La falta de comunicación puede ser una virtud para algunos equipos de trabajo, según un estudio

Una reciente investigación de las universidades de Nueva York, Búfalo y Chapman detectó que el quiebre comunicativo en grupos homogéneos ofrece oportunidades para que las personas exploren mejor la resolución de problemas. Los detalles

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“Esto ayuda a explicar y puede hacernos pensar en cómo ciertas instituciones son mejores para manejar los errores. Las formas específicas de organización son críticas”, concluyó
“Esto ayuda a explicar y puede hacernos pensar en cómo ciertas instituciones son mejores para manejar los errores. Las formas específicas de organización son críticas”, concluyó

La buena comunicación en todos los ámbitos de la vida y, en especial, en los equipos de trabajo es un valor incuestionable. Pero ¿es posible que en determinados grupos el quiebre o la ausencia temporal de ese intercambio sea una virtud? Un revelador estudio realizado por expertos de tres universidades de Estados Unidos explicó en qué circunstancias la falta de comunicación puede beneficiar los resultados de un proyecto.

De acuerdo con una investigación de las universidades de Búfalo, Nueva York y Chapman, la falta de comunicación clara para la resolución de problemas puede ser un beneficio para los grupos que carecen de diversidad. Los niveles de ayuda de esa ausencia de comunicación variarán, en gran medida, según la dinámica del equipo y su organización.

El resultado de la investigación, publicado en Plos One en marzo último, es sorprendente e inesperado, ya que se muestra la falta de comunicación, en ocasiones, como una virtud para la resolución de problemas, lo que en principio pareciera ser un contrasentido.

“La falta de comunicación crea diversidad al presentar oportunidades para que las personas exploren mejor el espacio de búsqueda disponible cuando participan activamente en la resolución de problemas”, explicó Ryan Muldoon, doctor en filosofía y profesor asociado de filosofía en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Búfalo, y co-autor del artículo.

Un revelador estudio realizado por expertos de tres universidades de Estados Unidos explicó en qué circunstancias la falta de comunicación puede beneficiar los resultados de un proyecto
Un revelador estudio realizado por expertos de tres universidades de Estados Unidos explicó en qué circunstancias la falta de comunicación puede beneficiar los resultados de un proyecto

Pero Muldoon puntualizó que es la estructura interna la que marca la diferencia cuando se introducen problemas de comunicación. “Cuando trabajamos en grupos, la comunicación es crucial. A veces cometemos un error de comunicación al azar, pero a veces la falta de comunicación surge de la diversidad del grupo”. Entonces, agregó, “cuando ocurre una falta de comunicación, lo que importa es cómo nos organizamos”.

Los autores del trabajo utilizaron un famoso modelo matemático de diversidad creado por Lu Hong y Scott Page. Uno de los teoremas que surgieron del modelo de diversidad de Hong-Page encontró que los grupos diversos bajo ciertas condiciones podrían superar a los grupos uniformes de mayor capacidad, lo que lleva a la sucinta afirmación de que “la diversidad triunfa sobre la capacidad”.

“Los grupos de mayor capacidad tienden a pensar en un problema de la misma manera cuando hacen predicciones o encuentran soluciones”, manifestó Muldoon. “Terminan explorando los mismos lugares. Diversos grupos colectivamente pueden explorar más opciones, lo que aumenta la posibilidad de mayores éxitos”.

Pero ¿es posible que en determinados grupos el quiebre o la ausencia temporal de ese intercambio sea una virtud?
Pero ¿es posible que en determinados grupos el quiebre o la ausencia temporal de ese intercambio sea una virtud?

El inconveniente que presenta el modelo de Hong-Page es que la diversidad de los grupos también lleva en sí mismo la posibilidad de malentendidos entre los integrantes del equipo que surgen de la falta de comunicación. Entonces, el equipo de investigación construyó un nuevo modelo computacional que introdujo diferentes formas en que las personas pueden entenderse mal entre sí y generó nuevas preguntas con aplicaciones de la vida real relevantes para cualquier grupo, desde pequeñas organizaciones cívicas de vecindario hasta grandes corporaciones, que requiere cooperación intragrupal para resolver problemas. Al agregar a la estructura original de Hong-Page, los investigadores pudieron examinar cómo maximizar el potencial de la diversidad en diferentes estructuras de cooperación, un área que Hong-Page no había explorado.

“La estructura adicional nos permitió ver diferentes formas en que los grupos pueden trabajar juntos y demostrar cómo una falta de comunicación puede empeorar los errores, mientras que otros ejemplos de falta de comunicación pueden disminuir el daño que podría derivarse de esos errores”, dijo Muldoon.

El contexto es la respuesta

“Lo que descubrimos es que la forma en que organizamos los grupos es muy importante cuando evaluamos los beneficios de la diversidad, especialmente cuando podemos comunicarnos mal”, dijo Muldoon.

La buena comunicación en todos los ámbitos de la vida y, en especial, en los equipos de trabajo es un valor incuestionable
La buena comunicación en todos los ámbitos de la vida y, en especial, en los equipos de trabajo es un valor incuestionable

El modelo de investigador utilizado para el artículo tiene nueve agentes que trabajan juntos, en subgrupos o solos, para resolver un problema y alcanzar una meta específica en un terreno accidentado. Los diferentes métodos de interacción están destinados a capturar diferentes arreglos institucionales, o diferentes reglas y procedimientos que facilitarían la cooperación.

“Piense en cómo una empresa organiza equipos que trabajan para lograr un objetivo, o cómo un laboratorio de ciencias estructura su trabajo”, dijo Muldoon. “Esto ayuda a explicar y puede hacernos pensar en cómo ciertas instituciones son mejores para manejar los errores. “Las formas específicas de organización son críticas”, concluyó.

El autor principal del estudio llamado “¿La (mala) comunicación mitiga el resultado de la diversidad?” es Keith Hankins, doctor en filosofía, profesor asistente en el departamento de filosofía y miembro fundador del Instituto Smith de Economía Política y Filosofía en la Universidad de Chapman. El otro coautor, junto a Muldoon es Alexander Schaefer, doctor en filosofía del Instituto Liberal Clásico Miembro de la Universidad de Nueva York.

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