Vuelta a clases: cómo recuperar las rutinas que ordenan la vida

En pocos días, los chicos estarán nuevamente en las aulas, retomando las obligaciones cotidianas fuera de casa y dejando atrás las vacaciones. Por qué esta instancia del año puede ser positiva y qué aconsejan los especialistas

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La vuelta a la rutina
La vuelta a la rutina puede ser una instancia positiva ya que los niños sociabilizan y están en movimiento (Getty)

El mes de febrero está asociado con la vuelta a clases de los más chicos. Las instituciones educativas van abriendo sus puertas paulatinamente para recibir a los niños tras las vacaciones de verano, que van llegando a su fin. Retomar la rutina y los menesteres cotidianos es, en algunos casos, una tarea dificultosa. No obstante, los profesionales coinciden en que esta etapa del año es un puntapié positivo y constructivo para la sociabilidad y el aprendizaje.

Está claro que el descanso es necesario y merecido, pero volver a las aulas o a las actividades extracurriculares genera una apertura a mundos nuevos que son relevantes para el crecimiento de los menores.

En ese tono, Fernando Burgos (MN 81759) jefe del Área Ambulatoria de Pediatría del Hospital Universitario Austral e integrante de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), planteó en diálogo con Infobae: “La vuelta a clases genera emociones y estrés tanto en los niños como en los padres. Por eso es importante que haya, en los días previos, una charla directa con los más chicos, mirándolos a los ojos y explicándoles la importancia de lo que es la escolaridad. A la escuela no sólo se va a aprender sino también a socializar y a tener amigos. Esta explicación, que parece obvia, hay que darla porque eso también crea confianza y seguridad”.

Estar cerca de ellos cuando
Estar cerca de ellos cuando entran a clases es una buena forma de sobrellevar el fin de las vacaciones (Getty)

Bajo estos preceptos, Burgos dejó algunos consejos para incentivar a los más chicos que van a comenzar las clases, sobre todo en primer grado. “Es muy recomendable acompañarlos a la escuela en su primer día, hacerles un desayuno con su comida favorita o ponerles algún dibujo o un mensaje de ‘te espero’ o ‘te amo’”. ¿El objetivo? “Que si ellos se sienten en algún momento en soledad o afligidos por separarse de sus padres —sobre todo después de las vacaciones— tengan ese acompañamiento”, dijo el especialista.

Y agregó: “Es importante formar un equipo de padres del colegio, es decir, ponerse en contacto con los demás y tener la posibilidad de organizar rápidamente una reunión o un café para conocerse. Si tenemos padres seguros, vamos a tener hijos seguros”.

Por su parte, la psicóloga y escritora Beatriz Goldberg (MN 6235) dialogó con Infobae y aportó: “No es bueno que los chicos estén en eternas vacaciones, porque no habría un corte en el tiempo de ocio. Si las vacaciones son buenas es porque después hay una rutina. Un tiempo libre eterno sería muy aburrido. La rutina organiza a la familia y a todo el entorno”.

Para Goldberg, “es fundamental y necesario que los menores puedan socializar, jugar y estar en un entorno organizado. La rutina escolar da tranquilidad y un espacio para que los padres organicen sus propios tiempos. Además, hay muchos feriados y están los fines de semana, no se trata de una rutina eterna”.

Hay que hacer especial hincapié
Hay que hacer especial hincapié en la alimentación saludable durante el ciclo lectivo, con al menos cuatro comidas al día (Getty)

“Cuando los días de descanso son continuos no se valoran ni se disfrutan. Hay que buscar estímulos positivos y diferentes para crecer. Cuando los padres están 24 horas con los chico puede llegar un momento de agotamiento que no es bueno”, precisó la psicóloga. Asimismo, según su visión, “la pandemia ayudó a revalorizar los espacios escolares porque los chicos estaban en la casa casi sin rutina, no había un corte. A los niños los tranquiliza y les da una certeza saber que tienen horarios o días estipulados”.

Otro profesional consultado por Infobae fue el pediatra Adrián Giannotti (MN 90998), quien apuntó que, en general, “los niños tienen plasticidad para volver a la rutina. Son seres activos, se suelen adaptar bien a los cambios y a lo que representa volver a la vida social, pero no deja de ser una situación de estrés”.

Para que esta instancia del año sea fructífera, “hay que acompañar a las preferencias del niño en un entorno social adecuado, atendiendo todos los aspectos de su integridad. Se sugiere supervisar el medio social en el que se mueven y observarlo continuamente; y también hay que cuidar la salud mental”, de acuerdo a lo que argumentó Giannotti.

La salud en la vuelta a clases

Más allá de las sugerencias para afrontar la rutina, Giannotti hizo hincapié en la importancia de los chequeos médicos: “Antes de empezar las clases, uno pone más énfasis en lo que respecta a la participación en actividades físicas y a la constancia del cuidado de la salud. Como el deporte pasa a ser parte de la vida cotidiana del chico (por ejemplo, en las clases de educación física) los chequeos médicos previos al ingreso a clases son importantes. Hay que puntualizar si el chico está en condiciones de hacer deporte y hacer el certificado de aptitud fisica”.

Los certificados de aptitud física
Los certificados de aptitud física son fundamentales para retomar el deporte (Getty)

A su turno, el doctor Burgos recordó la importancia de cumplir con todas las vacunas del calendario nacional. “Las vacunas previenen enfermedades y esto es fundamental, teniendo en cuenta que los niños van a sociabilizar y a estar en contacto con otros. Los chicos que están en edad escolar son los que más transmiten enfermedades”.

Para el profesional, durante esta etapa, hay que promover “una alimentación saludable y también hablar con los colegios para que se cumpla este objetivo”. Por lo tanto, “si preparamos viandas, que contengan frutas, verduras y fibras que colaboran con la salud digestiva. Además, es esencial que cumplan con las cuatro comidas del día, sobre todo pensando en quien hacen doble escolaridad”, cerró Burgos.

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