A pesar de elegir detalladamente el shampoo y acondicionador que se utiliza, a muchas personas les ocurre que el resultado a la hora de la higiene capilar no es el deseado. O la limpieza no dura lo esperado, o el pelo no luce su esplendor. Es por eso que, al parece, no es suficiente con comprar un producto de buena calidad.
Para tener un pelo limpio, sedoso y brillante hay una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta. Por eso, Infobae consultó a especialistas que compartieron sus secretos mejor guardados para lograr un lavado de peluquería, pero en casa.
Al parecer, el lavado no sólo se reduce a aplicar el shampoo, aclarar, aplicar el acondicionador y finalizar con un enjuague de agua fría por aquello de dar más brillo al cabello. Hay una serie de pasos y cuestiones que sí o sí se deben conocer para un mejor resultado.
Antes de empezar, conviene saber que “la función del shampoo es limpiar el cuero cabelludo y debe elegirse según el tipo de cuero cabelludo y no según el tipo de pelo”. Según explicó el médico dermatólogo y especialista tricólogo Miguel Marti (MN 129.557), “lo normal es creer que el shampoo es el responsable de que el pelo quede lindo y en realidad no es el responsable de la cosmética capilar”. “Generalmente, los acondicionadores son los responsables de que el pelo luzca y se vea lindo”. agregó
Ahora sí, tras elegir los productos acordes, “es esencial desenredar el cabello antes de lavarlo. Es una acción en el cuero cabelludo donde se eliminan los restos de productos, se estimula la circulación sanguínea y así se evita que el pelo se enrede durante el lavado, facilitando la mejor absorción del shampoo”, recomendó la médica especialista en medicina estética Johanna Furlan (MN 122.975), quien hizo hincapié en que “la forma en que se aplica el producto va a determinar la efectividad del lavado”.
Y detalló: “Primero debemos humedecer el cabello con agua tibia, después aplicamos el shampoo en la mano y lo distribuimos, nunca directamente sobre el cabello, dejando que el producto solo trabaje en la raíz y dejamos que el resto del pelo se limpie con la espuma que va cayendo de medios a puntas, sin añadir de más y sin frotar”.
En la opinión de la directora técnica de Hairssime, Julieta Expósito, “todos los productos de cosmética tienen secretos en su modo de uso, el tiempo de aplicación mínimo a máximo, la intensidad del masaje en la aplicación y cómo distribuirlo son los más claves”.
En este punto, para ella, “hay que recordar la regla máxima que indica que el shampoo es para limpiar el cuero cabelludo, es decir, la piel, entonces las decisiones que se tomen tendrán como base esta regla”. “Dicho esto, el tiempo de pose de un shampoo es de 60 a 180 segundos, o sea de uno a tres minutos”, puntualizó.
¿De qué depende que se lo deje más o menos tiempo? “En principio, del tipo de cuero cabelludo y no de cabello que tengamos y obvio si necesitamos quitar algún producto de styling”, explicó Expósito.
Sobre esto, Furlan agregó: “Uno de los secretos de un pelo saludable es masajear el cuero cabelludo para estimular la circulación sanguínea. Es fundamental tomarse de uno a tres minutos mientras se lava el pelo para realizar el masaje que ayuda a fortalecer el cuero cabelludo y al mismo tiempo brinda una sensación de bienestar”.
“Las pieles grasas requieren productos de limpieza profunda y que no estén formulados con aceites -destacó Expósito-. Se les recomienda el máximo tiempo de pose, una muy buena distribución del producto para emulsionarlo mejor y un masaje suave para no estimular la glándula sebácea. Los masajes deben ser delicados para no irritar la piel y la intensidad será en función de cuánto necesitamos estimular la irrigación sanguínea y la glándula sebácea para que podamos lucir un cabello bonito”.
En este punto, Marti señaló que “en aquellos cabellos que se ven secos, decolorados, maltratados o con mucho daño cosmético lo que se recomienda es hacer lo que se llama pre poo, esto es, colocar el acondicionador antes del lavado. Usar acondicionadores con gran capacidad de humectación unos diez minutos antes de lavarse la cabeza y luego lavarse la cabeza”. “Esto lo que hace es que cuando el shampoo limpia el cuero cabelludo no afectará la calidad cosmética del cabello, restándole brillo o aumentando el frizz”.
Sobre el acondicionador, Furlan señaló que “es ideal aplicarlo sin que los aceites de estos productos toquen la piel de la espalda ya que al adherirse a ella obstruye los poros”. “Recomiendo aplicar el acondicionador y recoger el cabello en lo alto mientras nos enjabonamos el cuerpo para evitar que queden restos en la piel”, apuntó.
Para finalizar, uno de los errores más usuales que se suelen cometer es frotar el cabello con shampoo en las puntas. “El shampoo es un producto que si bien tiene propiedades humectantes está formulado para limpiar la suciedad y si frotamos el cabello retiramos su capa protectora natural”, precisó Expósito, y recomendó: “Una vez que se lava el cuero cabelludo, se deja que el agua corra y con la mano como peine se arrastra el producto que quede en medios y puntas, de esa forma no se abre la cutícula evitando que se reseque el cabello”.
“Además del masaje es importante aclarar el cabello con un último enjuague de agua fría -aconsejó Furlan casi sobre el cierre del lavado-. El frío cierra las cutículas del cabello y previene que el cuero cabelludo se engrase, además de aportar brillo natural”.
Por último, Marti compartió otros aspectos que convienen conocer: “Es importante tener en cuenta el grosor y el largo del cabello y cuál es el aspecto que se le quiere dar. Si se tiene poco pelo o fino se deben buscar productos sin siliconas, no porque sean malas sino porque aportan mayor peso al pelo y darán un aspecto menos voluminoso. En cambio para cabellos más porosos serán necesarios productos con siliconas para bajar el frizz, controlar el volumen y dar un aspecto de mejor estructura”.
E insistió: “El shampoo tiene un único fin, que es el de limpiar el cuero cabelludo; el acabado cosmético lo hace el acondicionamiento antes y durante el lavado, así como el posterior que se haga hasta el siguiente lavado”.
Bonus track: los activos que no pueden faltar en los productos capilares
Forlan explicó que existen una serie activos, cuya combinación “es poderosa para devolverle al cabello los nutrientes propios, naturales, que fue perdiendo con el paso del tiempo y los factores externos a los que se somete cada día”. “Siempre es recomendable la consulta con el especialista quien definirá el mejor tratamiento para cada caso en particular”, destacó la experta.
Y enumeró:
- Ácido hialurónico: es una proteína que se posee de forma natural en el cuerpo. Su misión consiste en hidratar la piel y retener los niveles de agua.
A partir de los 25 o 30 años, al igual que ocurre con el colágeno, el cuerpo deja de producir las mismas cantidades de ácido hialurónico. Este hecho se traduce en una pérdida de elasticidad y firmeza en la piel, y en un deterioro de la estructura capilar.
Durante esta etapa, los daños del cabello producidos por el sol, por factores medioambientales, así como por tintes y otros productos se acentúan. Por ello, sufrimos una mayor rotura, sequedad, pérdida de color y brillo, etc.
En el cabello, combate tanto el frizz como la sequedad de forma inmediata. El pelo queda más liso, por lo que resulta mucho más sencillo peinarlo. Además, aporta brillo, elasticidad y suavidad y aumenta el nivel de hidratación.
- Colágeno: es la proteína natural más abundante del cuerpo; está compuesto por diferentes aminoácidos y es necesario para la firmeza y flexibilidad de la piel, uñas, músculos, huesos y cabello.
Forma parte de la estructura del cabello y se encarga de aportar firmeza, elasticidad, cuerpo y tersura. Aporta muchos beneficios ya que es capaz de revitalizar melenas tremendamente castigadas y con puntas abiertas que no puedan repararse solo con un corte. También es útil para cabellos largos que han perdido su cuerpo y forma, o para tratamientos de emergencia ante factores ambientales que lo han perjudicado.
El colágeno tiene múltiples propiedades antioxidantes para todo el organismo. Y su producción natural disminuye con la edad y por factores como el estrés, la mala alimentación, las agresiones externas o diferentes tratamientos.
Debido a ello, el pelo se apaga, se vuelve débil, quebradizo, sin brillo y puede llegar a caerse. Por ello, es clave conseguir un aporte extra de colágeno para mantener una salud capilar siempre perfecta.
- Vitamina A: se encuentra en los huevos, hígado, verduras en general, leche y aceite de oliva.
Fortalece el cabello, estimula su crecimiento y ayuda a regenerar los tejidos, como el cuero cabelludo, y es especialmente buena para los cabellos secos. Esta vitamina tiene propiedades antioxidantes y actúa contra el envejecimiento de la piel. Es muy importante para la producción de sebo, que lubrica el folículo piloso, y para prevenir problemas como la caspa, la deshidratación del cabello o su caída. Su falta incrementa la sequedad en el cabello y aumenta la segregación del sebo. es ideal para equilibrar el cuero cabelludo de las personas con melenas muy secas o muy grasas, proteger contra los daños del sol y prevenir la pérdida de pelo.
Vitamina C: es un nutriente que se encuentra en distintos alimentos, como frutas y verduras, y actúa como antioxidante en el cuerpo, es decir, que combate los radicales libres, Además, el cuerpo necesita esta vitamina para producir colágeno que es la proteína responsable de la cicatrización, elasticidad y fuerza de la piel.
En el pelo, estimula al folículo capilar para promover el crecimiento del cabello y evitar la resequedad y puntas abiertas, gracias a que el cuerpo absorbe mejor el hierro al consumirla.
Ceramidas: son un compuesto graso (lípido) que está presente de forma natural en la estructura interna del cabello y en las diferentes capas que integran la piel. Se destaca por sus propiedades hidratantes, humectantes, regeneradoras y antiiflamatorias de la piel y del cabello también.
La ceramida es la responsable de fortalecer la fibra, suavizar las escamas capilares y fomentar la cohesión celular, además de mantener la integridad de la barrera de la piel y la humedad, evitando picazón e irritaciones del cuero cabelludo.
Tiene propiedades nutritivas, por lo que suele estar indicado para aquellas personas que tienen el pelo frágil y quebradizo y/o con puntas abiertas, muy secos, rizados (generalmente, pelos extremadamente secos), dañados o sin brillo. Asimismo, en cabellos teñidos, las ceramidas ayudan a proteger el brillo del color de la coloración.
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