Las consecuencias y los efectos más tangibles del cambio climático están cambiando no sólo el aire que respiramos o el agua que tomamos sino también la manera en la que viajamos por el mundo. El turismo sustentable, una práctica que prioriza los destinos con entornos naturales y las actividades al aire libre preservando el medioambiente, aparece en ese marco como una alternativa ideal.
Así las cosas, los actores sociales que están relacionados a la actividad turística buscan acoplarse y formar parte de esta iniciativa. Los hoteles, por supuesto, no son la excepción. En Argentina, la Asociación Hoteles de Turismo (AHT) es la encargada de certificar y de supervisar las buenas prácticas sustentables. Esto sucede en el marco del programa Hoteles Más Verdes, que surgió hace 10 años y que hoy en día cuenta con 133 alojamientos certificados con la denominada Ecoetiqueta HMV.
Los parámetros que observa la AHT para entregar estos sellos verdes son el ambiental, el sociocultural y el económico. En ese sentido, las medidas adoptadas pueden ir desde el ahorro de costos energéticos usando lámparas led hasta la decisión de cambiar las toallas sólo cuando el huésped lo solicita y no diariamente como suele suceder. Para llevar a cabo este proceso los establecimientos recurren a productos de calidad que, más allá de ser amigables con el medioambiente, también deben tener una utilidad perdurable para los clientes.
“La hotelería no deja de ser un negocio, entonces es importante que el proyecto también sea sostenible económicamente: que la gente vuelva y que haya nuevos clientes. Por eso si deciden no cambiar las toallas todos los días, ofrecen unas que son de buena calidad. Hay que pensar también que ni siquiera en nuestras casas cambiamos las toallas tan seguido”, explicó en diálogo con Infobae Daniela Finocc, coordinadora del programa Hoteles Más Verdes.
“Nosotros no les decimos a los hoteles cómo hacer estos procesos, más bien les indicamos qué aspectos deben tener en cuenta para concretarlos”, agregó Finocc. Bajo esa premisa, las políticas de sustentabilidad pueden ser diferentes en cada hotel. En algunos casos los turistas pueden encontrarse con campañas de reciclado y gestión de los residuos, con huertas cultivadas con compost e incluso con la reutilización del agua de la lluvia.
“Todas estas prácticas deben alinearse con la ciudad en la se encuentra el hospedaje. Por lo general, el turista argentino viaja a los destinos y no a los hoteles, entonces es importante que el alojamiento trabaje en conjunto con la comunidad local, con el ámbito publico y con las entidades educativas. Eso también es sustentabilidad”, aseguró la coordinadora de Hoteles Más Verdes.
De esa manera, cada hotel debe tener en cuenta no sólo los parámetros ambiental y económico, sino también el sociocultural. En este caso, la AHT observa cómo las empresas interactúan con la población local, con sus proveedores y con sus empleados: allí también está el núcleo de la sustentabilidad. Por caso, el organismo ha certificado a establecimientos que organizan eventos extralaborales para incluir a las familias de sus trabajadores.
“Suele pensarse que un hotel sustentable es de baja categoría, pero en realidad es al contrario: tenés que cumplir con estándares de calidad y a la vez satisfacer al cliente para que vuelva y para que recomiende tu negocio”, analiza Finocc.
El plan de acción sustentable
Para comprender y contextualizar cómo funciona cotidianamente un hotel verde, Infobae dialogó con Natalia Tello, gerente de Los Cauquenes, un resort ubicado en Ushuaia que recibió la certificación de sustentabilidad de la AHT. “Comenzamos con instalaciones para preservar el agua y la energía. Después implementamos el reciclado. Cuando recibimos la certificación le dimos una estructura interna y formal a las prácticas que ya veníamos aplicando”, indicó.
“Aplicamos un plan de acción anual que es auditado por la AHT. Nosotros debemos exponer ante ellos nuestra política sustentable con documentación y con evidencia”, agregó Tello. En ese contexto, Los Cauquenes cambió su iluminación por lámparas led y buscó a proveedores que sean de la zona y que comercialicen productos y servicios amigables con la naturaleza. “Además, cambiamos las bolsas de lavandería por otras biodegradables, eliminamos el plástico y tenemos un proyecto para trasplantar nuestra huerta hacia un invernadero y hacer producciones anuales”, concluyó la gerente del establecimiento.
Anualmente, la AHT supervisa las políticas sustentables de los hoteles y organiza una competencia para premiar a aquellos que mejor las llevan a cabo. El Concurso de Hotelería Sustentable se realizó en el marco de Hotelga, un evento con sede en La Rural al que también se sumó el rubro de la gastronomía. En 2022 resultó ganadora una posada de la ciudad de San Rafael, Mendoza.
“Es un trabajo pensado a corto, a mediano y a largo plazo. Los alojamientos certificados cumplen con condiciones que los van transformando en lugares más sustentables. Las decisiones que se toman hoy impactan en el futuro y pueden significar incluso un gran ahorro económico”, celebró Roberto Amengual, presidente de la AHT.
Viajes ecológicos
El turismo sustentable no convoca sólo a los hoteles o a los comercios, sino también a los viajantes, que deben adaptar sus actividades y sus decisiones al cuidado de la naturaleza. “Lo ideal es que las personas, durante sus vacaciones, participen de estas prácticas y después las apliquen en su casa”, dijo Finocc.
Así, por ejemplo, los turistas deben consumir productos locales de cada destino; elegir travesías cerca de la zona; minimizar la cantidad de residuos que producen; hidratarse con una termo propio; movilizarse en bicicletas; y respetar la fauna y la flora, entre otras cosas.
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