Único en su tipo, se encuentra en exploración desde 2004. El sitio arqueológico Ness de Brodgar, no tiene paralelo en la Europa atlántica. Contiene hallazgos espectaculares en sus tres hectáreas llenas de enormes estructuras de piedra. Situada en las Islas Orcadas, pertenecientes a Escocia, Reino Unido. Es una de las excavaciones pertenecientes a civilizaciones antiguas más importantes del mundo en la actualidad y está cambiando la comprensión de la cultura y las creencias del Neolítico Orkney (Orcadas) y está arrojando una nueva luz sobre la prehistoria del norte de Europa.
Su nombre deriva del nórdico antiguo nes (que significa promontorio, punto de tierra), brúar (puente) y garðr (granja). El llamado la Pompeya de Gran Bretaña, es un descubrimiento relativamente reciente. Fue Nick Card, especialista del Instituto de Arqueología de la Universidad de Highlands and Islands de Reino Unido, lo detectó cuando transitaba en un día de exploraciones con el clima ideal para los descubrimientos: bruma, frío y humedad. Junto a dos colegas, Jane Downes, de su misma oficina, y Julie Gibson, la arqueóloga del condado local. Entonces, se toparon con una loza que los sorprendió. Ese día, Ness de Brodgar, se convirtió en el sitio sagrado que marcó el devenir del tiempo.
Nunca imaginaron que tras esa pieza sumergida en el pasto y rodeada de las clásicas rocas de la región, se escondería el hallazgo neolítico más grande del mundo de la era moderna. Bajo sus pies, luego de 12 años de excavaciones, emergió un complejo asentamiento de edificios y estructuras construido hace 4.500 años que está revolucionando nuestra comprensión y percepción de lo que se conocía de la región y la época.
A unos 1.000 km al sur de las Islas Orcadas (Orkney, en inglés), en Whittlesey, condado de Cambridgeshire, ubicado en la región Este y cuya capital es Cambridge, los arqueólogos realizan su trabajo sobre artefactos y tesoros que reescriben la historia conocida.
Hallazgos dignos de películas de Hollywood se han producido en la región: el hacha encajada de finales de la Edad del Bronce de 3.000 años de antigüedad con el mango aún unido a ella, una figura de piedra del tamaño de una ficha de dominó encontrada allí se convirtió en la representación más antigua de un rostro humano encontrada en Gran Bretaña.
La zona vikinga por excelencia Ness of Brodgar es una angosta línea verde, apenas más ancha que un campo de fútbol, que se ha convertido en el centro de todas las miradas arqueológicas contemporáneas. Un equipo numeroso reúne a los excavadores profesionales con estudiantes y voluntarios. Se ha erigido una plataforma de observación pública y, además, se organizan tours a los diferentes focos de trabajo.
Nick Card fue nombrado el director del sitio de trabajo en Ness of Brodgar. El, y la gente que lo acompañó en los comienzos, no han perdido el asombro por un paisaje del Neolítico y la Edad del Bronce que ha emergido de debajo de las dunas de Cata Sands en la isla de Sanday.
Los especialistas están en estado de construcción. El cambio histórico que representan los hallazgos es tan dramático que sigue siendo fuente de especulación. Sin embargo, con el progreso de las excavaciones los especialistas consideran que la historia se irá configurando sola. Una de las tares desarrolladas sobre la losa de piedra que dio origen a todo el descubrimiento fue sometida a sondeos geológicos. El resultado determinó la existencia importante de intervención humana.
Entre las 21 estructuras hechas de arenisca de grano fino, se descubrió un depósito de arte, cerámica y otros artefactos. Para los especialistas, los materiales para construir este lugar fueron llevados desde varias partes de las islas por varios kilómetros, lo que sugiere que este fue un sitio de encuentro dinámico para comerciar o participar de ceremonias. Este asentamiento representa a un pueblo que transitaba, que era hábil y creativo, pero que no se condice con la idea de una población poco afecta a asentarse. Aunque existen evidencias de que éste fue un sitio vinculado a la agricultura de modo horizontal, con igualdad de aportes de todos los participantes, se comenzaron a detectar ciertos niveles de jerarquización de la comunidad.
El Corazón del Neolítico fue reconocido oficialmente como patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1999 e incluye Skara Brae, el Anillo de Brodgar y el Maeshowe, una antigua cámara funeraria iluminada por los rayos del sol en el solsticio de invierno.
Allí, se han reunido más de 40.000 trozos de cerámica acanalada de entre 2700 y 2800 a.C., cada uno de ellos es un tesoro. Lo llamativo, es que este tipo de piezas se encuentra en todos los condados de Inglaterra, pero los arqueólogos verificaron que estuvieron presente de 400 a 500 años antes que en cualquier otro lugar.
Entre los elementos que cambiaron el modo de entender la expansión vikinga y sus condiciones de vida, se destacan las runas encontradas en una granja a unos cientos de metros al noroeste del sitio de excavación donde, en 2007, se encontró un fragmento de una piedra de afilar nórdica en la capa superficial del suelo mientras se abría la zanja. La herramienta es posterior al complejo neolítico por 4.000 años, parecía haberse dejado caer o descartado, pro ahora se encuentran similares en las capas nórdicas del Ness.
Ahora los arqueólogos asumen que los nórdicos comenzaron a colonizar Orkney en el siglo VIII o IX d.C. y en poco tiempo las islas se convirtieron en un enlace vital en sus rutas marítimas occidentales.
Una excavación del siglo XIX reveló una cista funeraria que contenía una urna de esteatita (un tipo de roca) con un hueso cremado. La asociación de este tipo de roca con la era vikinga llevó a suponer que el montículo, y otros alrededor del círculo de piedra, eran el lugar de enterramiento de un guerrero vikingo, de las que se consideran las tumbas de los primeros escandinavos.
Un proyecto reciente ha sugerido que los lagos Stenness y Harray eran parte integral de una vía fluvial nórdica por donde los barcos entraran en el lago Stenness en el Brig o’ Waithe y desde allí al lago de Harray a través de las aguas poco profundas en el Brig o’ Brodgar. Si bien esta vía fluvial habría visto pasar barcos de calado poco profundo, es muy probable que el propio Ness haya conservado su papel prehistórico como ruta durante la era vikinga
Para el 9 de septiembre está programada la semana Orkney Viking. En el programa presencial se puede participar de las actividades de cetrería en Skaill House y el tour el Earl’s Bu en Orphir desde la Iglesia Redonda hasta el sitio de un molino horizontal y un almuerzo al estilo vikingo.
También se podrá realizar un taller práctico sobre cómo trabajar el lino. La producción textil era una parte importante de las responsabilidades diarias de las mujeres vikingas. Las fibras de lino se utilizaban para los textiles más finos, además de ser materia prima para la producción de cuerdas y cordeles.
En este evento, probará algunos de los procesos necesarios para transformar las plantas de lino en fibras trabajables y en la fabricación de un cordón. Los especialistas enseñan cómo los nórdicos usaban el lino y, mientras tanto, se escucharán algunas de las historias que contaban durante el trabajo. Para finalizar, el brindis del lino. Habrá talleres de runas, interpretación de inscripciones y un recorrido puntilloso con explicaciones del estado actual de las excavaciones y los últimos hallazgos.
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