Argentina es un vasto país que, de norte a sur, se extiende por más de 4.000 kilómetros. En el medio, conviven montañas, playa, valles y paisajes de lo más variados. Los denominadores comunes en todos los casos son la belleza y la diversidad. Estas dos cualidades han atraído más de una vez a directores de cine de prestigio internacional, que tuvieron a nuestro país como musa inspiradora para sus producciones.
En menor o mayor medida, todos estos destinos que repasaremos a continuación aparecieron en escenas de importantes películas mundiales. Con los colores del norte, del litoral, de la Capital Federal, de la cordillera de los Andes y del fin del mundo, la magia argenta dijo presente en la pantalla de los cines.
La impronta salteña
Corría el principio del siglo XXI cuando el director estadounidense, Gus Van Sant, convocó, entre otros, a sus compatriotas Matt Damon y Casey Affleck. ¿El objetivo? Viajar a las Salinas Grandes de la provincia de Salta, al norte de Argentina, para rodar las escenas de Gerry, una película que se presentó ante el público a fines del año 2002.
Esta locación está ubicada a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, en un enclave dominado por el inigualable color blanco del cuarto salar más grande de Sudamérica. Lamentablemente, por cuestiones climáticas (el frío comenzó a ser un escollo), el filme de Van Sant debió trasladar sus equipos al Valle de la Muerte, en California, Estados Unidos, para terminar su trabajo. Al margen de este detalle, no hay dudas que este exótico paisaje inspiró la trama de Gerry, compuesta por la aventura de dos amigos a través de un desierto.
Una peripecia en el litoral
Actor, director, productor: todo eso y mucho más fue -y es- el estadounidense Harrison Ford para el mundo del cine. Una de sus actuaciones más icónicas e inexpugnables fue en Indiana Jones, la saga de cuatro entregas que repasó las aventuras arqueológicas y hostiles de un héroe bien terrestre. Un dato curioso de la -por ahora- última aparición de este filme, fue que algunas escenas se grabaron en las movedizas aguas de las Cataratas del Iguazú, en Misiones.
Para una de las grandes películas de la historia, nada mejor que una de las siete maravillas naturales del mundo. El inconfundible sonido acuático de los saltos como el San Martín y la Garganta del Diablo acompañó a Indiana Jones mientras buscaba a la calavera de cristal de Akator. Esta película, dirigida por Steven Spielberg, se estrenó en 2008.
Los aires de la capital
Por las calles y por los barrios de la Ciudad de Buenos Aires corren las esencias históricas de inmigrantes, de argentinos y del Río de la Plata: la impronta porteña es indudablemente diversa. Tanto, que alguna vez llamó la atención de los famosos actores Will Smith y Margot Robbie, que encarnaron a dos estafadores enamorados en la película Focus, que vio la luz en el año 2015.
La línea H del subte, Puerto Madero, La Boca, San Telmo, Barracas, Retiro y Recoleta fueron algunas de las locaciones elegidas por los directores estadounidenses John Requa y Glenn Ficarra. Una de las escenas más recordadas transcurrió en Caminito, cerca del estadio de Boca Juniors, La Bombonera. Allí, Smith y Robbie se reencontraron para limar asperezas laborales y amorosas.
La nieve montañosa
La Cordillera de los Andes, en su paso por la provincia de Mendoza, es una atracción turística y un refugio silencioso por excelencia. Es difícil explicar las sensaciones que nos rozan el corazón al observar las montañas, los lagos y los bosques andinos. Posiblemente, ese disfrute inigualable atrajo al director francés, Jean-Jacques Annaud, para crear Siete años en el Tíbet (1997).
En esta trama, protagonizada por el eterno Brad Pitt, se pueden observar las andanzas de un alpinista que quería llegar a lo más alto del Himalaya. En el medio, un escollo: lo encarcelaron los británicos en un campo de concentración. Otro dato de color de la película es que, por unos segundos, apareció en escena la estación de tren de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.
La Patagonia neuquina y un ¿error? histórico
X-Men es una exclusiva saga de trece películas con paisajes, miradores y enclaves de toda clase. La quinta entrega de esta historia, promovida en el año 2011 por el director inglés, Matthew Vaughn, tuvo un breve extracto filmado en Argentina, particularmente en Villa La Angostura, provincia de Neuquén.
Esta pequeña ciudad del sur del país es una de los epicentros de los colores cordilleranos.
En esta producción, Magneto, interpretado por el actor alemán Michael Fassbender, intentó resolver algunas dudas existenciales de su vida.
Por unos segundos, la cordillera neuquina le dio color a la historia. Sin embargo, la anécdota no quedó ahí: un aparente error del equipo de trabajo provocó que, durante la escena, apareciera el nombre de la ciudad de Villa Gessell, que, en rigor, está en la costa atlántica de nuestro país.
Escenas del fin del mundo
En Tierra del Fuego, la isla que se asienta en el límite más austral de Argentina, también quedaron reminiscencias de una ficción del cine. The Revenant (El Renacido), filmada durante el año 2015, llegó a las frías nieves de Ushuaia para que Leonardo Di Caprio, que interpretó al personaje Hugh Glass, siguiera su derrotero por los bosques tras atravesar una serie de problemas de supervivencia.
El director mexicano, Alejandro González Iñárritu, eligió a Canadá y a Argentina para darle forma a una idea basada esencialmente en el frío y en la hostilidad. El éxito de esta película fue rotundo y obtuvo tres premios Óscar: mejor fotografía, mejor actor y mejor dirección.
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