Diseñar el dormitorio de los niños es mucho más que una tarea de decoración: implica ayudar al desarrollo de sus percepciones, lo cual es central para su sistema cognitivo, y acompañar la formación de su personalidad. A medida que crecen tienen necesidades nuevas y diferentes, y el ambiente en el que juegan, estudian y descansan también tiene que cambiar con ellas.
Las ideas más simples pueden partir de sus gustos o de lo que desean ser cuando sean grandes. Si un niño está fascinado con los dinosaurios, por ejemplo, su habitación tendrá una base decorativa muy distinta que la de una niña a la que le atraen las matemáticas.
La tarea implica seleccionar los colores idóneos, los muebles más prácticos, los objetos estimulantes y otros detalles para lograr un lugar armonioso y limpio. Y, desde luego, cuidar que todas esas decisiones se ajusten a nuestro presupuesto.
El orden y limpieza en la habitación de los niños
Dos factores capitales para el bienestar de los niños son el orden y la limpieza en su dormitorio. Un ambiente ordenado y limpio les hará más sencillo encontrar un juguete o un libro; a medida que crezcan, les será más fácil encontrar las prendas que desean usar en su clóset.
Estos dos factores también enriquecen la gestión del tiempo: ofrecen menos distracciones y les permiten concentrarse mejor. Por ello es importante que tengan lugares de almacenaje divertidos que los motiven a guardar y cuidar sus pertenencias. Además una habitación desordenada puede afectar el estado de ánimo y generar estrés.
Cada temporada trae nuevas tendencias en decoraciones, por lo que es primordial elegir muebles funcionales, que sean adaptables a esos cambios. Estos tiene la posibilidad de resolver varias necesidades. Algunos hasta permiten ahorrar espacio. Por ejemplo, una cuna que después puede convertirse en una cama individual. Una opción ideal de diseño incluye una cómoda con varios cajones. La elección de su color puede convertirla en un punto de atención de la habitación infantil.
Un lugar ideal para jugar y estudiar
Para el desarrollo social, cognitivo y emocional de los hijos también es importante tener un lugar donde puedan jugar y aprender. Conforme vayan creciendo, ese sitio evolucionará para adoptar nuevas actividades, desde entretenerse con juegos hasta fortalecer el hábito de estudiar.
La habitación de los niños acompaña el desarrollo evolutivo de los chicos. De los tres a los seis años el dormitorio, por lo regular, es su zona de juegos. También se recomienda que su cama tenga una altura óptima para que aprendan a tenderla.
En la etapa de los siete a los 12 años se sugiere cambiar el tamaño de la cama y acondicionar un sitio para jugar y para hacer la tarea, por lo que los padres deben organizarles ese espacio. En la adolescencia, cuando los chicos pasan la mayor parte del tiempo en su dormitorio, es útil enfocarse en diseñar uno que favorezca dos rutinas: el descanso y el estudio.
Importancia de los colores en el dormitorio infantil
Los colores tienen gran importancia en el desarrollo de las habilidades de los niños, sobre todo las cognitivas, que les permitirán conocer, almacenar y organizar información, pensar. Incluso repercuten en el estado de ánimo.
El cerebro asocia las tonalidades a distintas sensaciones, como la tranquilidad o la ansiedad. Los colores claros sugieren limpieza, juventud y festividad; los oscuros denotan seriedad, madurez y calma. Tienen el poder de desviar la atención de un niño o mejorar su potencial de aprendizaje.
Cada color funciona como un estímulo que puede afectar el estado de ánimo. En el entorno de los pequeños es importante canalizar sus energías a través de actividades productivas y seleccionar el tono adecuado para cada personalidad.
El naranja, por ejemplo, se relacionan con el entusiasmo, el éxito y la creatividad, con un perfil extrovertido y vibrante. El amarillo representan felicidad y abundancia, pero en grandes espacios puede irritar. Para comunicar tranquilidad y armonía los colores pasteles son ideales, en particular los basados en el verde y azul.
Todos los elementos utilizados en el diseño de interiores —figuras, formas, líneas, colores, texturas, olores— tendrán un efecto en la vida cotidiana de los hijos, con su potencial de apoyo a la formación de la personalidad. Al planificar el dormitorio infantil, tan importante como considerar nuestro presupuesto es pensar en las sensaciones que podrían causar nuestras elecciones.
Encontrar el diseño correcto o muebles funcionales
En algunos hogares de América Latina los espacios pueden ser muy reducidos, por lo que importa lograr un diseño funcional en los dormitorios de los niños. Por ejemplo, una litera superior con un escritorio debajo permite simplificar dos cosas importantes: el descanso y el estudio.
Los espacios minimalistas también crean un ambiente cómodo, práctico y acogedor. La imagen de un entorno ordenado con pocos objetos carece de elementos que puedan aumentar el ruido visual, que produce incomodidad y distrae.
Si el espacio lo permite, es bueno que la habitación infantil tenga varias áreas: por ejemplo, un rincón de lectura con una mesa de estudio y otro sitio para jugar. En todo caso, lo importante es crear una atmósfera que facilite el bienestar de los hijos.
SEGUIR LEYENDO: