De todos sus extraños y maravillosos accesorios de diseño, Carrie Bradshaw siempre ha tenido una afinidad especial por su baguette Fendi.
En Sex and the City -y, más recientemente, en la secuela And Just Like That...- esta icónica cartera pequeña, de dimensiones rectangulares, de la casa fundada en Roma se convirtió en sinónimo del personaje de Sarah Jessica Parker.
Los fans de la serie recordarán su enfrentamiento con un ladrón en la tercera temporada, cuando éste amenazó con llevarse su querido accesorio, a lo que ella respondió: “No es un bolso, es una baguette”.
El respaldo de Bradshaw ha alimentado la popularidad de esta icónica pieza fashionista, atrayendo posteriormente a una generación más joven de compradores. Entre ellas: Gigi Hadid, que recientemente fue vista con un mini baguette floral en Nueva York, ciudad natal de Bradshaw.
El alegre bolso de la supermodelo contrastaba con sus clásicos jeans y abrigo marrón de lana, seguro de su propia marca, Guest In Residence, especializada en prendas de punto.
Gigi y su hermana Bella son propietarias de varias baguettes entre las dos, y se decantan por estilos extravagantes bordados y adornados de los que Carrie estaría orgullosa. ¿Y la última versión floral de Gigi? La estrella de Sex and the City estaría encantada.
Después de todo, este pequeño y elegante bolso -que recibe su nombre por haber sido pensado para llevarse bajo el brazo, como francesas y franceses suelen trasladar su tipo de pan preferido- existe desde hace 25 años.
El diseño pensado por la nieta de los fundadores de Fendi, Silvia Venturini Fendi, para llevar “como pan bajo el brazo”, que por su tamaño permite llevar lo indispensable pero que cuenta con un asa para llevarlo colgado del hombro, revitalizó a la marca a fines de los noventa y a partir de entonces se convirtió en un clásico que la marca confeccionó en distintos tipos de géneros y materiales y que, además, otras marcas adaptaron tras el furor.
Sin embargo, cuando la hija de Anna Fendi y tercera generación de la maison fundada en Roma en 1918, sugirió crear una cartera de tamaño pequeño que se pudiera llevar como se llevan las célebres barras de pan francés bajo el brazo, hubo cierta resistencia. En ese momento, todo era minimalismo y el mercado lo dominaban artículos como mochilas de nylon de Prada.
El hoy célebre bolso rectangular con pequeña correa y el logo de la doble F que cierra la solapa apareció por primera vez en esta versión: en un textil de lana color beige y una correa extraíble. Más tarde, se lanzaría en mil y una opciones: repletas de lentejuelas, bordados y diamantes.
El bolso está disponible en tres tamaños principales: estándar (27 cm de largo x 15 cm de alto), multi (28 cm de largo x 17 cm de alto, con dos correas) y siguiendo la tendencia de microbolsos, uno mini (19 cm de largo x 11,5 cm de alto).
“Fue un día muy especial cuando diseñé este bolso; las estrellas se alinearon. El horóscopo decía que era un día Fendi”, aseguró alguna vez la creadora de uno de los ítems de moda más inoxidables.
Recientemente, la pieza que Bradshaw hizo famosa en la tercera temporada de la serie, fue la inspiración para dar pie a la colaboración de Fendi con Tiffany & Co. para celebrar juntos los 25 años de su creación, convirtiéndose así en la cartera más cool del 2023.
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