Los numerosos factores a los que está expuesto el pelo -contaminación, frío o herramientas de calor- hacen que la rutina para un cabello sano cobre más importancia que nunca. Además de los numerosos productos y cuidados con los que podemos mimar la melena existen algunas reglas de oro para un pelo lleno de brillo, fuerte y sano.
“Si bien existen algunas recomendaciones estacionales, hay otras que son atemporales y que debemos tener en cuenta todo el año. Es necesario adaptar el cuidado del cabello y tratar de aportarle lo que se necesita según la época. Durante el frío el pelo se reseca porque aumentan los lugares con calefacción, por ejemplo. Pero aspectos como la hidratación son de vital importancia todas las épocas”, remarcó el dermatólogo y tricólogo Miguel Marti, en diálogo con Infobae en el Día Mundial del Peluquero.
Primero lo primero
El pelo es un filamento de estructura cilíndrica que crece en el cuero cabelludo humano y se divide en dos partes: una interna constituida por la raíz y folículo y otra externa, el filamento en forma de tallo que es el cabello visible propiamente dicho. El folículo piloso es una depresión en forma tubular en el cuero cabelludo que encierra la raíz, donde empieza el crecimiento del cabello. Cada cabello tiene su propio folículo, que varía en profundidad.
Una de las cosas realmente sorprendentes del cuerpo humano, señalan los expertos, es el hecho de que el folículo tiene esta capacidad de seguir regenerándose para que cada vez que se nos cae un pelo de forma natural, se reemplace por otro. Si hacemos un acercamiento a un filamento veremos que es una estructura tubular cuya parte inferior es el bulbo del folículo piloso, lo que se llama papila dérmica.
Más arriba, en el folículo piloso, están unos bolsillos de células madre que envían células hijas hasta el fondo o raíz del folículo y ellas son las que cíclicamente le dirán al folículo que haga emerger el filamento. Pero después de que termina la fase de crecimiento, o anágena, el folículo piloso pasa a una especie de fase de pausa en la que simplemente deja de emerger los filamentos.
Luego pasa a la fase de reposo o telógena, durante la cual el pelo comienza a caerse y la fase de crecimiento comienza de nuevo otra vez. Pero aunque biológicamente el cabello no es una estructura viva, esto no quiere decir que no haya una diferenciación entre cabello sano y el que no lo es
Si observáramos un filamento no dañado con un microscopio, podríamos ver una capa exterior, que es la cutícula, bien colocada, lisa y aplanada. Esta es una capa protectora sobre el cabello, contra cosas como el calor y los productos químicos. Con el tiempo, con la exposición excesiva a los rayos ultravioleta, o la exposición a otros factores, la cutícula se daña. “Muchas veces, el uso de mascarillas con aminoácidos o de protectores solares para pelo facilitan una mejora en la calidad del cabello”, añadió el especialista.
Una cutícula dañada provoca que el filamento se vuelva más poroso, lo que quiere decir que los productos químicos, el calor y el daño pueden llegar hasta el centro del cabello y debilitarlo de adentro hacia afuera. Esto puede verse en las puntas del cabello que se muestran abiertas, o cuando el cabello se vuelve más frágil y quebradizo o pierde su coloración.
Entonces, ¿qué debemos hacer para mantener la estructura de nuestro cabello sano? ¿Tenemos que dejar de usar secadores y planchas? Para los especialistas, en realidad tiene más que ver con la intensidad del calor de estos aparatos y también con la frecuencia con que los usamos. Por ejemplo, si usamos la plancha para alisar el cabello, lo ideal es que el calor sea de menos de 180° porque por encima de eso se empiezan a desnaturalizar o dañar las proteínas.
Lavarse el pelo todos los días: ¿sí o no?
El lavado del pelo es uno de esos temas sobre los que todos sienten la necesidad de dar su opinión. Algunos por experiencia propia, otros por recomendación de un especialista, y está aquel que aconseja sobre la base de lo que leyó o escuchó sin sustento en la voz de los expertos. Pero lo cierto es que si existe un tema referido al cuidado capilar que divide las aguas es si conviene o no lavarse el pelo todos los días.
Durante mucho tiempo se creyó que lavarse el cabello todos los días era nocivo para salud del cuero cabelludo, promovía la grasitud, aumentaba la caída del cabello, entre otras desventajas. Entonces, ¿conviene lavarse el pelo a diario? ¿Cómo? ¿Con qué shampoo? Esto lo que dicen los expertos.
“Lavar el cabello es el primer paso para sostener y lograr una buena higiene funcional del cuero cabelludo y lograr el mejor aspecto cosmético del pelo”. Consultado por este medio, Marti sostuvo que “el secreto, en este punto, es la elección del shampoo y del acondicionador que pueda brindarle al pelo lo que necesita y quedar conformes con los resultados”.
En este punto, el experto reconoció que “al shampoo se le exige todo, incluso que haga crecer el pelo, pero éste sólo limpia el cuero cabelludo”. “El encargado de dar el acabado final y de brindar el aspecto que deseamos es el acondicionador, pero no esos instantáneos que se usan en la ducha, sino aquellos que son cargados de proteínas, que brindan elasticidad y recuperan las cualidades físicas del cabello”, ahondó el especialista.
Para el especialista,”el secreto es elegir shampoo según el tipo de cuero cabelludo (graso, seco, sensible, descamativo, etc) y luego acondicionadores terciarios según las características del pelo (fino, grueso, con rulos, corto, largo, decolorado o alisado)”. “Pero si la pregunta es si conviene lavarlo todos los días, la respuesta es sí, y cuanto más frecuente es mejor”, finalizó el tricólogo.
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