Hace seis años, la cantante colombiana Shakira presentaba su canción “Me enamoré”: “La vida me empezó a cambiar la noche que te conocí. Tenía poco que perder. Y la cosa siguió así”.
Como Shakira, muchas personas buscan o quedan sorprendidos por el enamoramiento. Pero construir un vínculo amoroso sostenido en el tiempo -a veces- cuesta y puede ser tortuoso. Desde diferentes corrientes de la psicología, tres expertos compartieron con Infobae cuáles son las recomendaciones para tener en cuenta al enamorarse y arriesgar.
La atracción por el otro puede llegar rápido. Según un estudio de neurociencias realizado por Semir Seki, de University College del Reino Unido, una persona sólo se tarda una quinta parte de segundo en saber si alguien le atrae. Implica una subida de dopamina que implica deseo intenso y fijación en la otra persona.
Varios estudios indican también que algunas zonas del cerebro se excitan cada vez más cuando alguien ve la cara de la persona que ama o por la que se siente atraído. “El amor empieza en el cerebro, no en el corazón”, dijo la psicóloga Susan Albers-Bowling, de la Clínica Cleveland de los Estados Unidos. “Cuando las personas dicen estar enamoradas, tienen un tsunami de actividad en el cerebro”, acotó.
Si la primera etapa del enamoramiento se basa en la atracción, la segunda consiste en quitarse las gafas o anteojos y ver realmente a la persona que atrae. Es normal trasladar expectativas y deseos a la otra persona en un esfuerzo por ubicarla dentro el molde de romance con el que siempre se ha soñado.
1- Con quién entablar una relación tras el enamoramiento
El doctor Eduardo Keegan, profesor titular de psicoterapia y director de la especialización en psicología clínica y terapia cognitiva de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, explicó: “Uno se enamora de la idea que se forma de la otra persona, no de la persona real. Lo que nos atrae y lo que nos conviene pueden no coincidir”.
El enamoramiento —aclaró Keegan— supone una idealización transitoria del otro. “Es un estado que sesga nuestra visión del otro, como lo plantea la famosa canción “When A Man Loves A Woman” (Cuando un hombre ama a una mujer). El tema no es tanto de quién nos enamoramos sino con quién decidimos mantener una relación una vez que conocemos más a esa persona”, señaló.
Las personas con infancias felices suelen tener una visión más positiva y saludable de sí mismos, y pueden sentirse más inclinados a elegir personas estables como ellas mismas, comentó.
“Las características de personalidad inciden también: las personas que buscan novedad se enamoran y desenamoran más rápido que otras. Es importante entender que la intensidad del enamoramiento no predice la solidez de una relación”, advirtió.
El doctor Keegan brindó un consejo realista: “Disfrutar la relación sin sobrestimar su significación sería lo ideal. Pero en general no nos sale si realmente estamos enamorados”.
2- Relanzar permanentemente el vínculo
Para Gabriela Goldstein, doctora en psicología y presidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina, “el enamoramiento tiene un momento hipnótico. Se siente como si estuviera en una burbuja con la otra persona”, y detalló cuestiones para tener en cuenta.
En primer lugar, hay que permitirse enamorarse: ”Hay que animarse al amor, aunque pueda causar dolor más adelante”, expresó Goldstein.
“El enamoramiento es también conmoverse por el otro. Pero hay que saber que no dura mucho tiempo. Después puede seguir una etapa de interés por el otro con amor. Es como una forma de enamoramiento más suave y no tan pasional”, aclaró. Aunque hay casos de parejas en las que enamoramiento empieza más suavemente que en otras.
Tras la etapa del enamoramiento, es clave construir una relación con el otro tal como es y correrse de la idealización. ”Cuando uno se enamora y no ve la imagen total del otro, completa al otro. Al conocerlo más, se puede sentir decepcionada. En cambio, al no quedarse fijado a un ideal del otro, se previenen decepciones. Porque la persona evita quedar pegada al ideal del primer momento”, explicó la especialista.
Otra recomendación es que hay relanzar permanentemente el vínculo. Esto hace que se siga eligiendo a la persona de la cual se enamoró. “Por ejemplo, se puede salir a comer afuera en el Día de los enamorados para festejar con deseo por el otro. Pero debería ir acompañado del deseo de mirarlo, reconocerlo y demostrarle amor”, afirmó.
Con el paso del tiempo, tras el enamoramiento, se puede discernir si el vínculo puede seguir adelante, si genera bienestar o simplemente no es lo que se desea. “Si no van sostenidos en el amor y el deseo, la construcción de una relación saludable es más difícil. La otra persona necesita ser deseada y reconocida”, resaltó.
Si una relación no avanza, “hay que tener en cuenta que siempre puede haber otra oportunidad”, subrayó. También Goldstein aconsejó realizar actividades gratificantes, como hacer deportes, caminatas, reuniones con amigos, hobbies, que permiten disfrutar también. “El placer no depende solo de tener una pareja”, acotó.
3- Aceptar las diferencias y construir un “nosotros”
Fernanda Rivas, licenciada en psicología, especialista en parejas y familias y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, sugirió que hay que tener presente que el enamoramiento es una etapa indispensable al comienzo de una relación. Pero también resulta un " espejismo”. “Se tiende a ver en el otro todo lo que se desearía ser y tener. El tiempo es un factor crucial para conocerse mutuamente y poder elegir”, indicó.
Para que una relación perdure y se fortalezca, “debe darse el pasaje del enamoramiento al amor. “Esta etapa implica trabajo, aceptar las diferencias entre ambos y saber que el otro es otra persona. No es una prolongación de uno mismo”, dijo Rivas.
En esa dirección, también hay que saber detectar las señales cuando una relación de pareja genera mayor malestar que bienestar. Un vínculo sano —resaltó Rivas— permite que ambos integrantes de la pareja sigan siendo ellos mismos, mientras pueden construir un “nosotros”.
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