Son las zonas del cuerpo que “delatan” la edad, donde primero se advierten los signos de envejecimiento. Sin embargo, coinciden los especialistas que son los olvidados de las rutinas de cuidado, y pese a que debieran extremarse las precauciones en esta piel más fina en la práctica sucede todo lo contrario.
Se trata de una piel más sensible y delicada, que en esta época del año aumenta su exposición al sol y demás factores externos.
“La piel del cuello y el escote es, de por sí, una piel más fina y al estar menos expuesta a los factores externos que, por ejemplo, la piel del rostro, suele ser más delicada y necesita cuidados más específicos”. Así comenzó a explicar a Infobae la médica cirujana Cristina Sciales (MN 66.744) los motivos por lo que es importante no desatender estas zonas del cuerpo en las rutinas de cuidado facial y corporal. “Podemos decir que en esas zonas sucede lo mismo que con las manos, que sin los tratamientos e hidratación necesaria, envejecen de manera prematura”, completó.
En el mismo sentido, la médica cirujana Johanna Furlan (MN 122.975) señaló que “la piel del cuello y del escote es una de las más finas y, por ende, delicadas del cuerpo”. “El proceso de envejecimiento de estas zonas es el mismo que se da en el rostro y en las manos -sostuvo-. Esto se debe a que posee una menor concentración de glándulas adiposas, que son aquellas que almacenan las grasas”.
Y tras asegurar que “esta piel se deshidrata con rapidez, lo que favorece que aparezcan arrugas en la zona”, la especialista justificó: “Esto es porque tiene menos melanocitos (células que protegen de los rayos del sol) que en el rostro. Esto hace que aparezcan manchas oscuras debido a la acción del sol”.
Por todo eso, enfatizó que “en estas zonas es necesario extremar los cuidados de la piel para evitar arrugas, flacidez y manchas. Además, con el paso del tiempo un rostro bien cuidado puede contrarrestar con un cuello y un escote con síntomas de envejecimiento”.
Con ellas coincidió la dermatocosmiatra Paulina Sayd (MN 35.689), para quien “es muy corto el tiempo que se pasa con un traje de baño expuestos al sol en relación con toda la vida”. “Las zonas más expuestas durante toda nuestra vida son el rostro, el cuello, el escote y las manos, y es en ellas donde se suele ‘delatar’ la edad de las personas”, destacó.
En opinión de la médica dermatóloga Cristina Pascutto (MN 57.831), “el cuello y el escote son los grandes olvidados ya que en general no se tiene en ellos un cuidado exhaustivo. Sufren tanto el daño por el envejecimiento como por el fotoenvejecimiento”. El sol fundamentalmente afecta la zona del escote, generando manchas y queratosis -agregó la asesora científica Sidus dermocosmética-. Además, se trata de una zona que sufre una extremada flacidez (se trata de una zona más fina que se deshidrata fácilmente). Por todo esto, deben ser cuidados en forma correcta. Tanto la humectación como la reestructuración deben ser pasos en la rutina diaria, no sólo de la cara sino del cuello y el escote”.
“En general cuando pensamos en mantener nuestra piel lozana, brillante y sin arrugas, nos enfocamos en la cara. Dedicamos tiempo, esfuerzo y dinero en diferentes rutinas diarias para el cuidado de nuestra piel, pero con demasiada frecuencia, pasamos por alto estas áreas importantes”, ahondó Pascutto, para quien “además, estas zonas del cuerpo pierden su elasticidad más rápidamente a medida que se envejece, ya que tanto el tejido conectivo como el tejido adiposos son más delgados haciendo que esta piel sea más fina, frágil y delicada generando extremada flacidez”.
- ¿Requieren cremas y cuidados especiales o basta con extender los activos y productos que se colocan en la cara?
- Sciales: Las necesidades de estas dos áreas no son las mismas, ya que en la zona del cuello el tratamiento se centrará en evitar la pérdida de elasticidad y su consecuente flacidez, que provoca el “descolgamiento” de la piel, por lo que es fundamental prevenirlo con activos reafirmantes y redensificantes. Otro problema concreto de la zona es la papada, que también podemos tratar con productos cosméticos y tratamientos en gabinete. En el caso del escote buscaremos evitar el aspecto deteriorado de la piel, ya que al ser más fina suele estar foto envejecida, por lo que debemos aplicar productos redensificantes y siempre protegerla del sol cuando llevamos esa zona expuesta.
Sabemos que las necesidades del cuello y escote no son las mismas que las del rostro, así que tampoco lo serán los productos de cuidado. Cuando buscamos un hidratante para el rostro, tenemos en cuenta las características particulares de cada piel. Hablamos de zonas con una piel más fina y delicada, por lo que debemos utilizar cremas hidratantes específicas, ya que su composición, textura, etc. serán distintas para adaptarse a las necesidades concretas: firmeza, anti-manchas, pieles oleosas, etc.
Tanto para hidratar en profundidad como para combatir los signos de envejecimiento prematuro, antes de una crema nutritiva debemos aplicar un sérum que, en este caso, sí puede ser el mismo que el de la cara: la vitamina C, el retinol, los factores de renovación o agentes reafirmantes como el DMAE (dimetilaminoetanol) son los activos preferidos para combatir el paso del tiempo.
Los compuestos o ingredientes más importantes para cubrir las necesidades reafirmantes de cuello y escote son: los agentes hidratantes y nutritivos, reafirmantes como el DMAE, antioxidantes y activos en la síntesis de colágeno y elastina como la vitamina C y lipo reductores en caso de necesitarlo, como la cafeína.
- Velia Lemel: en general yo trato de simplificar los cuidados ya que no toda la gente tiene la paciencia ni el tiempo como para usar distintos tipos de cremas. Sin embargo, hay cosas básicas para tener en cuenta, por ejemplo, la importancia de limpiar bien el cuello, tanto como el rostro.
Si bien el cuello tiene una piel más finita, y tiene menos elasticidad, tolera muy bien las cremas de la cara. Por ejemplo, si en la cara uso un retinol lo extiendo al cuello -menos cantidad porque es más sensible- si uso un hidratante lo mismo, una vitamina C también, etc. Lo importante es que la piel esté hidratada, no dejar que se reseque, ya que eso va a disminuir la elasticidad y va a hacer que esté más laxa. Esto no quita que haya cremas muy buenas para el cuello, pero tal como dije antes, por un tema de practicidad y también económico, suelo recomendar las mismas del rostro. En cuánto al escote, recomiendo utilizar las cremas de cuerpo; nutritivas, hidratantes, con vitamina A, con vitamina E.
- Sayd: Siempre es ideal poder prevenir y que siempre el profesional cuando trabaje en el cuidado del rostro se ocupe de la piel del cuello y escote, que es muy sensible.
Yo siempre recomiendo que las cremas que usan para el rostro, ya sea para limpiar, humectar o nutrir que también se extiendan al cuello. Si un cuello tiene mucha flacidez o la persona se nota papada hay cremas específicas, pero por lo general cuando una mujer cuida su rostro, las mismas cremas se recomienda aplicar en cuello y escote.
- Furlan: Para cuidar la piel del escote y cuello podemos extender la aplicación de la crema que usamos en la rutina, para hidratar el rostro, pero es ideal si empezamos a usar productos que sean específicos para la zona. Activos hidratantes como el ácido hialurónico, antioxidantes como la vitamina E, ceramidas que rellenen la piel e ingredientes que reafirmen y tengan acción antiarrugas, como las proteínas de la soja, el trigo o el silicio orgánico, así como los aceleradores de la síntesis de colágeno, son los aliados perfectos para el tratamiento de cuidado.
La rutina diaria obligatoria es: cara, cuello, escote y manos. Son cuatro zonas que sí o sí debemos cuidar todos los días.
Respecto al protector solar, la especialista aconsejó que “puede utilizarse el mismo para la cara y el rostro. La presentación del protector más adecuada es en crema, seguida del protector en spray”. “Asimismo, el FPS para este protector dependerá del propio fototipo y de cuánto vaya a estar el cuerpo expuesto al sol, pero pensar siempre en factores de protección altos, tanto para el rostro como el cuerpo -señaló-. No olvidemos que la piel del rostro es particular y podrá ser normal, seca, grasa o con acné. Y, dependiendo de esta característica, tendremos que elegir el tipo de fotoprotector adecuado para cada piel. Por ejemplo, si la piel es normal o seca, podemos utilizar protector en crema. Mientras que, si es grasa o con acné, se recomienda el uso de protector en gel”.
Tratamientos no invasivos para dar firmeza a esas zonas
“Muchas mujeres cuidan de manera constante su rostro y cuando tienen una fiesta quieren usar un peinado elegante o un vestido escotado y ahí notan flacidez o arrugas en el cuello”, comenzó en este punto a explicar Sayd, quien a la hora de recomendar tratamientos destacó que utiliza “la misma lógica que en el rostro, de injuriar la piel para promover que produzca colágeno y elastina y así ayudar a tensar papada o mejorar la flacidez del cuello”.
La dermatocosmiatra reconoció que “por lo general a partir de los 40 años las mujeres buscan tonificar el cuello y escote y devolver el contorno perdido al rostro”, y destacó que “cada piel es distinta y en algunos casos antes de hacer este tipo de tratamientos se necesita hacer alguna renovación celular, peeling, pulido para dar pasaje a los activos y luego poder hacer radiofrecuencia, dermapen”. “Si hay que humectar se usan activos para ese fin, pero por lo general en cuello y escote hay que tonificar y en ese sentido, argireline y DMAE son productos de elección para eso”, finalizó.
Pascutto agregó que “en cuanto a tratamientos novedosos en consultorio médico, la aplicación por vía inyectiva de inductores de colágeno como el ácido hialurónico, hidroxiapatita de calcio y el ácido poliláctico resultan muy beneficiosos para estas áreas”. Al tiempo que Lemel sumó que “hay tratamientos para cuello con bioestimuladores que estimulan la formación de colágeno”.
“Por otro lado, se pueden utilizar hilos tensores, tanto para cuello como para la zona mandibular y la papada -ahondó-. La zona de la papada tiene un músculo que nace en el borde mandibular y sigue para todo el cuello; se trata del músculo cutáneo, un músculo muy superficial que se trata cuando se usa toxina botulínica para el cuello. En cuanto al escote, también se usan bioestimuladores y ácido hialurónico cómo hidratante. No hay que olvidarse de los láser como el Candela, que se utilizan para cuello y escote, y además de suavizar también quita las manchas”.
Para Furlan, “fundamentalmente se debe pensar en tratamientos que permitan, primero, mantener la zona de cuello y escote, hidratada. El plasma rico en plaquetas es ideal para esto. En la parte líquida de la sangre (plasma) se encuentran unas moléculas (factores de crecimiento) que son los encargados de estimular las células para que realicen de forma óptima su trabajo”.
Y agregó: “Los bioestimuladores también son ideales para recuperar la elasticidad, nos referimos a ingredientes como el ácido hialurónico, el ácido poliláctico, la hidroxiapatita de calcio o la toxina botulínica, complementados con la tecnología NIR y ultrasonido focalizado”.
En este punto, Sciales apuntó sus recomendados a la hora de tratar estas zonas en el consultorio.
“Lo último en hidratación en gabinete es el tratamiento Flash Beauty, la más avanzada tecnología en aparatología para el cuidado facial que nos permitirá recuperar la belleza de la piel de forma inmediata”, comenzó.
En sesiones de 30 minutos, indicadas para todo tipo de piel, y con resultados visibles desde el primer día, este tratamiento trabaja sobre las impurezas, elimina células muertas e hidrata, enriquece y tonifica la piel. “Los resultados son notorios desde el comienzo del tratamiento y consisten en difuminar líneas de expresión y arrugas, lograr una mayor firmeza y elasticidad de la piel, aportar un tono uniforme en el cutis, aportando más brillo, permitir una textura de la piel más sedosa, mejorar la calidad de la piel grasa, aportar más hidratación a la piel seca y eliminar poros dilatados”, detalló.
Por otro lado, “Exilis Elite se trata de una tecnología médica de vanguardia para el tratamiento no invasivo y eficaz indicado para aplacar los signos visibles del envejecimiento en cara, cuello y escote”. El tratamiento consiste en la aplicación de la radiofrecuencia monopolar y ultrasonido, que en alrededor de cuatro sesiones logra “una notable reducción de los acúmulos de tejido adiposo, redefine intensamente contornos corporales, mejora visible de la flacidez cutánea facial y corporal, aumenta la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, todos efectos progresivos y sostenidos en el tiempo”.
“Aunque veremos un efecto flash desde la primera sesión, los resultados son acumulativos y normalmente el tratamiento dura entre dos y tres meses. Después se aconsejan algunas sesiones de mantenimiento espaciadas en el tiempo”, finalizó la cirujana.
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