habilitarlas en general o para un sitio en particular.
“Para brindar una mayor privacidad a los usuarios a la hora de navegar, desde 2020, desde Google trabajamos en la eliminación del soporte a cookies de terceros en Chrome, junto al desarrollo de soluciones de publicidad digital que protejan la privacidad de los usuarios. Esta eliminación se terminará de concretar a mediados de 2024″, informó esa compañía.
Si bien rechazar las cookies de un determinado sitio puede afectar la comodidad de la navegación en esa página, también su aceptación implica la pérdida de privacidad. Como mencionamos antes, este es un aspecto sobre el que debemos tomar decisiones y lo mejor es hacerlo de manera informada. Algunos riesgos de las cookies son los siguientes:
-Las cookies pueden recoger información personal sobre los usuarios, como la dirección de correo electrónico, número de teléfono, dirección IP, ubicación geográfica, las páginas que visita, etc. Esta información puede ser utilizada por terceros para enviar publicidad personalizada y analizar el comportamiento online de la persona.
-En ocasiones, las cookies pueden ser utilizadas por ciberdelincuentes para fines ilegales, como robar datos, acceder a las cuentas, infectar el ordenador con virus o malware, etc. Esto puede ocurrir si se aceptan cookies de páginas web no seguras o que no cumplen con la normativa de protección de datos.
-Las cookies pueden hacer que algunas páginas web no funcionen correctamente o que se pierdan configuraciones de sitios web (como los nombres de usuario y las contraseñas) si son rechazadas. También puede que algunas páginas vuelvan a pedir aceptar o rechazar las cookies cada vez que se las visita, lo que puede resultar molesto e invasivo.
Por estos motivos, es conveniente leer la política de cookies antes de aceptarlas y configurar el navegador para borrarlas periódicamente o bloquearlas según las preferencias de cada uno.
Qué son los términos del servicio y las políticas de privacidad por qué es importante leerlas
Es verdad que, en general, se evita leer los términos y condiciones del servicio de las páginas web y —algo asociado, pero que no es lo mismo— también obviamos las políticas de privacidad de los sitios, aplicaciones y programas, pero esto no debería ser así. Conocerlos es importante para proteger la privacidad y seguridad en línea. Los términos y condiciones son un contrato entre el usuario y el dueño de la página web o la aplicación, que establece las reglas de uso, los derechos y las obligaciones de ambas partes.
Al aceptar los términos y condiciones, se otorga el consentimiento para que la página web o la aplicación almacene, procese, analice o utilice los datos personales, bancarios, de navegación o de contenido del usuario. No leerlos implica quedar expuestos a riesgos como posibles fraudes, abusos, robos de identidad, pérdida de propiedad intelectual o responsabilidad limitada. Por eso, es conveniente conocerlos antes de contratar o usar un servicio en línea, y configurar las opciones de privacidad según las preferencias de cada uno.
Según explicaron desde Google, los términos de servicio “refleja la forma de trabajar de la empresa, las leyes por las que se rige y determinados aspectos que siempre se han creído que son ciertos”. En conclusión, “ayudan a definir la relación que tiene Google con los usuarios cuando interactúan con sus servicios”.
En el caso de Google, por ejemplo, estos términos incluyen las siguientes secciones:
-”Qué puedes esperar de nosotros”. Allí se describe cómo proporciona y desarrolla sus prestaciones.
-”Lo que esperamos de ti”, donde se establecen ciertas reglas para utilizar sus servicios.
-”Contenido en los servicios de Google”. En ese apartado se puede encontrar una descripción de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el contenido que aparece en sus servicios, ya sea propiedad del propio usuario, de Google o de terceros.
-”En caso de problemas o discrepancias”. Se describen otros derechos legales que tiene el usuario y las consecuencias de infringir estos términos.
“Es importante que entiendas estos términos porque el uso de nuestros servicios implica que los aceptas”, explicó Google, a la vez que aclaró lo siguiente: “Además de estos términos, también publicamos una Política de Privacidad. Aunque no forme parte de estos términos, te recomendamos que la leas para entender mejor cómo puedes actualizar, gestionar, exportar y eliminar tu información”. La compañía aclaró también que, al utilizar sus servicios, le confían los datos personales. “Entendemos que es una gran responsabilidad y nos esforzamos al máximo para proteger tu información y permitirte controlarla”, aseguró.
Cómo personalizar la publicidad digital
Por otra parte, también es posible cierto control de los usuarios sobre las publicidades que se verán al navegar. Las plataformas de publicidad online, además de seguir las legislaciones de los países, tienen sus propias políticas y normas internas para regular el contenido y la audiencia de los anuncios que se muestran en sus sitios web o aplicaciones.
Tanto Google Ads, la plataforma más grande de publicidad online, como Facebook Ads, Twitter Ads, Amazon, entre otras, tienen políticas internas para evitar el contenido inapropiado, que prohíbe los anuncios que contengan violencia, desnudos, lenguaje obsceno, discriminación o contenido ilegal o engañoso. Además, tienen una política de contenido para menores de edad que prohíbe los anuncios que promuevan productos o servicios no aptos para niños y adolescentes, como alcohol, tabaco, juegos de azar o citas.
En el caso de Google, la compañía informó que desarrolla constantemente “configuraciones y elementos que nos permiten proteger a los adolescentes de todo el mundo en lo referido a los anuncios que se muestran a este grupo de usuarios”. Voceros de la compañía recordaron que recientemente fue anunciada “la implementación de mejoras en estas protecciones para evitar que se muestren categorías de anuncios sensibles a los adolescentes”. Por eso, “bloqueamos la segmentación publicitaria basada en edad, género e intereses para menores de 18 años”, precisó.
Las protecciones se aplica a las cuentas de Google de personas mayores de la edad digital de consentimiento pero menores de 18 años. Desde el lanzamiento de esta política de anuncios para adolescentes, el año pasado quedó deshabilitada la personalización de anuncios para las personas de esa edad y no se permite que se publiquen “categorías de creatividades delicadas”.
Asimismo, para los adultos Google desarrolló Mi Centro de Anuncios, una herramienta que permite a los usuarios en general “tener más control sobre su experiencia publicitaria en los sitios y aplicaciones de la compañía”. Allí se pueden “seleccionar los temas de mayor y menor interés, indicar que se desea ver menos publicidad sobre un cierto tópico, o desactivar la personalización de anuncios”. Además, “en caso de no estar seguros de lo que se está compartiendo, todas las personas pueden ver de forma rápida y sencilla qué información se utiliza y controlarla en función de sus preferencias”.
Contenido restringido en la publicidad para menores de edad
En el caso específico de la publicidad que se muestra en cuentas de menores de edad, quienes no pueden personalizar los avisos, se bloquea el siguiente contenido:
-Contenido para adultos y con connotaciones sexuales.
-Bebidas alcohólicas, tabaco y drogas recreativas.
-Modificación corporal: Procedimientos cosméticos, pérdida de peso, bronceado, piercings y tatuajes.
-Concursos y sorteos, aunque sean gratuitos.
-Citas y relaciones. Anuncios de servicios de citas y parejas, asesoramiento sobre relaciones o terapia de pareja.
-Contenido peligroso: Anuncios de productos o servicios que sean peligrosos e inapropiados para usuarios menores de 18 años o que por lo general requieran la supervisión de un adulto, como fuegos artificiales, armas o accesorios para armas, ofertas relacionadas con la caza, etc.
-Juegos de azar y apuestas sea online o tradicionales.
-Productos farmacéuticos, suplementos alimenticios y vitaminas.
-Contenido desagradable, es decir que sea violento, repugnante, explícito, obsceno o en el que se usen palabras malsonantes, así como cualquier otro contenido que pueda resultar desagradable o asustar a los usuarios.
-Productos financieros especulativos: Contratos por diferencia, contratos de futuro FX Rolling Spot, apuestas financieras a margen y otros productos similares.
-Espionaje y antecedentes penales: Promociones de servicios que ofrezcan ayuda para espiar a una pareja o para buscar información personal sobre un tercero que ese tercero no haya compartido.
-Mundos virtuales y salas de chat dirigidos a adultos con ofertas de plataformas o servicios diseñados principalmente para permitir a los usuarios conectar y comunicarse con extraños.
Los anuncios en números
En el Informe anual de seguridad de anuncios de Google, también conocido como Ads Safety Report, se informó que, durante 2022, esta compañía incorporó o actualizó 29 políticas para anunciantes y editores. Esto incluyó, la ampliación de sus protecciones para adolescentes.
Además, tomó las siguientes medidas:
-Eliminó más de 5.200 millones de anuncios
-Restringió más de 4.300 millones de anuncios
-Suspendió más de 6,7 millones de cuentas de anunciantes
-Todo esto representa un aumento de 2.000 millones de anuncios eliminados en 2022 en comparación con el año anterior
-También bloqueó o restringió la publicación de anuncios en más de 1.500 millones de páginas de editores
-Adoptó medidas de cumplimiento más amplias en más de 143.000 sitios de editores
El proyecto audiovisual #Modo Seguro fue creado por Infobae, Google, Unicef y Clubes TED-Ed, junto a un grupo diverso e inclusivo de jóvenes protagonistas de la llamada Gen Z. La misión del proyecto es brindar contenidos audiovisuales educativos de calidad que aporten herramientas digitales para los adolescentes y sus familias para un uso y acceso seguros en las distintas plataformas, además de promover un pensamiento crítico y capacidad de discernimiento ante lo que ofrece la nube. Los participantes, todos de la generación centennial, tienen entre 14 y 17 años y son egresados y egresadas de los estimulantes Clubes TED-Ed.
Seguir leyendo