Stop Edadismo, la campaña que aboga por la identificación y eliminación de la discriminación por edad

La discriminación por edad conduce a una salud más pobre, al aislamiento social, a muertes tempranas y cuesta a las economías miles de millones de dólares. La importancia de actuar con rapidez para aplicar estrategias eficaces, según especialistas en la materia

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El edadismo influye en la salud a través de tres vías, la psicológica, la conductual y la fisiológica (Getty Images)
El edadismo influye en la salud a través de tres vías, la psicológica, la conductual y la fisiológica (Getty Images)

La discriminación por edad o “edadismo”, se produce cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas provocando daños, desventajas e injusticias. Puede adoptar muchas formas, como prejuicios, discriminación y políticas y prácticas institucionales que perpetúan creencias estereotipadas.

Según un informe de las Naciones Unidas sobre el edadismo, se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, además de reducir su calidad de vida, y cuesta cada año miles de millones de dólares a la sociedad.

En el informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se pide actuar con urgencia para luchar contra el edadismo y realizar evaluaciones e informes sobre este problema con miras a revelarlo como lo que es: una sigilosa pero devastadora desgracia para la sociedad.

La respuesta para controlar la pandemia de COVID-19 ha mostrado lo extendido que está el edadismo: en el discurso público y en las redes sociales se han estereotipado a las personas mayores y a los jóvenes. En algunos contextos, la edad se ha utilizado como único criterio en el acceso a la atención médica y a terapias que salvan vidas y en el ordenamiento de confinamientos.

Alicia Moszkowski es responsable de Group Conseil y representante de Aging2.0, una red internacional que trabaja en la intersección de tecnología y mejora de la calidad de vida de la gente grande (Crédito: Santiago Saferstein)
Alicia Moszkowski es responsable de Group Conseil y representante de Aging2.0, una red internacional que trabaja en la intersección de tecnología y mejora de la calidad de vida de la gente grande (Crédito: Santiago Saferstein)

El edadismo se filtra en muchas instituciones y sectores de la sociedad, incluidos los que brindan atención sanitaria y social, así como en el lugar de trabajo, los medios de comunicación y el ordenamiento jurídico. El planteamiento sobre cuestiones sanitarias basado únicamente en la edad está bastante extendido. En una revisión sistemática de 2020 se concluía que en el 85% de los 149 estudios revisados, la edad determinaba quién recibía determinados procedimientos o tratamientos médicos.

Las personas adultas más mayores y más jóvenes se ven a menudo desfavorecidas en el lugar de trabajo, y el acceso a una educación y formación especializada se reduce significativamente con la edad. El edadismo contra los más jóvenes se manifiesta en muchas esferas, como el empleo, la salud, la vivienda y la política, donde sus voces suelen ignorarse o rechazarse.

Para Maria-Francesca Spatolisano, Subsecretaria General de Coordinación de Políticas y Asuntos Interinstitucionales del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, “el edadismo contra las personas más jóvenes y más mayores ocurre con frecuencia, no está reconocido, no se lucha contra él y tiene consecuencias de largo alcance para nuestra economía y sociedad. Juntos podemos evitar este problema. Únanse al movimiento y luchen contra el edadismo”.

“El mayor desafìo es terminar con el edadismo y con el auto-edadismo y construir una sociedad para todas las edades. Aunque a nivel mundial hay una tendencia a gestionar la diversidad generacional como forma de aumentar la creatividad y la productividad, en Argentina todavía es una estrategia incipiente. Reconocer que el prejuicio en contra de las personas por cuestiones de edad es un problema social a solucionar porque es una de las principales causas de discriminación en el mundo”, explicaron en diálogo con este medio Mercedes Jones, socióloga especializada en Longevidad Positiva, y Alicia Moszkowski, abogada, asesora en estos temas y creadora de una comunidad que nuclea a mujeres de más de 50.

Las personas mayores que se ven como una carga para los demás pueden acabar pensando que su vida tiene menos valor y, como consecuencia de ello, son más proclives a la depresión y el aislamiento social (Christin Klose)
Las personas mayores que se ven como una carga para los demás pueden acabar pensando que su vida tiene menos valor y, como consecuencia de ello, son más proclives a la depresión y el aislamiento social (Christin Klose)

Este tipo de discriminación tiene consecuencias graves y amplias para la salud y el bienestar de las personas. Entre las personas mayores, el edadismo se asocia con una peor salud física y mental, un mayor aislamiento social y soledad, una mayor inseguridad financiera, una menor calidad de vida y unas mayores tasas de muertes prematuras.

Se calcula que 6,3 millones de casos de depresión en todo el mundo son atribuibles al edadismo. El problema se entremezcla con otras formas de prejuicios y desventajas, como las relacionadas con el sexo y la discapacidad, lo que tiene un efecto negativo sobre la salud y el bienestar de la población.

“La pandemia ha puesto de relieve las vulnerabilidades de las personas mayores, especialmente las más marginadas, las cuales suelen enfrentarse a actitudes discriminatorias, que se superponen a diferentes obstáculos, por ser pobres, vivir con discapacidades, ser mujeres que viven solas o pertenecer a grupos minoritarios”, sostiene Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Y añade: “Hagamos que esta crisis marque un punto de inflexión en la forma en que vemos, tratamos y respondemos a las personas mayores, para que juntos podamos construir el mundo de salud, bienestar y dignidad que todos queremos para todas las edades”.

En 2025 se duplicará el número de personas de 60 años o más y, en 2050, esta cifra alcanzará los 2000 millones. La gran mayoría de estas personas vivirá en países de ingresos bajos y medianos (Freepik)
En 2025 se duplicará el número de personas de 60 años o más y, en 2050, esta cifra alcanzará los 2000 millones. La gran mayoría de estas personas vivirá en países de ingresos bajos y medianos (Freepik)

El edadismo cuesta miles de millones de dólares a nuestra sociedad. En los Estados Unidos, por ejemplo, un estudio de 2020 mostraba que el edadismo, en forma de estereotipos negativos y de la imagen desfavorable que tienen las personas de sí mismas por motivos de edad, conducía a un exceso de costos anuales de US$ 63.000 millones en relación con las ocho enfermedades que más gastos generaban. Eso equivale a US$ 1 de cada US$ 7 empleados en esas enfermedades para el grupo de todos los estadounidenses mayores de 60 años durante un año.

En Australia se calcula que si un 5% más de personas de más de 54 años tuviera trabajo, se generarían cada año AUD$ 48.000 millones en la economía del país. En la actualidad hay pocos datos e información sobre los costos económicos que supone el edadismo, por lo que se necesita investigar más para comprender mejor sus consecuencias económicas, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos.

“Perjudica a todos, personas mayores y jóvenes. El problema es que a menudo está tan generalizado y aceptado —en nuestras actitudes y en políticas, leyes e instituciones— que ni siquiera nos damos cuenta de su efecto perjudicial para nuestra dignidad y nuestros derechos”, dice Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. “Tenemos que luchar abiertamente contra el edadismo y entenderlo como una violación de los derechos humanos profundamente arraigada”.

Luchar contra el edadismo

El edadismo puede traducirse en discriminación en muchos aspectos, empezando por el acceso a servicios sanitario (REUTERS)
El edadismo puede traducirse en discriminación en muchos aspectos, empezando por el acceso a servicios sanitario (REUTERS)

En el informe se señala que las políticas y leyes contra el edadismo, las actividades educativas en las que se mejora la empatía y se combaten ideas erróneas y las actividades intergeneracionales para reducir prejuicios ayudan todas ellas a reducir el problema del edadismo.

Se alienta a todos los países y partes interesadas a utilizar estrategias basadas en pruebas, a mejorar la recopilación de datos y la investigación y a trabajar juntos para crear un movimiento con el que cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en relación con la cuestión de la edad y el envejecimiento y para avanzar en el Decenio del Envejecimiento Saludable de las Naciones Unidas.

A comienzos de este año, se presentó la campaña de recogidas de firmas “Plantémosle cara a la discriminación por edad. #StopEdadismo” que se lanzó a través de Change.org con el fin de concienciarnos a todos de esta realidad de nuestra sociedad que está reclamando ponerse en la agenda social y política en muchos países.

“Sensibilizar sobre los procesos de envejecimiento mostrando la diversidad de perfiles de personas mayores, reclamar el mantenimiento de la propia identidad personal a lo largo de toda la vida y más allá de la edad, poner en valor el papel de los medios de comunicación como agentes de cambio ante el edadismo y sobre todo educar. Esas son las herramientas más importantes que tenemos para luchar contra él”, agregaron Jones y Moszkowski.

Y concluyeron: “Sería ideal que en las escuelas se transmitieran conceptos tales como inteligencia emocional, valoración de la experiencia de los mayores, emprendedurismo, educación financiera, entre muchos otros, para ayudar al real desempeño futuro en la vida. El respeto a los mayores, la valoración de su aporte, el respeto a su trayectoria, son conceptos que deberían aprenderse no solo en el hogar, sino también en la escuela desde temprana edad”.

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