Tanto en los paradores de fin de tarde a la hora del after beach o en los bares se multiplican los tragos con gin. Con una rodaja de limón o pomelo, con o sin pepino, el legendario destilado de origen Europeo es la gran estrella de la temporada 2022.
“Este año vino a destronar al fernet. Es un verdadero boom. Y eso que no es sencillo instalar un cóctel amargo”, se anima a decir Matías Iriarte, empresario gastronómico, y dueño de La Restinga, una de las 15 etiquetas marplatenses que compiten a nivel internacional. “Así como ocurrió con la cerveza artesanal años atrás, y hoy tiene su polo en la ciudad, lo mismo sucede con este destilado”.
Según los expertos que lo comercializan, el crecimiento exponencial de la bebida tiene varias explicaciones. En primer lugar, para su elaboración solo se necesitan alambiques de cobre, que se consiguen fácilmente, y para la materia prima el alcohol. Lleva enebro, el ADN, y luego se agregan los botánicos; la combinación es infinita. En el resultado tiene una graduación alcohólica de entre 35 y 54%.
“En Mar del Plata tenemos todo para hacer un producto de calidad, no precisamos recurrir a marcas de afuera. Buscamos posicionar la industria nacional en el mundo”, dice Iriarte.
Por otra parte, en la coctelería tiene gran salida porque es versátil y sencillo de preparar con hielo y algún rodaje crítico. “Es un trago veraniego con mucha frescura”, agrega.
La sanción en el Concejo Deliberante de la ordenanza que habilitó la instalación de destilerías de bebidas alcohólicas, allá por 2020, impulsó una nueva industria en Mar del Plata. Los emprendedores locales aprovecharon la oportunidad para dar vida a un producto de calidad.
Matías Jurisich, bartender, creó el sitio vivaelgin.com.ar que reúne información relevante sobre este producto donde actualmente hay unas 260 etiquetas artesanales, muchas de ellas nacieron en pleno confinamiento y obtuvieron premios internacionales como es el International Wine Spirit Competion.
Reconocidos por sus cervezas artesanales, en marzo de 2020, Cheverry lanzó su propio gin, un clásico London Dry de once botánicos y perfil cítrico que se vende en una botella de 750 centímetros cúbicos. “Hoy lo piden tanto o más que una pinta, aunque estén en una cervecería”, le cuenta a Infobae, el encargado del local de la calle Olavarría. “Los clientes conocen el producto y hacen preguntas al respecto”, destaca.
Malaria es otra de las etiquetas de La Feliz. Se destaca por su botella y el color de su destilado, azul En la pandemia ocho amigos, amantes del gin, de profesiones variadas, se propusieron hacer su propia versión. Después de un largo proceso de prueba y error, en 2021 instalaron su fábrica en el municipio. Una vez en el mercado tuvieron una gran aceptación del público y ya lo venden en todo el país. “El secreto está en la receta combinada: enebro, coriandro, raíz de angélica, limón, naranja, regaliz, almendra, pimienta negra y un blend de 7 flores”, le revelan a Infobae. Con un final de boca “de persistencia corta a moderada, y amable”.
Después de visitar una reconocida marca internacional en Londres, Matías y Franco Iriarte, quisieron lanzarse al universo emprendedor artesanal. Sumaron a otros socios -Martín Alonso y Andrés Doussine- y tras un largo proceso de investigación en enero del 2018 fundaron Restinga, en homenaje a las playas del sur.
La marca cuenta con tres variedades de gin: Destilado Otoño, Flavoured Edition y el clásico London Dry. Se presentan en botella de vidrio de 700 mililitros. Enebro, limón, quinoto, pomelo, albahaca, laurel, cardamomo y pimienta de Jamaica son sus ingredientes clave.
Cuando comenzaron no existía la habilitación para realizar destilados por eso debieron abrir sus espacio de trabajo en Mar Chiquita, pero en un futuro cercano planean hacerlo en Mar del Plata.
Sobre la calle Olavarría, punto clave de la cervecería artesanal, abrió sus puertas Casa Rosa, el primer bar de gin tirado de la Costa Atlántica. Curiosos, y amantes de la innovación crearon un gin de lúpulo, embotellado en pequeños frascos agropecuarios. “En la destilería experimentamos, jugamos y creamos la nueva generación de bebidas espirituosas Argentinas. Con la promesa que cada vez elijas Casa Rosa vas a estar eligiendo cambiar el mundo”, detallan desde su sitio web.
En su preparación combinan los sabores del territorio argentino: el ají proveniente de los Valles Calchaquíes, las tierras Pampeanas y su lavanda, el lúpulo Andino, el enebro Patagónico y las ciruelas del Aconcagua. “Atravesamos el campo argentino y creamos lazos con los pequeños productores y su historia en busca de un camino más sustentable”.
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