Que son merecedores de su propio día, de un gran festejo, de juegos y muchos mimos, no hay ninguna duda, pero cuál es el objetivo de que se celebre un Día del Niño, como se lo llamaba en el pasado, o de la Niñez o las Infancias, como se lo denomina en el presente, ahora que por fin, cada vez más la sociedad está incluyendo a quienes un lenguaje restrictivo dejaba afuera.
Este día comenzó a festejarse hace más de 60 años en la Argentina, pero se gestó mucho antes en Europa, en los tiempos posteriores a la Primera Guerra Mundial (1914-1918). A raíz de los destrozos humanitarios que tuvieron lugar en el viejo continente, en 1924, se comenzó a generar conciencia sobre la necesidad de la protección especial para los niños.
Una de las primeras activistas fue Eglantyne Jebb, fundadora de la organización Save the Children que, con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja, impulsó la adopción de la primera Declaración de los Derechos de los Niños. En 1954 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso celebrar el 20 de noviembre el día del niño en todo el mundo, en busca de promocionar los derechos de los más pequeños.
Pero tuvieron que pasar 35 años desde el inicio del trabajo militante de Jebb, hasta que el 20 de noviembre de 1959, cuando con el voto unánime de los 78 estados entonces miembros de la ONU se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño.
Treinta años más tarde, en 1989, se estableció la Convención sobre los Derechos del Niño, que es el tratado internacional más ratificado de la historia. La ONU buscó estimular a los países a que establecieran una fecha para la celebración de un día especial con el objetivo de promover los derechos de los más pequeños y fomentar “la fraternidad y la comprensión entre los niños del mundo entero”, lo mismo que su bienestar social.
En la actualidad y, al menos para la mayoría de los países, parece obvio decir que lo lógico es que los niños tengan derechos elementales como el acceso a una vivienda digna, una educación digna que los prepare para la vida, poder tener comida todos los días para crecer sanos y no les afecte en su salud, pero lo cierto es que en muchas regiones esto está lejos de conseguirse.
En Argentina
Como cada cada año, este domingo, el tercero del mes de agosto, los niños y niñas de Argentina celebrarán su día. El festejo tradicional del Día del Niño se estableció en el país en 1960, a partir de la recomendación de la ONU, para destinar una jornada a promover el bienestar de los chicos y chicas con actividades sociales y culturales.
La celebración es de gran valor en el ámbito social y comunitario a lo largo y ancho del país, como una jornada donde niñas y niños son protagonistas a través del juego y la recreación. También se generan espacios de reflexión y ejercicio de sus derechos. Y con los años se fue sumando como un día en que el comercio, especialmente de juguetes, tiene uno de sus mejores momentos del año.
Día de las Infancias
Desde este 2020, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) impulsó el cambio del nombre a Día de las Infancias, para posicionar el enfoque de derechos con perspectiva de géneros y diversidad. Las autoridades de esas reparticiones del gobierno destacaron que es una forma de representar a la multiplicidad de vivencias de la niñez.
“Proponemos dejar de decir Día del Niño, porque queremos celebrar la diversidad de toda la niñez. Decir ‘niño’ no alcanza para representar las experiencias heterogéneas y múltiples de la niñez. Desde el Estado queremos nombrar una jornada en plural, que celebre a cada chica, chico, chique, gurí, changuito, mitai en guaraní, weñi en mapudungun, y sus diversos modos de vivir esta etapa de la vida”, señaló Gabriel Lerner, titular de la secretaría.
Por su parte, la secretaria de Articulación de Política Social, Erika Roffler, aseguró que “las palabras que usamos para nombrarnos es la forma en que entendemos el mundo. El lenguaje, como convención social y práctica cultural, muchas veces cristaliza y reproduce desigualdades, y para el Ministerio de Desarrollo Social -del que depende SENAF- es muy importante poder trabajar también desde la dimensión simbólica para transformar la realidad”.
Fue con el desafío de visibilizar las transformaciones producidas en los últimos años en el plano social, cultural y normativo, y con la premisa de que para desnaturalizar inequidades también es necesario trabajar en el plano de lo simbólico. Entonces, la propuesta, comunicada a su vez a las áreas de niñez provinciales y en diálogo con diversas organizaciones de infancia, fue bien recibida y se recibieron adhesiones de diversas provincias que celebraran desde hace dos años el Día de las Infancias.
Si bien, como se mencionó es un día global, a partir de la iniciativa de la ONU, no se celebra en todo el mundo en la misma fecha.
En el resto de América Latina, por ejemplo, se festeja el último sábado de abril en Colombia, en México el último día de ese mismo mes, en Venezuela el tercer domingo de junio, en Uruguay el 9 de agosto, en Paraguay el 31 de mayo, en Brasil el 8 de octubre y en Chile coincide con Argentina en festejarlo el tercer domingo de agosto.
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