La fotógrafa, diseñadora gráfica y guía intérprete ambiental Melisa Quintero eligió el noroeste de Santa Cruz como su lugar para establecerse y mejorar su calidad de vida, luego de 8 duros años de lidiar contra una enfermedad crónica, hoy vive en Los Antiguos.
Nació en Capital Federal y de muy pequeña se fue a vivir con su familia a un pueblo muy chiquito en la costa, al sur de la provincia de Buenos Aires, pero cuenta que en cada fecha importante regresaban a la ciudad para visitar a la familia y amigos. Luego de 18 años volvió para estudiar la carrera de diseño gráfico en la UBA. A los 23 años comenzó a sentir malestares y le diagnosticaron la enfermedad de Crohn que, admite, se convirtió en su gran guía. “Tuve que dejar la facultad, me echaron de mi trabajo apenas volví de la licencia luego de estar internada. No era nada fácil continuar con un malestar tan grande. Cuando pude volví a buscar trabajo, pero se me hacía insostenible. Decidí dejarlo todo y comenzar a viajar. Me solventé dictando talleres en una primera ‘gira patagónica’ que organicé, en la que me fue muy bien”, asegura.
Sola, a dedo, en colectivo, con amigos o en pareja conoció distintas provincias, pero la Patagonia tenía una mística inigualable para ella. Llena de historia, de misterios, de tanta inmensidad que no cabe siquiera en una gran foto. “Patagonia no se puede describir con palabras. Me llamaba mucho la atención, me atraía como un imán. Después de mucho pensarlo y en medio de la pandemia y una crisis nuevamente con mi enfermedad, me llegó ese llamado a irme a vivir al sur. Mi doctora me dijo: ‘Estás loca, no podes irte en medio de la pandemia a vivir a un lugar tan lejos y en las condiciones en las que estás’. Pero no le hice caso y seguí el camino con corazón”.
Primero vivió en el valle del río Pinturas, a 57 kilómetros de la localidad de Perito Moreno, en el noroeste de Santa Cruz, y luego en Los Antiguos, en la misma región santacruceña. Trabaja de manera freelance y promueve el astroturismo en la comarca. Una de las cosas que más le cautivó de la Patagonia —cuenta— son sus cielos estrellados, limpios y casi nulos de contaminación lumínica.
En la Patagonia, el otoño trae un sinfín de colores anaranjados y rojos que puede ser un gran escenario para visitar o también se puede esperar la llegada de la nieve y retratar una estepa cubierta por un manto blanco. La noticia de un nuevo Previaje es la excusa ideal para venir a conocer Santa Cruz.
Las siguientes son las 7 maravillas imperdibles del noroeste de Santa Cruz elegidas por Melisa Quintero.
1- Tierra de Colores
Partiendo desde Perito Moreno por la Ruta Nacional 40 en dirección sur, el primer destino está a mano izquierda. Dentro de una reserva privada de la Fundación Rewilding, encontraremos el Portal Cañadón Pinturas. Allí encontraremos un magnífico espectáculo de colores que muchos tal vez no imaginan encontrar en la estepa. En el período Jurásico, cenizas, sedimentos y diferentes materiales fueron arrastrados por antiguos ríos conformando algo similar al paisaje que vemos hoy. A este tipo de formaciones se las llama Huayquerías o Badlands, en inglés, ya que allí no crece vegetación y se desgrana fácilmente. Es uno de los atractivos que más cautiva a los visitantes grandes y chicos y el sendero es de baja dificultad. Fotográficamente, los días parcialmente nublados son los más bellos ya que los colores se ven más contrastados y con más volumen.
2- Parque Provincial Cueva de las Manos
Siguiendo por la Ruta 40, si se trata de maravillas, no puede faltar este sitio de gran importancia para nuestro país. Desde chicos hemos visto las famosas imágenes de las manos pintadas siempre presentes en fotos de revistas, como Billiken, o en posters del colegio, o en libros de historia y turismo. El arte rupestre representado en estos paredones volcánicos, data de más de 9.000 años y es de un valor incalculable. Los guías cuentan a través de un recorrido de un kilómetro aproximadamente cómo era la cotidianeidad de la gente que pobló la zona. Además, en todo el camino sea aprecia la impactante vista del cañadón del río Pinturas. Para visitar este lugar, lo ideal es alojarse en la localidad de Perito Moreno que es la más cercana y cuenta con todos los servicios. La entrada se abona en el centro de informes al llegar y únicamente en efectivo.
3- Alero Charcamata
Continuando con este viaje al pasado y a la historia del poblamiento de la región, encontramos muy cerca este sitio que para Melisa “es único y especial”. Se accede únicamente con guía, ya que está dentro de un campo privado y se transita gran parte del trayecto en vehículos 4x4. Luego de descender de la camioneta para caminar dentro de un cañadón, mediante el cual se llega al alero: una especie de pared rocosa inclinada donde se encuentran las pinturas rupestres. La visita se coordina con la agencia Zoyen, única habilitada para realizar esta excursión. Un complemento ideal para estas dos visitas arqueológicas, es visitar el Museo Arqueológico Carlos J. Gradín en la localidad de Perito Moreno, donde es posible aprender más sobre la vida de los pre tehuelches y el escenario geográfico de aquel entonces.
4- Arco de Piedra, Istmo y más arqueología
Avanzando apenas unos kilómetros más por la Ruta 40, y doblando a la altura del paraje Bajo Caracoles para tomar la Ruta 39. Nos sorprenderá a mano derecha la vista de un gran macizo de granito, que es el cerro más alto de la provincia: el monte San Lorenzo. Luego de 70 kilómetros y perdiendo de vista el gran cerro, se llega a la próxima localidad: Lago Posadas. Allí es posible hospedarse, pedir más información y pertrecharse de alimentos para realizar nuestras aventuras.
El hito de este lugar, es el famoso Arco de Piedra. Una curiosa formación rocosa emplazada en el lago Posadas, que fue erosionada a lo largo del tiempo. Siguiendo el mismo recorrido se llega a una lengua de tierra que desciende de las montañas y divide los dos lagos: el Posadas, antes mencionado, y el Pueyrredón. Una vez atravesado este istmo, se puede bordear toda la costa del Pueyrredón y llegar a otro lugar fabuloso: la garganta del río Oro. El color violeta de la roca, y el turquesa en gran contraste con la estepa es un verdadero espectáculo. Recorriendo estos caminos también es posible encontrar estancias, refugios y lodges donde dormir. Antes de abandonar Lago Posadas, Melisa recomendó visitar Cerro Los Indios para seguir conociendo la historia del poblamiento de la región a través de las pinturas rupestres.
5- Ruta Escénica 41
A pocos kilómetros de la salida de Lago Posadas encontraremos el cartel que nos indica que allí comienza la Ruta 41. Son 150 kilómetros de distintos paisajes prístinos y vírgenes. La fotógrafa recomienda no dejar descansar las cámara ni un sólo momento para captar esas postales. Esta ruta de ripio entre la cordillera y la gran meseta del lago Buenos Aires (una altiplanicie que se ve constantemente en todo el circuito del viaje) muestra los diferentes ambientes y biodiversidad nativa de la región.
Aquí se pasará de la estepa patagónica, al bosque andino contemplando lengas y ñires, además de numerosos cerros volcánicos y formaciones geológicas muy curiosas. Allí se pueden observar ríos, montañas y abundantes aves. Para este recorrido se recomienda ir despacio, contemplar cada rincón y acompañarse de la audioguia vehícular que desarrolló la Secretaría de Turismo de Santa Cruz y la fotógrafa recomendó rescargar con tiempo, ya que en las rutas no hay señal de celular. Al atardecer llegará otra sorpresa: un gran espejo de agua que parece infinito y es el lago Buenos Aires. Anuncia que la próxima localidad está cerca.
6- Lago Buenos Aires y RNU Laguna de los Juncos
Los Antiguos es un pueblo que no necesita demasiada presentación. Conocido como la Capital Nacional de la Cereza es el destino de producción de fruta fina más austral de nuestro país, y se ubica al pié de la sexta maravilla: el lago Buenos Aires o Chelenko, como lo llamaban los tehuelches. Siguiendo por la Ruta Provincial 43 se llega a la costanera del lago.
Allí se puede realizar diferentes actividades como kayak en verano, pesca o simplemente caminar por sus costas. Contiguo al lago Buenos Aires se encuentra la Reserva Natural Urbana Laguna de los Juncos, con senderos interpretativos para admirar la flora del lugar, tomar unos ricos mates y disfrutar del paisaje. Melisa recomienda no irse de Los Antiguos sin visitar las chacras productoras de cereza que deleitarán con ricas meriendas preparadas por sus dueños y exquisitos dulces de producción local.
7- Parque Nacional Patagonia - Reserva Natural Silvestre La Ascensión
Dejando atrás a la Capital Nacional de la Cereza y siguiendo rumbo al Parque Nacional Patagonia, se continúa por la Ruta Provincial 43. A 17 kilómetros de la anterior localidad encontramos de mano izquierda la entrada a la Reserva Natural Silvestre La Ascensión. Es una de las primeras estancias de la zona, fue restaurada y hoy es parte de la red de Parques Nacionales de nuestro país. Protege la meseta del lago Buenos Aires y una especie endémica de la provincia de Santa Cruz: El Macá Tobiano. Se trata de un ave zambullidora, que en verano anida en las lagunas de altura de la meseta. En el Parque podremos pernoctar en el área de camping libre “Caburé”, realizar cabalgatas por la costa del lago Buenos Aires o para los amantes del senderismo recorrer los diferentes circuitos con distintos grados de intensidad. Melisa recuerda que es necesario registrarte en el Centro de Informes y llevar provisiones.
Cómo llegar al noroeste de Santa Cruz
El aeropuerto más cercano a esa región de Santa Cruz es el Aeropuerto Internacional General Enrique Mosconi, a 12 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Desde allí puede tomarse un bus de larga distancia hasta el primer destino, alquilar un auto para disponer de mayor libertad y flexibilidad en la aventura u, obviamente, llegar en vehículo propio. Para más información del noroeste de Santa Cruz, visitá corazondelapatagonia.com
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