La “vuelta a lo natural” está de moda. La tendencia vino de la mano con los nuevos tiempos, que proponen aceptarnos tal como somos, y cuidar de nuestro cuerpo como lo que es: nuestro templo, y por cierto, el único que tenemos.
Así, en lo que a alimentación se refiere, cada vez se toma más conciencia de lo que se consume; en cuanto a la vestimenta, los estilos no son tan rígidos ni tan “blanco o negro”. En la misma línea, muchas mujeres dejaron atrás el precepto de teñir sus canas y empezaron a lucirlas con naturalidad. Y a las canas, al parecer, le siguieron los rulos.
Mal vistos durante años en los que alisarlos era la única opción posible para muchas (y raparlos para ellos), hoy la tendencia “curly” es un boom y cada vez más mujeres y hombres se animan a salir a la vida con sus ondas al viento.
“El boom curly creo que se debe a un cambio en el paradigma del consumo. Hay una tendencia a volver a lo natural, a lo saludable, a estar más informados sobre lo que consumimos, que infiere aceptar la naturaleza de cada uno bajo la idea ‘me acepto tal cual soy’ con mis rulos, con mis canas, con mis pecas y lunares, con mi forma física, entonces me hago cargo, y en lugar de cambiarlo o negarlo, lo cuido. Cuido mi piel, cuido mi pelo y enfatizo mi singularidad”. Julieta Expósito es directora técnica de Hairssime, y consultada por Infobae acerca de la tendencia, agregó: “A esto se suma que alaciar un rulo, es decir, realizar un cambio en la forma del cabello tan profundo, requiere de un proceso químico también profundo que de alguna manera no coincide con esta tendencia de consumo en particular”.
Para Matías Costantini, estilista y dueño de Kickaboo, “son varios puntos, no se debe a un solo factor. La tendencia va de la mano con lo natural, pero a la vez hace algunas décadas (y años atrás inclusive) no había buenas propuestas ni buenos diseños de cortes de pelo para rulos. El peluquero de hecho no se animaba a realizarlos, sólo se limitaba a cortar no más de dos centímetros para mantener el peso. Y tampoco había buenas propuestas de productos para cuidar ese tipo de cabello”.
“Hoy hay formatos y diseños mucho más lindos y atrevidos: y el peluquero se atreve mucho más también y adquirió conocimiento -apuntó-. En mi caso, trabajé rulos toda mi vida y me formé con alguien que era un amante de los rulos. Pero recuerdo que en mis comienzos no había propuestas para ese tipo de pelo”.
En la misma línea, Roberto Cangiano, estilista educador, consideró que “es una tendencia que tiene que ver con la moda que vuelve; en Europa se está haciendo permanente a las mujeres lacias”. “En línea con aceptarse cada uno tal cual es, hoy está descartado alisarse el cabello -opinó-. Independientemente de la tendencia de lo natural, que creo que llegó para quedarse, la mujer argentina no es tan osada como la europea con su cabello y creo que acá va a costar un poco más. Pero definitivamente se usan los rulos”.
- ¿De la mano con la “vuelta a lo natural”, es una tendencia que llegó para quedarse?
- Expósito: La tendencia de volver a lo natural es mundial y llegó no sólo para quedarse sino que es hacia donde vamos, esto es el comienzo y hay un camino muy largo por recorrer.
Cuando queremos encontrar la rutina adecuada para cada tipo de rulo es muy importante identificar grosor y patrón porque la cantidad de vueltas (quiebres) que tiene un cabello rizado influye es su resistencia (el hilo se corta por lo más delgado) y nos indica un patrón genético que cuanto más se acerca al cabello afro, más fino es y más hidratación necesita, es decir, es más frágil.
- Costantini: No soy muy de creer que las tendencias llegan para quedarse, siempre van y vienen. De hecho, mantienen una retrospectiva constante porque ya está todo inventando y van mixando. Van y vienen constantemente. Ahora se está usando nuevamente el decapado, el rebajado que era un estilo muy de los ‘80, ‘90 y que yo a partir del 2008/2010 lo había dado por muerto y sin embargo ahora está volviendo. Las tendencias van y vienen.
Me parece que sí en el caso del rulo se le encontró una vuelta muy a lo natural y a lo fácil. Para la mujer que tiene rulos y que en algún momento estaba fuera de sistema (porque hay que decirlo también, hubo una época que si tenías rulos estabas fuera del sistema porque lo ideal era pelo lacio, largo y en lo posible rubio), la apuesta hoy es muy buena y de hecho lo vemos todos los días en las calles.
Conocer el tipo de rulo, clave para un mejor cuidado
Basándose en la tipología de Andre Walker, un reconocido estilista de los Estados Unidos por sus logros sobresalientes en peinado por su trabajo en The Oprah Winfrey Show, Expósito clasificó los cabellos en patrones, siendo 1A cabello lacio y 4B cabello tipo afro.
En esta ocasión, se enfocó en los cinco tipos más frecuentes en Argentina (aunque esta situación esté para ella en proceso de cambio).
- Cabello ondulado o wavy hair; se lo puede encontrar de distintos grosores, de fino a grueso:
1- Ondulado suave (patrón 2A): “Un gran tip para este tipo de cabello, sobre todo si son vírgenes, es usar productos hidratantes suaves y aceites livianos que se absorban con facilidad. Si está procesado, combinarlos con otro producto de reparación que complemente”, recomendó la experta, para quien “cuando se busca definición es necesario un producto de styling que hidrate y de fijación suave para que no quede duro o pesado”.
“Una vez aplicado el producto de styling, hacer torzadas y secar con secador (tibio) apuntando hacia abajo y sobre la raíz tensar hacia arriba para despegarla -aconsejó-. Evitar la plancha en exceso. ¡Es un tipo de onda que como no es definida es muy tentadora la plancha!”.
2- Ondulado (patrón 2B): “Estamos frente a un escenario similar al anterior, pero en este caso podemos secar con difusor para lograr una mejor definición. Podemos usar los tips anteriores y hacer hincapié en realizarse baños de crema por lo menos una vez por semana con agentes humectantes y si el cuero cabelludo es muy seco lavar con shampoo sin sulfatos para humectarlo y no sensibilizarlo”, apuntó Expósito.
3- Ondas cerradas (patrón 2C): En este patrón, según explicó la especialista, “muchas veces se encuentran cabellos sin forma y mucho frizz. Llenarlo de productos o dejar la crema enjuague no es la opción porque el cuero cabelludo se daña y el cabello se ve opaco, en estos casos es conveniente realizar una rutina. Lavar día por medio con shampoo bajo en sulfatos, usar acondicionadores, baños de crema y finalizadores a base de manteca de karité, avena, almendras, coco que humectan la fibra de forma adecuada -propuso-. Al enjuagar no frotar ni peinar, acompañar con la presión del agua hasta que no quede producto”.
Y agregó: “Para dar forma a este patrón es importante usar difusor pero no secar al 100%, dejar que se seque bien y recién ahí usar los dedos como peine, esta técnica se llama scrunch. Cuando se aplique la crema para peinar siempre hacerlo hacia arriba formando las ondas”.
- Cabellos rizados o curly hair suelen tener un grosor medio a fino.
4- Bucles (patrón 3A): “Podemos adoptar los consejos anteriores y en caso de querer relajar más el rulo es conveniente que en la aplicación del baño de crema o acondicionador estiremos el rulo, luego, al aplicar producto de styling lo hagamos mecha por mecha modelando y estirando. al secarlo con difusor es conveniente hacerlo de lado o de abajo hacia arriba sin presionar demasiado”, aconsejó Expósito.
5- Tipo tirabuzón (patrón 3B): “Tanto con este patrón como en los anteriores para evitar el frizz o la estática es conveniente usar pañuelos de seda o tela de camisa para dormir y no se forme el halo que es tan poco querido”, sostuvo la experta, quien “para quienes no se lavan el pelo todos los días, los días que no toca lavarse siempre es recomendable tener a mano un spray hidratante que los reviva”.
Para Costantini, “la mejor manera de cuidar los rulos es usándolos, básicamente. Mujeres que se alisaron o se plancharon el pelo y quieren pasar de plancharlo o alisarlo a usar sus rulos esperan que los rulos aparezcan y no; le lleva un tiempo volver a su formato original”.
“La forma y la fibra del pelo está siendo aplacada constantemente entonces volver a darle una forma natural lleva un tiempo de adaptación -destacó-. Entonces mientras más se lo use, más se lo forme y más se lo estimule con algún tipo de producto, el rulo va a ir tomando cada vez mejor forma”. Y en contrapartida, para él, “mientras más se lo aleje de la planchita, del exceso de calor y ni hablar de los alisados el rulo va a estar cada vez más sano y cada vez más lindo”.
Su consejo es no lavar el cabello con rulos todos los días sino al menos un día por medio. “Lo aconsejo en todos los pelos, pero más en el rulo porque ese grado de hidratación y de cebo que necesita para estar más lubricado y sellado, es clave”, explicó.
Además, “un baño de nutrición una vez cada veinte días, y la hidratación para el rulo es clave. Y usar buenos productos”. Sin mencionar ninguna marca en particular, sostuvo: “Los productos generalmente caros tienen un tiempo de desarrollo y una inversión en materia prima que lo sostiene; no quiero castigar a los productos baratos tampoco pero generalmente cuando es muy barato genera sospecha en torno a la calidad de materia prima, tiempo de investigación, todos ítems que son costosos y que se descargan en el precio final del producto. Lo más lógico sería buscar una línea intermedia, hay un montón de buenos productos. De hecho ahora están saliendo muchas líneas naturistas que no tienen parabenos”.
- ¿Cuál es la mejor manera de controlar el frizz y no parecer despeinada?
- Expósito: Es cierto que el frizz nos devuelve una imagen desprolija de nuestra melena y las personas con rulos le temen especialmente. El recurso más adoptado es alisarlo, pero no es el único. Para tener opciones es necesario conocer las causas del tan temido frizz.
En principio, se pueden identificar dos: la primera son los “baby hair”, esto es, los cabellos cortos y finos que al no tener suficiente peso nos generan un halo que identificamos como frizz. En ese caso deberíamos investigar por qué tenemos esos cabellos cortos, puede ser que nos esté creciendo cabello nuevo porque hay cambios hormonales en el cuerpo o que el cabello se corte por fragilidad. Esa fragilidad se puede deber a que el cuerpo fabrique cabello con una estructura débil como es el caso de personas con anemia crónica o se corte porque nos atamos mucho el cabello o por procesos químicos como una decoloración muy fuerte sin el debido mantenimiento y cuidado. Si el problema es interno se recomienda consultar al médico de confianza y si es por procesos químicos utilizar productos con proteína para fortalecer la fibra.
La segunda causa es la falta de humectación. La sequedad del cabello o falta de humectación altera la condición electrostática de la fibra capilar, por ende en un ambiente muy seco o muy húmedo se va a formar un halo alrededor de la melena que se intensifica en cabellos ondulados o con rulos debido a su mayor fragilidad y tendencia a deslipidizarse.
¿Cómo se soluciona? Humectando el cabello con variedad de activos como manteca de karité, argán, marula, jojoba, avena, tapioca, etc. Es importante tener en cuenta que con un solo tipo de producto no es suficiente, es conveniente complementar el acondicionador o baño de crema con un leave-in como un óleo, aceite o crema para peinar.
- Costantini: Eso se sostuvo siempre, porque yo creo que hay una confusión. La gente interpreta que el frizz es desprolijidad y la verdad que el frizz es el aspecto más natural del pelo. Hay muy pocos pelos que convivan con el frío, el calor, la humedad, la lluvia y que no tengan frizz.
Creo que también uno de los procesos que va entendiendo la mujer que tiene rulos (y el hombre, incluso) es empezar a convivir con el efecto natural. Si hay un pelo que se para, es natural y no tiene por qué ser desprolijo.
La mentira acerca de que el planchazo en el pelo es prolijidad me parece que ya no se sostiene. Los alisados generan esto. Pero hay maneras de llevar el pelo con rulos, prolijo y con mucho glamour. No quiero desprestigiar al lacio, pero el rulo también tiene que estar a la misma altura.
Aquello del pelo lacio como igual a prolijo y el rulo como sinónimo de desprolijo es un mito. Se puede tener un pelo lacio desprolijo y un pelo con rulos desprolijos. Me parece que la manera de acompañar un rulo es con una buena crema para peinar. La solución está en la forma y en el corte. Los productos son un extra para estimular y lograr finalizar un poco lo que se está buscando. Un buen producto es clave para el manejo del pelo.
Sobre este punto, Cangiano aportó que “el frizz es la falta de agua en el cabello”. “Y lo que hay que hacer es hidratarlo, reducir la cantidad de lavados, no secar con toalla sino con una toalla de microfibra o remera de algodón (y se debe dejar que la toalla o remera absorba el agua del cabello, no estrujar el pelo; se puede agregar una crema para rulos que no contenga fijación”, aconsejó el estilista, para quien “cuánto más fino es el cabello, más se friza y más agua hay que aportar a través de máscaras que hidraten”.
Finalmente, sobre si hay algún tipo de corte que le quede mejor que otro al cabello con rulos, Expósito consideró que “el diseño de un corte se define sobre distintos parámetros que tienen que ver con el comportamiento de la onda o del rulo, la forma del rostro, el grosor del cabello, la cantidad, los hábitos de cuidado, si hay remolinos y por supuesto el estilo del cliente”.
En tanto para Costantini, “el mejor corte es el que le quede mejor acorde a la fisonomía del cliente y a la personalidad”. “Es un visagismo generalizado, va a depender de muchísimas cosas. No me juego a los extremos largos en los rulos porque es difícil lograr buenas cosas, pero si la persona tiene un pelo súper sano y un rulo equilibrado -esto es la misma curva en la raíz y en los finales- se va a sostener, pero para eso tiene que estar la habilidad y el buen gusto del estilista: para aprender a leer al cliente en todo sentido, no solamente en el tipo de rulo”.
“En lo personal, tal vez me gustan más los intermedios para arriba, a la altura de la clavícula y todo lo que es por arriba del hombro. Creo que es donde el rulo tiene más personalidad”, apuntó el estilista, quien concluyó: “La altura, el rostro, la fisonomía, la impronta, a qué se dedica, qué hace, etc. Se trata de valorar todas esas para poder decir qué corte quedaría mejor con tales o cuales rulos”.
SEGUIR LEYENDO