Aunque un nuevo año está por comenzar, ya todos hemos despertado expectativas, esperanzas y anhelos de que sea “mejor que el que se va”.
Con el nuevo año llega también una nueva oportunidad para nuestra transformación. Asumir el rol protagónico será clave para ampliar las probabilidades de cumplimiento de cada uno de nuestros proyectos. Una cosa es “vamos a ver qué pasa” y otra diferente es “voy a hacer que las cosas pasen”.
El gran poder que tenemos los seres humanos es la libertad de decidir. Decidir quién queremos ser, qué queremos hacer, qué queremos decir, dónde queremos ir, con quién queremos estar, cómo nos queremos sentir. Podemos decidir qué decidir.
Vivimos en una sociedad que permanentemente nos distrae y esa distracción nos encierra en un círculo vicioso: cuanto más postergo decisiones, más fácil me resulta encontrar opciones para distraerme. Perdemos de vista que no decidir también es una decisión. Por más que de palabra sostengamos que “tengo en claro mis prioridades”, son nuestras acciones las que exponen nuestras prioridades. Es por eso que podés preparar tu nuevo año tomando decisiones hoy. ¡Y esa ya es una gran decisión!
Cada decisión tiene un poder creativo: decido y hay una nueva creación, un resultado, un impacto. Que tus decisiones este año sean sencillas. Poco a poco. Paso a paso. Sueña en grande, actúa en pequeño. Proyecta a largo plazo, concéntrate en el presente. No necesitas un golpe de suerte, te necesitás a vos, en paz, en armonía. Tu futuro depende de tus decisiones.
Te comparto algunas decisiones. Elegí vos las que te preparen para tu año nuevo.
1-Elegí tu aprobación antes que la aprobación de los demás. La autoestima es la percepción que tenés de vos mismo, la imagen que tenés de vos, el aprecio que te tenés, tu amor propio, tu confianza. La estima no viene de afuera: reconoceme; ¿cómo estuve?; ¿me nombraron? Cuando comenzás a hablar bien de vos mismo, entonces dejás de esperar que la estima venga de afuera y la estás construyendo vos. Tu autoestima es el capital más importante que posees. La persona más importante de tu vida eres sos vos mismo. Elegí aprobarte.
2-Elegí perdonarte cuando te equivoques. El año nuevo date permiso para equivocarte. Una sana autoestima consiste en aceptar que hay cosas que hacés bien, hay cosas que hacés regular y hay cosas que hacés mal. Aceptar los errores es señal de una buena autoestima. Recordá: hay vida después del error. No construyas monumentos de tus equivocaciones. Perdonate o perdoná, extraé un aprendizaje de lo sucedido, capitalizá la situación y seguí adelante. Elegí perdonarte.
3-Elegí rodearte de gente positiva: Tal vez el tema sea, no que tengas pocos amigos sino que tengas los amigos equivocados. Perseverar en las malas relaciones anula tu potencial de felicidad, bienestar y propósito. El riesgo del fracaso aumenta cuando nos rodeamos de la gente que obstaculiza. Definí quién o quiénes son las actuales personas de las que debés alejarte y quién o quiénes son las personas de las que debés rodearte. Este nuevo año, tomá la decisión de vincularte con gente que añada valor a tu vida. Elegí rodearte de gente positiva.
4-Elegí elogiar con frecuencia. Los que critican permanentemente, terminan quedándose solos. Elogiar es hacerle saber a una persona que advertiste algo en ella. Lo que veas, elogialo: qué buen trabajo realizaste; te felicito por tu respuesta. Alabá el objeto y alabá a la persona: me encanta cómo te queda ese peinado... tenés muy buen gusto. Hacete conocido como un especialista en señalar aciertos. Usá las palabras y también el lenguaje corporal: una sonrisa, una guiñada de ojo, un pulgar hacia arriba. No necesitas tener “deseos” de elogiar. Hacelo aunque sea en piloto automático, ya saldrá solo. Elegí elogiar con frecuencia.
5-Elegí hacer lo que amás. Muchas veces nos encontramos haciendo demasiadas cosas que son de poca trascendencia para nuestras vidas. O empezamos algo y nos desenfocamos al taparnos de cosas urgentes o en detalles secundarios. La vida es demasiado corta como para estar haciendo lo que no te gusta o no te hace feliz. Que viajar por la vida el 2022 no sea un escape de la realidad. Diseñá sentido trascendente a aquello que hacés diariamente. Estar ocupado no quiere decir necesariamente estar en el propósito. Pregúntate: lo que estoy haciendo ¿crea valor para mi vida y para la de los demás? Elegí hacer lo que amas.
6-Elegí viajar liviano. Las líneas aéreas cobran por peso adicional al permitido en las valijas. No prohíben que viajemos con exceso, simplemente nos lo cobran. De la misma manera en la vida pagamos por todo el peso innecesario que cargamos: las relaciones equivocadas, los lugares equivocados, las deudas monetarias o emocionales, las tristezas. El cuerpo nos pasará factura, la mente nos pasará factura, las emociones nos pasarán factura por estar llevando el peso innecesario. Cuidate. Elegí viajar liviano.
En el nuevo año sucederán cosas que no dependerán de vos. No te detengas en ellas; observá, analizá, y luego concéntrate en lo que sí depende de vos. Toda decisión tomada exclusivamente en base a una emoción, correrá el riesgo de ser modificada o abortada por otra emoción: me cansé; me bajo; renuncio; me voy. No serás responsable de muchas cosas que sucederán, pero sí serás responsable de lo que hagas con ellas y en ellas.
Creá hoy mismo, con estas decisiones y las que quieras anexar, un nuevo año emocionante. Comenzá a construir hoy la vida que quieres vivir mañana. Declará para este nuevo año, nuevas decisiones, nuevos resultados. Declará y comprometete en el proceso de lograrlos. Comprometete con tus proyectos, tus ideales, tus valores. La diferencia entre “desear” algo y “declarar” algo es el compromiso. Un deseo sin compromiso, es solo eso, una ilusión, un me gustaría…. Cuando declarás, te comprometes a que eso que declarás ocurra. Por eso, en estas Fiestas, cuando brindes, tu “salud, por un gran año” no será sólo un deseo, será una declaración.
Samuel Stamateas es Coach Ontológico y Ejecutivo, Co-Director de la Escuela de Líder Coach Profesional. Autor de los libros “Lidera Tu Vida”, “Tu Propósito es la Clave”, “Quiero, puedo y merezco prosperar” y “21 hábitos para una vida plena”.
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