La musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos, que busca optimizar la calidad de vida y mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual. Desde la la Musicoterapia Neurológica, la musicoterapia está basada sobre un modelo neurocientífico de percepción y producción de música, y la influencia de la música sobre cambios funcionales en un cerebro no-musical y funciones de comportamiento.
“En el trabajo con personas mayores, desde el espacio de musicoterapia hacemos hincapié en potenciar los núcleos salugénicos, y aumentar y mantener la reserva cognitiva de las personas mayores. El mismo puede llevarse a cabo en forma individual como grupal, siendo este último una oportunidad de encuentro e intercambio entre pares, fortaleciendo puntos de encuentro y lazos afectivos, evitando así el aislamiento”, explican las licenciadas Daniela Arévalo y Jorgelina Benavidez, musicoterapeutas del Equipo de Musicoterapia de INECO.
Ambas se desempeñan en el área de la neurorehabilitación de personas adultas con secuelas cognitivas, motoras, del lenguaje, emocionales y sociales por diversas afecciones neurológicas, desde la musicoterapia con enfoque en neurociencias.
Los objetivos que se plantean están basados en tres ejes. El Cognitivo, en donde se hace foco en los dominios cognitivos, preservando las capacidades cognitivas conservadas y optimizando su funcionalidad; el social, con foco en los vínculos y socialización; y la regulación emocional, en donde se brindan estrategias musicales de regulación emocional, además de propiciar un espacio de expresión y comunicación, en donde las personas mayores puedan ponerse en contacto con sus emociones, impactando en forma positiva en su estado de ánimo y en su autoestima.
Estos objetivos están atravesados por la motivación, lo cual favorecerá el trabajo atencional y de las demás funciones cognitivas. Los mismos se llevan a cabo a partir de intervenciones del musicoterapeuta desde la propuesta sonoro-musical, basados en evidencia científica.
Sabemos que cuando escuchamos o producimos música, se activa el cerebro a nivel global, participando diversas áreas del mismo. A su vez, sabemos que la memoria musical se mantiene conservada aún en períodos avanzados en personas con Enfermedad de Alzheimer.
“Como musicoterapeutas, indagamos sobre la historia sonoro-musical de las personas mayores, específicamente aquella música de preferencia, o ligada a su historia, para favorecer la continuidad identitaria, construyendo proyectos y recreándolos. A continuación les presentaremos algunas posibles sugerencias para optimizar la escucha de música de preferencia de las personas mayores”, dijo Arévalo.
“Es importante aclarar que estas posibles sugerencias no reemplazan un tratamiento de musicoterapia el cual implica un proceso de tratamiento, en donde se establecen objetivos terapéuticos orientados a la rehabilitación o estimulación de las distintas áreas: cognitiva, social, emocional, motora y/o comunicacional, en un proceso de tratamiento que se desarrolla y sostiene a través de la relación terapeuta-paciente”, sumó Benavidez
Aquí en exclusiva para Infobae, Ineco ideó estos cuatro ejercicios:
La clave está en la repetición de la práctica, aunque sean momentos breves. Es importante comprender que no hay recetas musicales y que la base de la música para el cultivo del bienestar y su impacto positivo en las funciones cognitivas, es identificar de manera individualizada cuál es su música de preferencia y darse el tiempo para escucharla como un hábito saludable de la vida cotidiana.
Es importante comprender que no hay recetas musicales, y que la música está asociada con la identidad de cada persona, por lo que cada uno podrá indagar en aquella música de preferencia, la cual tiene su impacto en el estado de ánimo.
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