En la calle Vicente López al 1661, en el barrio porteño de Recoleta, se encuentra el exclusivo restaurante Aramburu, que fue seleccionado para formar parte de Relais & Châteaux, una élite internacional de establecimientos de lujo enfocado en la gastronomía y la hospitalidad de excelencia. Gonzalo Aramburu es la mente (y manos) detrás de aquellos platos muchas veces considerados una obra de arte comestible.
“Nos honra poder formar parte de una tradición que lleva adelante la misión de promover la diversidad cultural y culinaria del planeta, con originalidad y respeto por las tradiciones. Es la esencia de nuestro proyecto: trabajar con productos locales en alianza con los productores para brindar una experiencia gastronómica única”, celebró en las redes sociales el cocinero al frente del prestigioso restaurante porteño que lleva su nombre.
Aramburu es el segundo emprendimiento argentino convocado para ingresar a Relais & Châteaux. Hace cinco años fue asociado Chila Alta Cocina, el reconocido restaurante de Puerto Madero cuya cocina está comandada por el joven cocinero Pedro Bargero. En ambos casos, los restaurantes fueron evaluados por el lema tradicional de las “cinco C” del grupo: caractère, courtoisie, calme, charme et cuisine (carácter, cortesía, calma, encanto y cocina).
“Era algo que estábamos buscando hace mucho. Es un reconocimiento a escala global que nos posiciona con un montón de restaurantes con lo que nunca pensamos que íbamos a estar vinculados, como el neoyorkino Eleven Madison Park o Mirazur del gran Mauro Colagreco. En las ‘cinco C’ por las que nos evaluaron andamos bien y nos sentimos muy cómodos. Nos pusimos a prueba para ver en qué nivel estábamos y la verdad es que nos fue muy bien”, sostuvo en diálogo con este medio el cocinero, considerado uno de los mejores del país.
Es que la premisa de cada plato que se realiza en Aramburu es que, a través de la preparación, se sienta una conexión con la historia que brinda la Tierra, que gracias a ella se obtienen los productos que luego serán parte de aquella explosión de sabores. “Damos alta cocina en un clima especial y estos dos factores conforman esto de la hospitalidad que es nuestro fuerte. Si tuviera que hacer hincapié en uno solo, creo que lo haría en la cocina”, agregó.
Qué significa ser “Relais & Châteaux”
Establecida en Francia en 1954, Relais & Châteaux es conocida por sus estrictos estándares de admisión que consideran tanto la calidad del servicio como el entorno en el que se brinda la experiencia. La historia de la asociación de hoteles y restaurantes de lujo comenzó en 1941 cuando dos antiguos artistas de music hall, Marcel y Nelly Tilloy, compraron “La Cardinale”, una finca en el valle del Ródano.
En 1952, los Tilloy comenzaron a contratar a otros hoteleros y dueños de restaurantes que compartieran el mismo nivel de calidad, excelencia y pasión por la buena cocina y el art de vivre. Dos años más tarde, este grupo se fusionó para crear Relais & Châteaux. Al principio, solo había ocho establecimientos a lo largo de la carretera entre París y la Riviera francesa. Hoy en día, hay más de 520 miembros que forman parte de la organización.
“Para mí, pertenecer a esta lista es un sueño hecho realidad. En mis inicios trabajé en establecimientos que forman parte de ella. Sé lo que quiere decir. Significa que estamos en un momento de madurez, en lo personal y en la parte gastronómica. La lista mandó inspectores que califican restaurantes de estrellas Michelin todo el tiempo”, aseguró Aramburu.
Aramburu: lo mejor de la cocina porteña
Ubicado en el Pasaje del Correo, este restaurante es uno de los más prestigiosos de la escena gastronómica porteña. Abrió sus puertas en 2007 en Constitución, un barrio atípico para un emprendimiento de alta cocina. Allí Gonzalo empezó a desarrollar un menú estacional en pasos.
Este chef que después de formarse en el Instituto Argentino de Gastronomía (I.A.G), se perfeccionó en L’École Lenôtre París y trabajó en restaurantes de dos y tres estrellas Michelin; siempre priorizó el trabajo con ingredientes locales y también se enfocó en darle protagonismo al ambiente, la cocina, el respeto y la amabilidad.
Esta apuesta, su profesionalismo, su creatividad y su talento lo llevaron a formar parte de seis ediciones del ranking de los Latin America’s 50 Best Restaurants. Además, el chef es también responsable del restaurante más informal Bis, recientemente trasladado al barrio de Recoleta, y el foodtruck Aramburu Street, que se puede encontrar recorriendo las ferias gastronómicas de Buenos Aires.
La cocina totalmente abierta y a la vista es el corazón de su propuesta y en su menú de pasos actual se pueden encontrar desde platos que reversionan recetas tradicionales como los cannoli de quinoa, ricota y lima, hasta presentaciones artísticas e inspiradas como su cremoso de espárragos con wasabi. El precio promedio para comer en Aramburu es 25 mil pesos, los 18 pasos con maridaje de vinos incluido. Ver a los cocineros en acción es ver la culminación de años de entrenamiento, dedicación y disciplina para crear una obra de arte comestible.
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