Del boom del sushi al del ramen, la gastronomía japonesa está llena de sabores, texturas y colores que vale la pena descubrir. Si bien durante la última década –y más- la venta y consumo de sushi en nuestro país ha crecido de una manera impresionante, existe otro tipo de comida nipona que durante los últimos dos años ha comenzado a conquistar los paladares argentinos y que –poco a poco- empieza a visibilizarse en diversos puntos de la capital.
Hablamos del ramen, esa clásica preparación que lleva fideos servidos en un bowl con abundante y consistente caldo (preparado con carnes, huesos y verduras, entre otros ingredientes), además de algunos trozos de carne de cerdo, algas, huevo cocido y más.
Originaria de China, esta sopa fue adoptada, modificada y popularizada por Japón en el siglo XX. Algunos preparan el caldo por varios días, otros se destacan por los fideos caseros y algunos pocos por la carne súper tierna que cuecen en el mismo caldo.
Es que esta preparación tiene apenas un siglo de antigüedad en comparación con el milenio del sushi y, como tal, es prácticamente una zona libre de tradiciones. Aun así, existen algunas reglas, por supuesto. Aunque hay muchas formas diferentes de preparar este plato de fideos japonés, hay algunos componentes esenciales que todo bowl debe incluir.
“No hay reglas. En el ramen, es a gusto de cada uno. Siempre se sigue una regla de composición, pero luego, uno es libre de jugar con ella”, sostuvo en diálogo con este medio el chef nikkei Roy Asato. Para el cocinero, sin dudas, un referente joven de la cocina japonesa en Buenos Aires, “esta preparación atrapa a los comensales porque tiene todo lo que queremos de un buen plato: caldo, fideos, proteína, huevo en su punto justo y verduras”.
Asato asegura que lo que marca la diferencia es que para su preparación “se utilizan productos tan nobles que por si solos, quizás, no signifiquen mucho, pero puestos todos juntos y equilibrados pueden ser una de las mejores experiencias de la vida”. “Todo esta en el caldo. El 80% del producto es caldo, entonces, todo el foco esta en ese brebaje mágico y debemos prepararlo como si fuéramos alquimistas”, finalizó el experto.
Los mejores lugares para disfrutar un buen bowl de ramen
Orei
Desde que abrió sus puertas en abril de 2021, el flamante local de Asato, Orei, en el Barrio Chino, se convirtió en un fenómeno. En el local de ramen más exitoso de la Argentina -un puestito callejero perdido en un pasaje mínimo de Belgrano-, sin importar la temperatura que haga, la gente hace fila para probar este plato complejo elaborado con caldos únicos, fideos y toppings.
En la carta hay varios opciones con diferentes caldos e ingredientes. El Miso Karai tiene una base de miso con pasta de porotos picantes chinos, que luego se mezcla con el tonkotsu (un caldo lechoso a base de huesos de cerdo) y una porción de fideos delgados hechos con una masa alcalina (más elásticos y resistentes). El plato se completa con los toppings: lonjas de panceta braseada, choclo dulce, algas de kombu salteadas, huevo con la yema apenas sólida y cebolla de verdeo. Por último se condimenta con aceite de ajo negro.
¿Dónde? Echeverría 1677, Belgrano.
Furaibo
Gustavo Aoki es uno de los mayores especialistas en ramen de nuestro país. En su restaurante Furaibo, viene preparando esta comida desde hace 17 años, cuando pocos sabían aquí de la existencia del plato. Es argentino, hijo de inmigrantes nipones que llegaron en la década del 60. Gustavo fue a capacitarse específicamente en esta especialidad a Japón durante 3 años y asegura que “es el tiempo mínimo que uno necesita para aprender todo sobre el ramen”.
“Como es un plato sencillo parece fácil de cocinar, pero no lo es. En este tipo de preparación, cualquier error en los fideos o el caldo es muy grave. El ramen es como la pizza para los argentinos: una comida simple que come todo el mundo, pero que hay que saber hacer bien. Y pocos lo consiguen”, explica el chef y monje budista.
¿Dónde? Adolfo Alsina 429, San Telmo.
Mirutaki
Si bien esta preparación suele ser una comida callejera e informal, lo de Mirutaki va mucho más allá: acá, el ramen está compuesto por un caldo de cerdo de más de 12 horas de cocción, fideos alcalinos amasados por su propio staff y diferentes toppings que van desde chashu (bondiola de cerdo braseada), negi (cebollas de verdeo), moyashi (brotes de soja), menma (brotes de bambú), y ají tamago (huevo cocido a baja temperatura).
¿Dónde? Ángel Justiniano Carranza 2339, Palermo.
Nueva Casa Japonesa
En pleno barrio de San Cristóbal, Nueva Casa Japonesa ofrece auténtica cocina asiática de buena calidad. Instalado arriba de un supermercado, cumple el ideal “de la huerta a la mesa”. Cada ramen tiene un sabor especial y particular que lo hace único. Dos imperdibles: el Tonkotsu (ramen de cerdo concentrado con chasu, tamago y vegetales) y el Yasai Veggie (opción vegetariana) que contrastan a la perfección los sabores intensos y suaves. Para tener en cuenta: las porciones son abundantes.
¿Dónde?
Ichisou
Es un restaurante familiar que va por la tercera generación de mujeres a su cargo. Alejandra Kano, actual propietaria y sushiwoman, fue reconocida por su trayectoria y por su contribución a la difusión gastronómica japonesa. El restaurante se caracteriza por hacer comida tradicional nipona, utilizando las mismas recetas de siempre. Los favoritos de la carta son: sukiyaki, ramen, udon, donburi y sushi estilo tradicional.
¿Dónde? Venezuela 2145, Balvanera.
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