Cecilia Suárez es magnética. No solo por su delicada belleza y porque es una estrella en el firmamento artístico de México -y del mundo- por al éxito arrollador de la serie La casa de las flores, que la tuvo como protagonista, sino también por su convencido compromiso social. Arrancó hace unos años con la causa medioambiental y Greenpeace y ahora llegó al sombrío terreno de las violencias contra las mujeres y las niñas. Un grito agudo de época que ella no quiso dejar pasar.
El 1 de julio de 2020, el Secretario General de la ONU António Guterres, la nombró, sin dudarlo, como Defensora global de The Spotlight Initiative de las Naciones Unidas, con el objetivo de generar conciencia pública, participar en la promoción y apoyar los esfuerzos globales de comunicación y visibilidad, para así poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todas sus formas.
En el ancho y triste abanico de las violencias contra las mujeres, a Cecilia la obsesiona aportar trabajo y voz para detener los femicidios, que actualmente tanto en la región latinoamericana como en el mundo, las cifras que muestran son escalofriantes.
El tic tac de los femicidios corre más rápido que las propias manecillas del reloj en todo el globo. En México mueren 11 mujeres por día. En Irán, esta semana murieron asesinadas más de 700 niñas estudiantes con gas, por el solo motivo de que no inciten a la rebeldía a otras mujeres contra el régimen talibán. En la Argentina surge que solo en el mes de febrero 2023 la organización La Casa del Encuentro registró 56 víctimas de violencia de género. Como consecuencia, 45 niños y niñas quedaron sin mamá.
Cecilia Suárez levanta su voz sobre estos temas y señala a Infobae que “es imprescindible para frenar el feminicidio dotar de perspectiva de género a la justicia”.
Este panorama sombrío para las mujeres y las niñas hay que transformarlo, y desde ahí se erige con todos sus socios globales la fuerza y potencia de la Iniciativa Spotlight. Esta semana en su último informe la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA) publicaron un dato alarmante: al ritmo actual de progreso, alcanzar la igualdad de género llevará aproximadamente 300 años.
Cecilia ama visitar Argentina y aprovecha cada vez que viene a ver teatro en Buenos Aires. Nunca se quiere ir. A María Cecilia Suárez de Garay, conocida profesionalmente como Cecilia Suárez, sus nominaciones al Premio Ariel y al Emmy Internacional los reconoce como parte de su fama, pero por sobre todas las cosas los atesora para darle más potencia a su voz.
Las cifras que compila la Iniciativa Spotlight son devastadoras. La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo. Una de cada tres mujeres ha sufrido en el globo violencia física o sexual. Las mujeres y las niñas sufren de manera desproporcionada violencia, feminicidio, violencia sexual, violencia sentimental, o son víctimas de la trata o de prácticas nocivas.
¡No dejar a nadie atrás!
Spotlight. Un haz de luz sobre los hechos tiene que servir para visibilizarlos, conocerlos y debatirlos. Que se vean todas las tramas, los hilos y que no quede nada oculto.
La Iniciativa Spotlight es el mayor esfuerzo en el mundo destinado a poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas. Con especial atención en la violencia doméstica y familiar, la violencia y las prácticas perjudiciales sexuales y basadas en el género, el femicidio, la trata de seres humanos y la explotación sexual y económica (de mano de obra).
Como fondo de demostración para la acción en torno a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, demuestra que una inversión significativa, concertada y amplia en igualdad entre los géneros y eliminación de la violencia puede marcar una diferencia en la transformación de las vidas de las mujeres y las niñas.
—Cecilia, advierto una situación paradojal en el tema violencia contra las mujeres hoy. Por un lado, se visibiliza y se habla más que nunca sobre el tema; y se logró un consenso social global que la condena y repudia. Y por el otro, hay muchas asignaturas pendientes, muy enquistadas sobre todo en nuestra región. Las cifras no se detienen. ¿Cómo analizás esta especie de paradoja o de vaivén alrededor del tema?
—Cecilia Suárez: Son todos retos, asignaturas pendientes como bien vos las llamás. Y son retos verdaderos, porque lo que se está removiendo es una estructura de muchísimo tiempo, muy bien armada y pensada, en donde los roles han sido asignados con precisión. Y desarmar todo eso, desarmarlo internamente, es un trabajo que lleva tiempo, paciencia y mucho amor también. Y de mucha entereza.
Los cambios llevan tiempo. Hay muchos grupos críticos respecto a los esfuerzos que se hacen, y sobre todo, a los presupuestos que se asignan a ciertas cosas o a ciertos programas, y quieren resultados inmediatos. Esta es una problemática tan profunda y tan añeja que no van a ver resultados de inmediato. Se verán algunos de inmediato. Pero esta es una lucha a largo plazo, para realmente modificar y cambiar y ver todo con otra luz.
—Lo describís como una trama que se irá construyendo en el tiempo, y estamos en un tiempo tan polarizado que pide cambios urgentes, cambios ¡ya! ¿Cómo se hace?
—Como pasa en Internet ¿no? todo es inmediatez. Y no puede todo ser así de inmediato. Las violencias contra las mujeres y las niñas son una problemática que entra a lo más hondo de lo que es estar aquí como ser humano. Tiene que ver con ¿Qué es ser mujer?¿Qué significa ser hombre?¿Qué me define a mí como hombre? ¿Cuál es el mandato que yo debo cumplir y cuál es el mandato que me ha sido asignado como mujer?
De modo que desentrañar todo eso, desarmarlo, lleva tiempo, lleva conciencia, un despertar a la conciencia, mucha información y mucha voluntad de las instituciones por apoyar esa modificación y ese cambio.
—Exacto, hay que incorporarlo, hay que vivenciarlo...no solo declamarlo
—Sí, exacto. Las instituciones se tienen que fortalecer para que las iniciativas contra los femicidios o las violencias contra las mujeres no sean efímeras, que aparezcan y desaparezcan. Que no sean moneda de cambio del poder de turno o que sean una moneda de cambio electoral. Que sean programas o iniciativas que se queden realmente enquistadas, ahí con fuerza.
—¿Cuáles son los objetivos y el ADN de Spotlight Initiative impulsada por las Naciones Unidas?
—La Iniciativa Spotlight es un esfuerzo conjunto entre las Naciones Unidas, la Unión Europea, y los gobiernos, en este caso de Argentina, y la sociedad civil para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres y niñas, focalizada particularmente en femicidio. Pero abarca muchos otros temas. O sea, el programa abarca, por ejemplo, las masculinidades, prevención, seguimiento de los distintos temas.
La alianza de la Iniciativa Spotlight con la sociedad civil se rige por tres claves, la primera es que sea un enfoque basado en los derechos humanos. La segunda, el principio de “no olvidar a nadie”, y la tercera, la propiedad nacional.
—En el caso argentino, y ahí encuentro conexión con el caso mexicano, la emergencia del movimiento feminista explotó públicamente ante algunos casos de femicidios emblemáticos. Una sociedad que dijo ¡basta! ante tanto horror, y para que no se repitan. Como fue la marcha tan importante de Ni una menos en 2015. Para que no sean slogans vacíos, ¿Cómo se articula con una iniciativa como la de Spotlight y cómo los hacemos perdurar?
—Primero tenemos que ser conscientes de que tenemos que defender los derechos de las mujeres en todo el mundo. No puede ser una cosa que pase, que se transite, que tenga apoyo institucional y de repente sea sencillo sacarlo de la agenda.
Los derechos de las mujeres y las niñas a nivel global nunca están a salvo, siempre hay que estar vigilantes. Cuando hemos llegado a acuñar un logro, un derecho que está ahí, hay que resguardarlo y estar vigilantes. Eso por un lado.
Además, creo que se necesita de mucha voluntad política. De un marco jurídico que haga que las cosas cambien. En donde de verdad se vean consecuencias a quienes han sido violentadores y en donde la sociedad civil tenga un rol crucial.
El trabajo de la Iniciativa Spotlight se basa en investigaciones que extienden la creencia de que el liderazgo y el profundo compromiso de la sociedad civil son el núcleo de un cambio transformador y sostenible en la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas. Por lo tanto, la sociedad civil, en particular los movimientos feministas y defensores de los derechos de las mujeres, es un aliado fundamental de la Iniciativa Spotlight. Esto incluye a aquellos que representan a grupos que se enfrentan a formas interrelacionadas de discriminación.
—Los diferentes Estados en el mundo buscan cada uno sus propias cajas de herramientas para enfrentar las violencias contra las mujeres. En el caso argentino, existe un Ministerio de la Mujer, hay Fiscalías de la Mujer. Hay un clamor de la sociedad civil para terminar con tanto horror como representan los femicidios. Pero todo parece no alcanzar. ¿Cómo dotamos a estas cajas de herramientas de poder de transformación real?
—Si me preguntas qué es lo más importante a lograr para que todas esas cajas de herramientas no desaparezcan, si no que se fortalezcan, y queden estructuradas, es el marco jurídico. Como en cualquier problemática que tienen nuestros países, ¿Por qué no funcionan las cosas en muchos de nuestros países? Porque el marco jurídico es débil o inexistente. Es decir, no hay ningún respaldo de la ley. La ley existe pero no hay ninguna consecuencia. Mientras eso siga así, seguiremos viendo la misma realidad. Mientras, los jueces o las juezas no reciban perspectiva de género tampoco van a cambiar las cosas.
Y este es un camino hacia la revictimización permanente, sistemática, cuando una sobreviviente tiene que atravesar aquello.
—¿Y dentro de Spotlight Initiative qué nuevos proyectos o ideas tienen para que el marco jurídico alrededor de las femicidios empiece a cambiar ?
—Spotlight Initiative tiene muchos brazos que han trabajado muy arduamente. Una de mis ideas favoritas, es una línea, la Línea Hablemos, que está dirigida y pensada hacia masculinidades que es una de las cosas de las que no se habla. Es decir, este tema se piensa como un problema de mujeres cuando este es un problema de la sociedad. Y lo que hemos evitado ver es ¿Qué pasa con los hombres? ¿Qué construye a un hombre para que se convierta en un violentador?.
—Tal cual...
—Y también preguntarnos si los chicos -los más jóvenes- se están preguntando, se están alcanzando a preguntar qué me hace ser hombre. Es decir, tenemos que de verdad trabajar muy arduamente en la reconstrucción y construcción de otro tipo de masculinidades. Y que se entienda desde la mirada masculina que esta labor infinita, inmensa, que hemos hecho las mujeres también es para ellos.
—A los hombres se los necesita y es importante que también participen
—Exacto y todo esto también los libera a ellos. ¿De qué? Del marco en el que se les ha metido para ser hombres, en donde la ternura está completamente fuera de su alcance, la duda, la dulzura, el sentir, el hablar. Tantas cosas que les han sido negadas y prohibidas; y a las que ellos también tienen derecho.
—¿Y ya que nombraste a los jóvenes, ves en ellos -centennials, millennials- a estos aliados indispensables para todo esto?
—Es donde más cambio veo yo. Por mi actividad de actriz, tengo que convivir con gente de todas las edades, y cuando converso con jóvenes de 20 y tantos, de 30 años, sí que noto una diferencia en cómo se entienden ellos mismos y en cómo ven el movimiento de las mujeres, y cómo ven su labor o su presencia. Todavía temerosa pero sí veo otro tipo de hombre, otra masculinidad ahí presente entre los jóvenes.
—Cecilia, sos una actriz muy reconocida en el mundo, una estrella, y además tenés un compromiso social muy importante. ¿Qué crees que vio la ONU en vos? ¿Sirvió tu estelaridad, tu carrera?
—Que soy muy simpática (risas). Creo que vieron claramente mi voluntad. Cuando vivía en México colaboré con Greenpeace muchos años, y sigo colaborando. (N. de la R.: Actualmente Cecilia vive en España). Ellos son mis primeros maestros en activismo, una vez que te inyectan esa vacuna, luego es imposible quedarte sin hacer nada. Es como obsceno no participar, no usar tu voz.
Y además entiendo lo que yo hago y la visibilidad que mi trabajo me da como un privilegio para comunicar sin dudas y desde mi punto de vista.
—Habrás seguido el drama de las estudiantes en Irán envenenadas por ir a la escuela y por agitar el régimen talibán... ¿Cómo puede ser que esta tragedia casi medieval ocurra en este tiempo del siglo XXI?
— Sí, lo he seguido. No hay manera de digerir eso. No hay cabeza capaz de comprenderlo. Está quien le llama la ira de Dios ¿no? Creo que es un momento de mucho descontrol que también ha dejado la pandemia.
Pero concretamente si hablamos de derechos de la mujer nos deja un claro ejemplo de que no estamos hablando de cosas exageradas. Es decir, de verdad la problemática puede llegar a niveles insospechados. Bueno, como el caso de mi país, donde once mujeres son asesinadas por día.
Un cono de luz
El nombre de la iniciativa —Spotlight significa “foco” en inglés— recuerda que, a menudo, esta violencia tiene lugar en la oscuridad, se niega o se oculta. Con nuestros esfuerzos, podemos sacarla a la luz pública, convertirla en el centro de atención y tomar medidas para eliminarla. Así se podrá hacer realidad la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
La campaña de las Naciones Unidas también pone en relieve la importancia de invertir de manera específica en las mujeres y las niñas, condición indispensable para alcanzar el desarrollo sostenible de acuerdo con la agenda 2030.
Spotlight Initiative se trata de una iniciativa sin precedentes, de carácter mundial y plurianual, que ha contado con una inversión inicial de 500 millones de euros, con la Unión Europea como financiador principal. Cuenta con la colaboración de otros donantes y asociados que han ampliado el alcance y magnitud de la campaña.
Para financiarla, se emplea un fondo fiduciario de las Naciones Unidas, administrado por la oficina de los Fondos Fiduciarios de Donantes Múltiples, apoyado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y ONU Mujeres, y supervisado por la Oficina Ejecutiva del Secretario General.
El órgano administrativo de la Iniciativa Spotlight es presidido por Amina J. Mohammed, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas, y Federika Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad/Vicepresidenta de la Comisión Europea, quienes proporcionaron la orientación estratégica general de la Iniciativa.
La Iniciativa Spotlight es el mayor esfuerzo en el mundo destinado a poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas. A garantizar inversiones significativas para la sociedad civil es una prioridad básica para la Iniciativa Spotlight y las organizaciones de mujeres a nivel nacional y local son los principales socios de la Iniciativa Spotlight en todas las esferas de resultados.
Se considera que la sociedad civil está en el centro de los cambios transformadores y sostenibles. Como fondo de demostración para la acción en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estamos demostrando que una inversión significativa, concertada y amplia en igualdad entre los géneros y eliminación de la violencia puede marcar una diferencia en la transformación de las vidas de las mujeres y las niñas.
Para participar del debate en las redes sociales #SpotlightFinDeLaViolencia.
Fotos: Gustavo Gavotti
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