Para el Dr. Daniel Coimbra, dermátologo brasilero y uno de los speakers del BAAS “hoy cada vez más el concepto de naturalidad está más presente en los consultorios y en las calles. Las personas quieren estar más bellas pero más naturales, y lo que acompañó esto fue que hubo un cambio muy grande en cómo nosotros los médicos tratamos a nuestros pacientes en los últimos años. Al principio, hace 15 años, creíamos que el ácido hialurónico era la solución para todo, pero con el tiempo vimos que tratar la piel, bioregenerla, es más importante que rellenar, por eso los bioestimuladores tienen hoy un papel clave”
La llegada de productos nuevos como Profhilo, cambió de una manera absurda todo, porque se pueden tratar todas las áreas faciales y del cuerpo. Ha cambiado mucho la práctica clínica, hoy en día yo inyecto muchas más jeringas de bioestimuladores que otra cosa, y los pacientes se mantienen mucho mejor con este tratamiento. “Yo creo que la bioestimulación con acido hialurónico ultrapuro es indicado para todas las personas. Pueden ser pacientes jóvenes que se están empezando a tratar, porque después de los 25 años empiezan a perder colágeno, o también pacientes de mayor edad que buscan regenerar la piel. No es solo es un tratamiento para hidratar, regenera la piel. Se puede aplicar en pacientes de 25 a 90 años” subrayó el especialista.
Cohimbra recalcó que “todos los bioestimuladores son diferentes, las indicaciones son diferentes y los efectos finales son diferentes. Profhilo tiene la ventaja de que se puede aplicar en áreas donde otros bioestimuladores no pueden, por ejemplo en el párpado inferior, que suele ser la queja más frecuente de las mujeres. También puede tratar la piel de la frente, área que con otros bioestimuladores ha traído complicaciones. Profhilo llegó para cambiar esto”.
“Otra área que se puede tratar es el código de barras (son las líneas verticales que se forman arriba de los labios). Aplicar otros tratamientos, como los fillers, para el código de barras, puede generar un efecto antiestético. Profhilo se puede utilizar porque no va a voluminizar y va a mejorar la calidad de la piel en esa área. Es un producto muy versátil y con resultados visibles. Hace una mejor versión del paciente manteniendo su propia belleza” afirmó el especialista.
“Sin duda los bioestimuladores es una nueva categoría en la medicina estética. Yo siempre digo que no hay un producto que sea mejor que otro, hay indicaciones distintas para todos. Profhilo va a generar un efecto superficial más visible para el paciente (brillo, hidratación, luminosidad), y también tiene un efecto más profundo: de firmeza. Pero no hay un efecto en el hueso, como se consigue con el ácido poliláctico por ejemplo. Es un producto que vino para sumar, tiene un efecto único que trae resultados muy grandes en los pacientes” continuo el dermatólogo.
El especialista destacó tres características en sus resultados son: “La calidad, el brillo, y la firmeza de la piel. Y una novedad es que también los hombres se suelen aplicar mucho en el rostro, la frente y en el cuello”. Para Cohimbra “las mujeres en todo latinoamérica se cuidan mucho y está esta tendencia, todas se cuidan. La apariencia es muy importante, y muy diferente a Europa y Estados Unidos. Acá hay una preocupación muy grande con envejecer bien”.
Por su parte la Dra. Valeria Lopez Mecle especialista en medicina estética con más de 20 años de trayectoria, referente en cuanto a fillers, y a bioestimuladores destacó que hoy “la medicina estética ha venido evolucionando de manera exponencial, los últimos 20 años pero sobre todo en los últimos 10. De solo existir la cirugía estética a existir opciones inyectables, con excelentes resultados sin pasar por un quirófano.
De esta forma, nace una nueva era, que es la de los bioestimuladores. Dejamos atrás las cirugías estéticas para dar paso a los bioestimuladores. Esta nueva era se enfoca en la estimulación del colágeno y la salud de la piel. Su utilización ofrece resultados más naturales y logra pieles más sanas, luminosas y brillantes.
El punto es que no había ningún bioestimulador o bioregenerador con ácido hialuronico ultrapuro, que es un producto totalmente natural, hecho puramente de un ácido hialurónico muy parecido al humano, con una pureza en su molécula que hace que no tengamos efectos adversos y que realmente los efectos sean naturales. Además, el tratamiento no es cruento, es muy rápido y nada doloroso. La inmediatez y la perdurabilidad en el tiempo, que es lo que la gente está buscando, es lo que predomina.
Sin duda esta opción es la tercera pata de los hialurónicos que hay porque no es un filler, no es una mesoterapia, y es más que un bioestimulador. El bioestimulador, generalmente estimula un solo tipo de sustancia, hoy Profhilo estimula el colágeno elastina, mantiene la forma facial, ya se está usando en el cuerpo, está teniendo nuevas aplicaciones y está regenerando la piel de las ojeras, una piel bastante difícil de tratar. Viene con un concepto revolucionario en la medicina estética y está entrando en la frontera de la medicina regenerativa.
Hoy tratamientos como Profhilo son the new black of the skin (el nuevo negro de la piel). Profhilo es a la piel lo que la toxina es al músculo. Hoy, aclaró López Mecle, podemos decir que la bioestimulación es un nuevo eje para la medicina estética. La bioestimulación va a causar una mejora en el aspecto natural de la piel sin generar cambios de volúmenes ni cambios antiestéticos. Va a quedar siempre bien.
La especialista aseguró además que es un tratamiento que se usa tanto a partir de los 30 años, pero somos todos pacientes ideales. A los 30 empezas a prevenir, a los 40 a curar, y a los 50 a trabajar y rehabilitar la piel. Para el tipo de gente que tiene miedo de los tratamientos para la piel, un bioestimulador de acido hialurónico es el producto ideal para empezar, porque con lo poco que le hagas va a ver el cambio. El tratamiento consta de 2 dosis. Tiene un efecto inmediato es lo que pone a funcionar en tu cuerpo para producir la estimulación del colágeno, elastina y ácido hialurónico. Esta estimulación dura 6 meses, lo ideal es repetir 2 veces al año.
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