Cada paso que Cande Tinelli da en sus redes sociales, provoca diferentes reacciones en sus más de 4,5 millones de seguidores. La hija de Marcelo y Soledad Aquino suele acudir a su cuenta de Instagram para compartir detalles de sus looks y sus tatuajes, manifestarse en contra del maltrato animal y a favor del cuidado del medioambiente y compartir algunos pequeños detalles de su vida personal.
Más recientemente, “Lelé” dejó ver algunas imágenes de lo que fue un acontecimiento que sin lugar a dudas marcará un nuevo comienzo en su vida: comenzó a borrar el impactante tatuaje que tiene en su tórax. En teoría, los tatuajes son definitivos, “para siempre”. Al menos, todo lo que “para siempre” puede significar en la vida de una persona. Sin embargo, desde hace un tiempo esto también ha cambiado, y eliminar los tatuajes es una posibilidad real.
La doctora Julia de la Torre, médica especialista en estética (MN 165527) y directora médica de EF Medical Group, centro que la joven eligió para eliminar parte de su tatuaje del tórax, destacó que “se trata de un tatuaje que hace tiempo Cande quiere borrar. Si bien son tratamientos que hoy podemos realizar todo el año, esta es una zona de mucha exposición -no solo solar sino también social- y como después del tratamiento puede quedar enrojecida es mejor realizarlo ahora en otoño”.
“El temor de Cande era que llegara a quedarle alguna cicatriz como consecuencia del tratamiento. Ella anteriormente había tenido una mala experiencia cuando quiso removerse un tatuaje chiquito hace muchos años con otro tipo de tecnología que quemaba la piel”, aseveró la experta.
Para ella, es importante remarcar la diferencia entre las tecnologías que se usaban antiguamente y el láser de picosegundos. “Con PicoWay es que podemos romper la tinta para que el cuerpo la pueda eliminar sin romper la capa profunda de la piel y sin que queden cicatrices. La piel es como cualquier otro órgano: si lo rompemos va a quedar una cicatriz”, aclaró.
Cuando se habla del uso del láser sobre el cuerpo humano suele pensarse en cierto tipo de tratamientos vinculados con la medicina estética, como depilación, rejuvenecimiento, eliminación de arrugas, mejoría de la flacidez, remodelado del contorno corporal.
Sin embargo, la aplicación de diferentes tipos de luz también existe en áreas como la dermatología, la oftalmología, la urología, la flebología. Así, se utiliza para tratar cicatrices de diverso tipo y origen, manchas en la piel, onicomicosis (hongos en las uñas), eliminación de tatuajes, terapia para tratar el melasma y la rosácea, y hasta la etapa temprana de la incontinencia urinaria.
“Así fue que decidimos iniciar el tratamiento y, en el caso de ella por ser una zona sensible especialmente a nivel del esternón y por la magnitud del tatuaje, hubieron algunos sectores en los que infiltramos anestesia local. En las zonas que no estaban infiltradas de todas maneras lo toleró muy bien ya que el dolor que genera el equipo, o la tinta cuando estalla dentro de la piel es muy similar al que se siente cuando una persona se tatúa y como ella tiene mucha experiencia en tatuajes no tuvo inconveniente en poder tolerar muy bien el tratamiento”, detalló De La Torre.
La experta destaca que más de un 60% de las personas que se hacen tatuajes se arrepienten y quieren borrarlos. “Hoy, con la llegada del láser de picosegundos ha habido un cambio en la concepción del tatuaje: ya no es para siempre. Yo le digo a las personas que quieren borrar un tatuaje que averiguen y miren muy bien con qué tecnología les van a realizar el tratamiento y con quién van a realizarlo para asegurarse de que no les quede cicatriz, ya que es preferible tener un tatuaje que no nos gusta a tener una cicatriz”, dijo.
Según la especialista, los motivos por lo que la mayoría de las personas deciden quitarse un tatuaje “son de lo más diversos”. “Están los que se los hicieron cuando eran jóvenes y ahora ya no los identifican. Otros creen que pasaron de moda. Algunos los preferían en sus versiones original y no en las que se convirtieron con el correr de los años. Y como siempre, están los que se tatuaron nombres o iniciales de personas con las que ya no se relacionan”, reveló.
Respecto a la tecnología que eligió la influencer, el doctor Lucas Zurlo, cirujano plástico (MN 121.820) describió: “El Pico Way es el láser más potente, capaz de eliminar lo que hasta hoy era permanente. Es el primer avance importante en el borrado de tatuajes en los últimos 20 años. Comparado con los rayos antiguos, el nuevo láser de picosegundos reduce el periodo de tratamiento a la mitad y puede extraer tinta de colores (rojo, celeste y verde) que anteriormente apenas reaccionaban al tratamiento”.
“Hoy -continuó Zurlo-, no hay colores que el láser no pueda tratar. Esto es ya más un mito que una realidad la tecnología de pico segundos como Pico Way tienen aplicadores especiales para cada tipo y cada color de tinta. De esta forma permite eliminar los colores casi en su totalidad”.
“La zona en la que está ubicado el tatuaje también es algo que influirá en la duración del tratamiento. Generalmente, decimos que cuanto más cerca del tórax nos encontramos menos sesiones van a requerir y a medida que nos alejamos hacia las extremidades, suelen ser necesarias más sesiones”, agregó el profesional.
Y finalizó: “No es lo mismo remover uno que se encuentra cerca del mediastino del tórax que uno que se encuentra más alejado porque el láser lo que hace es romper los pigmentos para que las células de la inmunidad puedan removerlos, puedan sacarlos de ahí”.
Para finalizar, De La Torre concluyó: “En cuanto al dolor, el tratamiento en sí es doloroso porque las tintas se encuentran depositadas en las capas profundas de la piel que es dónde están los nervios que nos hacen sentir el calor, el frío o el dolor. Al romper las partículas de tinta, esas terminaciones nerviosas se rozan y se siente un dolor pero que al ser súper rápido se tolera bien. En caso que la persona no lo tolere, siempre puede aplicarse anestesia tópica”.
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