“No quiero ni imaginarme lo que puede salir de acá”, comienza diciendo Luli Fernández para contar cuáles son sus imprescindibles, aquellas cosas que no pueden faltar en su cartera. Arranca por el celular. “Si me lo olvidó, no importa donde esté, tengo que volver. Prefiero salir sin billetera que sin celular, a ese nivel”, dice de entrada.
“Tengo un corpiño sin bretel. La realidad es que me cambio a veces dos o tres veces por día, porque cuando salgo del programa suelo tener eventos o conducciones y este producto es necesario para toda cartera de dama, porque cuando tenés algún vestido con bretel finito, te salva”, cuenta.
Luli saca las llaves de la camioneta y muestra su llavero. “Me resultan muy funcional. Tengo un hijo de 3 años y medio, con lo cual necesito disponer de mis manos libres”, dice esta mujer que lleva también un neceser de retoque de maquillaje. “Alcohol en gel. Esto es lo mejor que nos dejó, me parece, esta pandemia que fue tan dramática para todos. Lo he incorporado, está buenísimo”, cuenta.
“Paletita de labiales claritos, labiales nude. Dos pinceles y un hidratante de labios. Llevo corrector de ojeras también, que nunca falte corrector de ojeras. Y a falta de uno, tengo dos por las dudas. Para mí tiene la misma importancia el polvo compacto, porque no hay nada que me moleste más ver que cuando te brilla la cara y parece que estás transpirada, pero no lo estás. Bueno, lo evitas con el polvo compacto sobre el corrector”, cuenta.
Luli sigue sacando cosas: delineador de labios, una labial y una máscara de pestañas. “Llevo otro hidratante de labios, un pincel para labial y otro labial más”, enumera.
A la modelo le gusta mucho leer. “La gente no sabe que leo un montón. En cada momento que tengo libre, leo. Y muy es heterogéneo todo lo que leo, porque en mi cartera podés encontrar un libro de autoayuda o un libro de economía, como tengo en este momento”, detalla.
Siendo madre lleva juguetes en su cartera. Se trata de un helicóptero de madera de Indalecio. “Se le salió algo que engancha la hélice y está sacado. Le prometo que me ocuparé de resolverlo”, dice entre risas.
Luli dice que come mal por eso siempre tiene a mano una barrita de cereal. “Hago un gran esfuerzo para comer mejor cada día, por eso llevo una barra. Como mucha porquería porque estoy poco en casa”, cuenta.
Anteojos, otro de sus imprescindibles. “Me pasó que en la pandemia con el barbijo, dejé un poco de lado el anteojo, porque con el barbijo se me empañaba. Y ahora los volví a sacar los anteojos, así que tengo estos que me los compré en algún viaje”, explica.
Fernández lleva un collar de ámbar. “Lo incorporé cuando lo tuve Indalecio, al poco tiempo, le puse a él un collar de ámbar. Dicen que es bárbaro, como que te soluciona todos los problemas. Te soluciona la vida, lo tengo siempre puesto. Y cuando no va con el look me lo saco y después me lo vuelvo a poner”, detalla.
“Tengo muchos accesorios, porque como contaba, con respecto al corpiño que cambio de look varias veces al día, es necesario cambiar los accesorios. Entonces tengo básicos como una cadenita dorada, que ahora el doradito, vieron, es como que va con todo”, sigue Luli.
La modelo dice que no anota nada el celular. “Todo en la agenda papel. Y acá llevo un conteo de todos los trabajos, que voy haciendo con fecha de facturación, fecha de cobro, todo eso me lo ha enseñado mi agencia cuando empecé a trabajar. Lo hacía a los 14 años. Tengo 34, imagínense el tiempo que hace que conservo esta costumbre y tan mal no me ha ido”, dice.
“Y por último la billetera, ¿qué tendré en la billetera? todos menos plata, porque siempre voy con la tarjeta débito, suelo salir sin plata. Y tengo la foto de mi hijo que me acompaña en todos lados. Ahora díganme cómo meto todo de nuevo en la cartera”, cierra entre risas.
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