El famoso chef argentino Mauro Colagreco, quien está al frente del restaurante francés recientemente elegido como el mejor del mundo, decidió abrir tres nuevos locales gastronómicos de alto nivel en Londres.
El oriundo de La Plata, ganador hasta el momento de tres estrellas Michelin, se asoció para este proyecto con la cadena de hoteles de lujo Raffles London, que para fines del 2022 tiene previsto abrir un establecimiento en la zona de Whitehall, ciudad de Westminster, en la capital inglesa.
El edificio, llamado The OWO (por las siglas de Old War Office, vieja oficina de guerra, en inglés), contará con 120 habitaciones y 85 residencias privadas, además de 11 restaurantes y bares, algunos de los cuales estarán dirigidos por Colagreco.
De acuerdo con el periódico británico Evening Standard, el cocinero platense, nacionalizado italiano, tiene pensado crear “una brasserie con un toque distintivo”, y un local de “alta cocina”, así como también una “mesa privada del chef” situada en pleno centro de la ciudad.
“La increíble ubicación, combinada con la profesionalidad del equipo del Raffles London, me convenció de que este era el momento y el lugar ideales para lanzar por primera vez en Londres con conceptos que estarán hechos a la medida del Raffles”, explicó al mencionado medio inglés.
Con un enfoque en los ingredientes de temporada, locales, sostenibles y orgánicos, los menús que propone Colagreco para estas tres nuevas experiencias parecen continuar con la elegante simplicidad que implementó en Mirazur, el restaurante que dirige desde hace varios años en la Costa Azul de Francia y que en 2019 fu elegido como el número uno en el mundo, según la lista The World’s 50 Best Restaurants.
El cocinero nació en La Plata en 1976, obtuvo su título en la escuela del Gato Dumas y, luego de especializarse con Beatriz Chomnalez, se mudó a Francia en 2001. Una vez instalado en la tierra del foie y la raclette, trabajó con el célebre chef Bernard Loiseau, con Alain Passard, en Arpège, y con Alain Ducasse, en el Hotel Plaza Athénée, antes de instalarse en Menton, en 2006, en la frontera italiana-francesa.
“Cuando me fui de la Argentina, lo hice contento de irme a hacer una experiencia afuera. Y, aunque tenía la idea de volver, de hacer una experiencia de tres o cuatro años, la vida me fue cambiando el rumbo. Cuando uno está alejado de sus afectos siempre le surge la pregunta de si en algún momento debería volver”, reflexionó años atrás en una entrevista con Infobae.
Cuando llegó a Menton, el pueblo en la Costa Azul donde se afinca su restaurante, no conocía a nadie. Nunca antes había estado en esa parte del litoral mediterráneo en el sureste francés, no sabía de sus productores ni había probado su cocina. Sin embargo, todo eso le permitió según contó tener una mirada muy libre en la creación de los platos que después se hicieron realidad en Mirazur.
Una de las características del lugar es que atiende sin carta y el comensal solo se limita a informar si hay algo que por gusto o cuestiones de salud no puede comer. Además, el menú varía cada temporada, ya que los ingredientes son frescos, y provienen de la huerta que mantiene Colagreco.
Meses atrás el local tuvo que cerrar durante el período de la cuarentena estricta que se impuso en Francia para combatir el coronavirus: “Fueron momentos difíciles. Sin embargo, la pandemia nos demostró la capacidad que tenemos los seres humanos de adaptarnos y reinventarnos. Afortunadamente, a mí me tocó en un momento donde, ya en mi carrera, tenía un piso importante. Y, económicamente, a pesar de ser duro, pude sostener a los equipos y a toda la estructura”, explicó el destacado chef argentino que ahora va por más.
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