Es una alteración grave de la percepción mental del propio cuerpo. Todos nosotros tenemos una imagen corporal de nuestro propio cuerpo, pero en la anorexia nerviosa la persona cree estar muy gorda. Es decir, aunque tenga muy bajo peso, sea muy flaca, exageradamente flaca, quiere serlo cada vez más.
Este trastorno se trata de una enfermedad mental. De hecho, está clasificado dentro de las enfermedades de la psiquiatría. La persona, cuando se ve al espejo, aunque parezca sorprendente para el resto, se percibe con exceso de peso.
Quienes sufren de anorexia nerviosa, experimentan continuamente un miedo intenso por aumentar de peso, con lo cual hace lo imposible para bajar de peso. Si se trata de una mujer, casi seguro tiene amenorrea, es decir, no tiene más menstruación, por la cantidad de alteraciones hormonales que provoca la falta de nutrientes.
Ese miedo a aumentar de peso lo lleva a no comer prácticamente nada y realizar, en la medida que pueda, mucha actividad física para gastar aún más calorías y bajar de peso. O, incluso, generar vómitos o utilizar distintos mecanismos de purga.
Existen dos formas de presentación y decimos siempre que esto empieza en la adolescencia, en las personas jóvenes, sobre todo de sexo femenino.
En Argentina, una de cada tres mujeres jóvenes padece de trastornos alimentarios. En su mayoría se trata de la anorexia y bulimia nerviosa, según especificó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) en un informe en junio de este año. Esto representa un 50% más que los resultados arrojados por un estudio llevado a cabo en 2001.
Padres, docentes, familiares y amigos son fundamentales para la detección temprana del problema pero también para el acompañamiento posterior. De esta manera, informarse con responsabilidad es imprescindible para romper el estigma y tabú que existe alrededor de este tema. Un diagnóstico y tratamiento precoz mejoran notablemente la evolución y disminuyen las complicaciones y secuelas asociadas.
¿Cuáles son los tipos de presentación?
Uno es el restrictivo. El tipo de anorexia restrictiva es aquél en el cual la persona casi no come nada, se dedica a no alimentarse y la situación es muy clara. Lo hace con intensidad.
Y, el segundo, es el tipo compulsivo purgativo. No come pero tiene atracones de golpe. ¿Que es un atracón? Comer gran cantidad de alimento en muy poco tiempo, en forma compulsiva. Pero también, ¿qué hace después? Genera purgas o vómitos.
¿Cuáles son los síntomas?
Con este tipo de conductas aparecen señales corporales como disminución del peso, amenorrea, dolor abdominal, náuseas, vómitos, mal estado general, alteración del temperamento, del carácter y la conducta social. Generalmente, se trata de adolescentes. Pero también puede afectar a adultos en otra etapa de la vida.
¿Qué debemos hacer?
Lo fundamental, como frente a todas las enfermedades, es el diagnóstico precoz. Cuando uno observa a un chico que está bajando de peso, que se cuida exageradamente en la comida, ya no es normal. Consulte lo antes posible.
¿Cuáles son las terapias posibles?
Afortunadamente existen muchas opciones terapéuticas. El tratamiento tiene que ver con psicoterapia, con la terapia cognitiva o comportamental. Algunas veces, medicación. A veces, terapia familiar. Pero es importante, sobre todo, el diagnóstico precoz y el tratamiento a tiempo. Cuanto antes, mejor.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
SEGUIR LEYENDO: