Primero fue el boom de las vinotecas: ¿qué mejor que disfrutar de un buen vino con un rico queso? Luego, las cervecerías coparon la parada y la hamburguesa dijo presente para completar un dúo que hoy es casi inseparable. Ahora, en medio del crecimiento de los tragos de autor, el vermut, esa bebida que muchos reservan de forma errónea solo para los adultos, copa la escena porteña con una gran variedad de opciones.
Se sabe: los cocktails y aperitivos crecieron a gran escala. Adentrarse en este mundo, que por cierto no es tan conocido como ocurre con otras bebidas, es una verdadera experiencia que sí -es cierto- tiene un dejo de nostalgia, tal vez por el simple hecho de que la bebida supo ser protagonista de una costumbre que quedó en desuso por un tiempo. Esa costumbre es la juntada para la picadita previa a la comida, una comunión de familia y amigos que se dan con el vermut y que ahora pide su revancha en varias esquinas de Buenos Aires.
Pero antes de adentrarnos en esta ruta del placer para el paladar, hay que saber que el vermut es, ante todo, un vino. Este vino, que está macerado con hierbas, tuvo un primer boom durante los siglos XIX y XX, debido a la migración de italianos al país que trajeron la costumbre de tomar un vermut como aperitivo antes de las comidas. Hablábamos de hiervas y es ahí donde se dispara este universo maravilloso: la propuesta de sabores depende de cuáles sean las hierbas elegidas. “El vermut está tomando relevancia dentro de los aperitivos. Genera esa sensación que te recuerda a cuando uno era chico, a mí en lo particular, me recuerda a mis abuelos, cuando se toman un rosso con soda o un cinzano con pomelo, en lo que es la hora del aperitivo, antes de un almuerzo o cena. El vermut es felicidad, me genera esa sensación”, dice a Infobae Emiliano Armesto, bartender y sommelier.
Y suma: “Se está poniendo de moda con el resurgimiento además de un montón de cocktails clásicos, sin ir más lejos, un Negroni o un Manhattan se elaboran con una parte de vermut. En Argentina hay un boom de lugares porque tenemos buenas materias primas, que son los vinos. Luego se le empiezan a agregar otras hiervas para hacerlos más complejos”, agrega Armesto.
No hay excusas entonces para probar un vermut. La Ciudad presenta distintos lugares que ofrecen ambientes relajados, ideales para almorzar en familia o tal vez para cenar con amigos. Aquí una ruta para saber a dónde ir en este fin de semana XL.
La Fuerza
La Fuerza, es sin dudas uno de los lugares que más convoca en materia de Vermut. Con varias opciones (blanco, rojo y rosa) y distintas presentaciones (hay en botella y en lata); el espacio se presenta ideal para juntarse con amigos. La Fuerza Bar nació como parte del proyecto La Fuerza. “Teníamos la idea de hacer un vermut de calidad y con identidad local. Un vermut que soñamos, pensamos y elaboramos en Mendoza, por él lo llamamos un Vermú de los Andes”, dice a Infobae Martín Auzmendi, uno de los socios fundadores.
“El vermut es una bebida con mucha historia y cultura en nuestro país, pero no había vermú locales. La Fuerza lo hicimos pensando en que Argentina tenga un vermut de calidad con identidad local, un vermut nuevo. Un vermut que nace de nuestra historia pero lo pensamos hacia el futuro. La forma más popular y extendida de tomar vermú en nuestro país es con soda. Es parte de un ritual que incluye el sifón, el hielo, las forma en que cada uno lo prepara pero especialmente un momento compartido. El vermú es parte de un encuentro”, agrega Auzmendi.
Más allá de la forma más popular el vermú se mezcla fácil, muchos lo toman con agua tónica y también en cócteles. En el bar lo que más se pide es con soda, luego con tónica, pero también muchos lo toman en cócteles como el Chacarita Spritz, el Primavera Spritz o el Supertónico.
El Rojo y Sidra es otro de los pedidos. Lleva la Fuerza Rojo y sidra de manzana. Para decorar: manzana roja. El Blanco y Ginger Ale, tiene también mucha salida. Lleva: La Fuerza Blanco, Ginger Ale y un octavo de limón
Dónde: Dorrego 1409 (Palermo)
Malasangre
Eduardo Demaestri y Guillermo Sznajder son los dos cerebros detrás de esta vermutería. Malasangre nació en plena pandemia y se convirtió en el lugar para conocer un poco más de esta bebida.
El nuevo vermubar de Belgrano propone una salida que combina variadas tapas, cócteles de colección y la estrella insignia: el vermut. Malasangre trae una experiencia gastronómica y cultural sin puertas y con una barra que rodea la calle. Etiquetas de vermut y coctelería de alta gama, tapeo gourmet, pop ups artísticos y una barra que protagoniza la esquina del barrio porteño. En Malasangre se pisa la calle y se disfruta del vermú, 7 cócteles especiales y numerados que se renovarán cada seis meses, además del “cóctel Malasangre” que versiona un clásico.
Malasangre es un lugar que invita a la gente a volver a encontrarse. A nivel personal, es una apuesta que nos llena de orgullo y nos emociona, sobre todo en este contexto”, confiesa Eduardo Demaestri y revela: “La propuesta se transita con naturalidad, de manera relajada, sin buscarla, sucede. Nuestros visitantes nunca se enteran de lo que vivirán hasta que lo viven. No hay una cartelera de eventos. Simplemente se sumergen en la experiencia”.
“Con Malasangre se van a sacar las ganas de disfrutar de una gastronomía destacada por la calidad de la materia prima en un lugar que es nuevo y a su vez, desde su apertura, ya es un clásico de la ciudad. Una escala obligada para porteños y turistas”, destaca Sznajder.
Este lugar trae a Ramiro Monteagudo como Bar Manager y un menú diseñado por Walter Garcia Díaz que incluye tapeos de alta cocina.
Sencillez, diversidad, unión entre interior y exterior y una barra que parece invadir el exterior, conforman el espíritu de Malasangre que invita al goce, aún, en pandemia. Un concepto que se consolida, sobre todo, por una construcción sin puertas en la entrada, ni en la unión con el exterior, lo que permite una ventilación superior. “Es una invitación a que la gente se pueda volver a encontrar de manera segura, pero sin perder esos momentos”, explica Demaestri.
Dónde: Av. Crámer 2704 (Belgrano)
Casa María Vermutería
“En Casa María, tal como indica su nombre, nos gusta hacer sentir a las personas que vienen como en una casa”, empieza diciendo a Infobae Majo Haedo.
Esta esquina palermitana es un viaje de sabores y de tradiciones porteñas. “Combinamos unas ricas tapas italo-españolas, los mejores vermuts y cocktails clásicos y una puesta en escena musical que varía día a día. Todo esto sumado a la atención personalizada que brindamos en el lugar nos da como resultado a lo que nos gusta llamar con cariño “La Vermú””, agrega Haedo.
“¡Cada día el Vermú se va agrandando un poco más! Esto es gracias al apoyo de nuestros amigos y a los vecinos”, dice su carta se destaca por toda una selección de vermúts.
Está “El Floral” (vermú Florale, almíbar, jugo de limón, clara de huevo, crema de leche y soda). Otro que se destaca es “El Refrescante” (vermú blanco, aperol, cordial de limón, jugo de pomelo y garnish de pepino).
Dónde: Honduras 6055 (Palermo)
El Imperfecto
El Imperfecto ofrece un Vermut Rosso artesanal, llamado Vermuciraptor. “Se trata de un producto que nació en medio de la pandemia, lo hace Federico Iasparra, un amigo de la casa”, cuentan desde esta casa ubicada en el barrio de Palermo. Después de pasar varios años en España estudiando la movida, Iasparra volvió al país y lanzó su propuesta al mercado local.
Se trata de una versión especiada en aroma, de entrada dulce y herbal y con final pronunciado. “Es una gran opción si es que estás empezando a tomar este aperitivo ya que es muy fácil de disfrutar y no satura el paladar”, explican.
“Lo ofrecemos en botella de 375cc acompañado por soda en sifón de vidrio, hielo y rodajas de naranja. Tenemos botella de 500cc para llevar. Generalmente lo piden para acompañar nuestras empanadas salteñas al horno de barro o alguna carne a la parrilla. Somos un lugar de comida a la leña, no tenemos gas en el local”, agregan.
Dónde: Gascón 1417 (Palermo)
Irú Vermú
Iru Vermú es un bar de barrio que abrió sus puertas el 28 de Octubre del 2020. Se caracteriza por la variedad de tragos con vermut y las comidas caseras como la tortilla de papas, las empanadas y las picadas. “Somos tres, Sabrina, José Luis y Marilina Irureta. Para nosotros el Vermut es el aperitivo de nuestros padres y abuelos los domingos más que nada, para mi de chica con mucha soda”, dice Marilina a Infobae.
“Lo que le agregamos hoy es lo cotidiano y las combinaciones con otras bebidas como el vermut de la casa que lleva Vermú rosso, Cynar y soda. Iru Vermú es familia”, agrega Marilina.
Irú Vermú es un bar que se destaca por su ambiente cálido y relajado. Hay además platos clásicos de la gastronomía argentina. Sin dudas hay que ir para disfrutar de un Piru (vino y vermú blanco)
Dónde: Bacacay 1709 (Caballito Norte)
Don Juan
Don Juan es un bar especializado en vermut que se encuentra en una esquina de Villa del Parque: es pintoresco y la atención es amable. Aquí la ambientación hacen parecer que ha sido transportado a una época anterior. Siempre acompañado de un buen sifón de soda, como de costumbre, la estrella de la casa es el vermut aunque también hay cervezas. Para comer sirven unos nachos al mejor estilo mexicano. Hay aquí una buena picada porteña también.
“Siempre fue un bar notable que abría a las 6 AM ofreciendo café hoy se convirtió en un sitio que abre mayormente de noche donde se disfruta del vermut, cerveza artesanal y tragos de autor. Lo más tradicional con las jarras de vermut para compartir. Marcas aliadas como Lunfa, La Fuerza y Lombroni nos acompañan, pero el que más se vende es el vermut propio de la casa hecho a base de un vino malbec de calidad con un mix de muchas especias como Regaliz, Cardamomo, Canela en rama, Ajenjo entre otros y lleva un mes de maceración para darle ese sabor bien destacado”, cuenta a Infobae Daniela, la dueña del lugar.
También existen los vermutcocteles únicos en Don Juan son tragos inventados por la casa. “Todos hechos con los distintos vermut que manejamos. Hay comida sencilla para picar y acompañar al vermut pero casera dónde se elabora todos los días muy sabrosa y fresca. Se recomienda venir temprano porque a la noche nunca hay lugar”, agrega Daniela.
Dónde: Camarones 2702 (Villa Santa Rita)
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