Cómo son los nuevos espacios de juego infantiles con lugar para que los padres trabajen o se relajen

Son ámbitos de juego libre para niños pequeños que aún no van a la escuela o están en los primeros años de primaria. Cuentan con áreas exclusivas para adultos, mientras los pequeños están cuidados. Las diferentes propuestas

Trabajar con niños pequeños en casa muchas veces puede volverse una msiión imposible (Foto: Kidsclubarg)

Las nuevas maternidades y paternidades apuestan por disfrutar de sus hijos y compartir espacios y tiempos en cantidad y calidad, sin embargo las obligaciones cotidianas no siempre dejan lugar a que los papás y mamás se sienten en el piso a jugar con sus niños. A esto se le suma las nuevas modalidades de trabajo híbrido y remoto, que hacen coexistir durante largas horas a adultos ocupados con niños pequeños, que aún no van a la escuela o cursan jornada simple.

Como suele decirse, desde que la pandemia obligó a muchas personas a trabajar desde sus casas, la modalidad se extendió a distintas actividades y se mantiene hasta la actualidad. Sucede que, de la mano con la flexibilidad que plantea la modalidad de trabajo híbrido o remoto junto con el cuidado de los hijos, para quienes tienen niños que aún no comenzaron el colegio, las jornadas pueden volverse un tanto difíciles de sobrellevar.

Es que, la atención que demandan los pequeños es -casi siempre- inversamente proporcional con la posibilidad de los padres de atenderlas cuando y cómo ellos pretenden. Y ni hablar si en el medio de la jornada surge una reunión que no estaba en agenda, o cualquier otro imprevisto laboral.

Para intentar dar respuesta a todas esas necesidades, Sofia Churba creó Kidsclubarg, un espacio de juego libre y participativo, con actividades y talleres para niños desde los seis meses hasta los siete años. Y -he aquí lo novedoso de la propuesta- una cafetería con wifi y espacio de trabajo para madres y padres, que necesitan “desentenderse” de los hijos por un rato.

Sofía tiene dos hijas, de dos y seis años, y pensó un espacio para padres que, como ella, trabajan en sus casas y les cuesta compatibilizar el trabajo con el cuidado de los hijos / (Foto: Kidsclubarg)

Y que no sea malinterpretado: las madres y los padres que desde hace seis meses concurren al espacio en el barrio de Balvanera adoran estar con sus hijos, pero también precisan terminar un trabajo en tiempo y forma, asistir a una reunión por zoom sin interrupciones, y hasta preparar un final para la facultad sin que medie un “me aburro” por un rato.

Sofía es mamá de dos nenas de seis y dos años. Es docente y diseñadora gráfica y le tocó vivir en primera persona esto de no contar con un lugar donde en la semana agarrar la computadora, y poder sentarse tranquila a trabajar mientras sus hijas jugaran de manera segura.

“Durante la primera infancia son chiquitos todavía para mezclarlos en espacios como restaurantes con peloteros, donde hay niños más grandes, lo que obliga a estar pendiente como en casa de que no se golpeen o les pase algo”, resumió acerca de la motivación que la llevó a iniciar este emprendimiento. “Tampoco hay, fuera de las plazas, donde tampoco podés relajarte ni quitarles la mirada a los chicos, un lugar donde interactuar con otros padres en la misma situación, con lo que intercambiar experiencias y generar tribu”, enfatizó Churba.

OkiDoki Kids Café cuenta con dos sucursales: una en el barrio de Flores y otra en Villa Ortúzar (Foto: Instagram OkiDoki Kids Café)

En los barrios de Flores y Villa Ortúzar, OkiDoki Kids Café es otra de las opciones para que los padres aprovechen las instalaciones de la cafetería para avanzar trabajo o terminar pendientes, mientras sus hijos juegan de manera segura.

El espacio cuenta con un servicio de cafetería y restaurante con menús para grandes y chicos, además de juegos para todas las edades: plaza blanda para los más chiquitos, con entretenimientos desde los cero a los tres años, y un sector de juegos de roles donde los niños pueden disfrazarte y ser médicos, mecánicos, chef, gimnastas o choferes por un rato.

Liliana es una de las encargadas, y ante la consulta de este medio contó que “los días de semana sobre todo, los papás vienen a trabajar mientras los nenes juegan”. “Traen su computadora, se toman algo y mientras ellos trabajan los chicos disfrutan de las actividades con las chicas que los cuidan”.

“Los fines de semana es un ambiente más de disfrute familiar; las mamás y los papás ya vienen sin su computadora a tomar una merienda con los hijos”, agregó, al tiempo que destacó que el lugar también ofrece la opción de festejar cumpleaños.

En ese sentido, también estos espacios son de gran ayuda para quienes están empezando o terminado su carrera universitaria: “Hace poco nos vino a visitar una mamá a contarnos que se había recibido; y gran parte de las últimas materias las preparó en nuestra cafetería, mientras su hijo jugaba de manera segura”, contó Sofía en diálogo con Infobae.

Los cambiadores de bebés son unisex, para que tanto los papás como las mamás puedan cambiar el pañal en un lugar cómodo (Foto: Kidsclubarg)

Es que el perfil de familias que concurren son mamás y papás con bebés o niños que aún no alcanzan la edad para estar escolarizados, o bien chicos que van al colegio en jornada simple y muchas veces los adultos no llegan a finalizar su obligación laboral en ese tiempo.

“Desde ya que también es una oportunidad para socializar los adultos con otros padres y compartir experiencias -destacó la creadora de Kidsclubarg -. Se puede desayunar, almorzar o merendar, y la cafetería cuenta con opciones saludables, sin tacc, libres de lactosa y kosher”.

En qué consiste la propuesta

Sofía cuenta que tienen disponibilidad para hasta 25 niños por turno de dos horas -que se reserva a través de una página web- con coordinadoras/cuidadoras que están atentas a las necesidades de los más chicos mientras sus padres trabajan en la cafetería.

Hay juegos didácticos y recreativos, que están divididos en diferentes áreas, con pisos antigolpes. El juego es libre, y los papás que así lo deseen pueden acompañar a los niños durante el juego.

Los niños tienen un snack a elección incluido en la entrada, y en la cafetería del lugar hay opciones saludables, sin tacc y kosher para los padres (Foto: Kidsclubarg)

Con paneles de aprendizaje para estimular o desarrollar la motricidad fina, pizarras imantadas con letras, hay juegos de rol y de destreza, toboganes, tirolesa y un laberinto, Kidsclubarg cuenta también con un sector de disfraces, además de la posibilidad de hacer búsquedas del tesoro, participar en talleres de arte, de marionetas y de mini chef, además de fábricas de masas elásticas.

Otra propuesta es Ajoy Kids Café, un lugar lleno de diversión y juegos para que cada familia pueda disfrutar su tiempo juntos. En el barrio de Las Cañitas, está pensado para los chicos “y no tan chicos”, adecuado con todas las medidas de seguridad.

Es un espacio creativo con área de juegos para niños de 0 a 8 años, que consiste en juego no estructurado, fuera del mundo digital, donde apelan a que los niños “exploten los sentidos de la imaginación”.

Cuentan con un castillo con tobogán y juegos de obstáculos, con dos trampolines, un sector con juegos de roles (hay verdulería, hospital, heladería, cocina y tocador), además de una zona de arte con mesas, sillas, pizarras imantadas, pizarrones y atril.

Kidsclubarg está ubicado en el barrio de Balvanera (Foto: Kidsclubarg)

Según contó Churba, en Kidsclubarg “en la semana hay talleres para la estimulación temprana, orientados a bebés y niños de hasta dos años, con rondas participativas para papás y mamás, todos dictados por especialistas en musicoterapia, psicólogas, etc”.

Los cambiadores de bebés son unisex, para que tanto los papás como las mamás puedan cambiar el pañal en un lugar cómodo.

“La crianza no tiene por qué ser algo rutinario o solitario. Se puede salir y conectar, desestructurar la jornada a través del juego, conocer a otras personas que están atravesando por lo mismo que nosotros, charlar, compartir experiencias y pasar un buen momento con los chicos y otros adultos”, destacó.

Y tras señalar que esta modalidad de juego libre para padres que trabajan en sus casas “se usa mucho en el extranjero”, deseó que espacios como este que ella pensó también lleguen para quedarse, al igual que el teletrabajo, y se reproduzcan en todos los barrios de la ciudad como alternativa para las familias.

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