En las últimas horas, quienes están a cargo de la investigación del incendio en el departamento de Recoleta en el que murieron cinco personas y otras 31 resultaron heridas, abordaron la principal hipótesis: el fuego se habría originado a partir del sobrecalentamiento de la batería de litio de un monopatín.
Estos son dispositivos diseñados para abastecer de energía a distintos aparatos tecnológicos, desde automóviles y vehículos más pequeños, hasta computadoras portátiles y herramientas, aunque su uso más cotidiano sea probablemente en los celulares.
De hecho, la Argentina posee una de las principales reservas mundiales de litio, el elemento químico que es uno de los principales componentes de estas baterías y que en su forma pura es un metal blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o agua.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “gracias a su flexibilidad y peso liviano”, estas fuentes de almacenamiento de energía “permiten cargar las de los dispositivos electrónicos más utilizados del planeta”, razón por la cual este metal es conocido como el “oro blanco”.
En diálogo con Infobae, el investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, Ernesto Calvo, aseguró que, en general, “son seguras”.
En este sentido, el experto, que también se desempeña como director del Instituto de Química, Física de los Materiales, Medioambiente y Energía (INQUIMAE), señaló que “hay miles de millones de celulares” con este tipo de baterías, pero advirtió que sí “se pueden prender fuego o explotar si están falladas o si se utilizan mal”.
“Las baterías de ion de litio no contienen litio metálico, que es muy reactivo con oxígeno o agua. Si se calientan por una fuente externa de calor o por disipación de calor por un exceso de corriente, se pueden prender fuego o explotar por contener solventes inflamables”, explicó.
Asimismo, el doctor, ganador del primer premio en el certamen mundial Bright Minds Challenge, organizado la compañía holandesa DSM, remarcó que estos objetos, cuando están en reposo, “no tienen posibilidades de explotar o incendiarse”.
“Si se está cargando o siendo utilizada, por ejemplo, en un monopatín, disipa calor. Si falla puede sufrir un ‘disparo térmico’ y prenderse fuego. El aumento de temperatura es una alerta de peligro”, explicó Calvo.
Por su parte, Arnaldo Visintin, doctor en ciencias químicas y especialistas en este tipo de fuentes de energía, precisó que el estallido de la misma “podría haber sido la causante” de la tragedia en Recoleta, aunque aclaró que serán “los peritos” los que deben determinar eso.
“Suponiendo que esa haya sido la causa, las baterías de litio que vienen de Asia tienen una alta densidad de energía, por eso se usan en los vehículos eléctricos, por eso también tienen que tener un alto potencial. Por ejemplo, para eso usan cobalto, que hace que el potencial sea muy cercano a los 5 voltios, que es una densidad de energía importante. Ese es el potencial de descomposición del electrolito”.
“Lo que pudo haber pasado es que se haya prendido fuego el electrolito, pero no el litio, porque no hay litio metálico en estas baterías, sino que aparece como ion”, explicó el especialista.
“Si falló el corte de carga, que lo hace la parte electrónica, un aparato que se llama BMS (por Battery Management System), puede haber ocurrido que haya subido más de 5,2 voltios y que el solvente del electrolito haya estallado como cualquier solvente orgánico”, añadió.
Esta posibilidad coincide con la principal hipótesis que manejan actualmente los investigadores del incendio en Recoleta, quienes informaron que “la causa está relacionada con la súbita reacción térmica de baterías de litio pertenecientes a un scooter monopatín eléctrico, inducida presuntamente por sobrecarga o descargas excesivas”.
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