Entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, la Argentina recibió una ola inmigratoria europea que pronto se consolidó como una nueva burguesía. Estas familias, así como los descendientes aristocráticos de los primeros pobladores, plasmaron su prestigio en casonas, palacetes, petits hotêls y estancias.
De distintos estilos arquitectónicos que van desde el neocolonial al neoclásico, pasando por el eclecticismo, muchos de estos edificios se mantienen como museos, centros culturales, oficinas públicas u hoteles, y están abiertos para el deleite de argentinos y turistas extranjeros.
Palacio Noel
El actual Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco tiene como sede al Palacio Noel, una de las casonas más bellas de la ciudad de Buenos Aires, ubicada en el barrio de Retiro.
Esta mansión, rodeada de jardines de inspiración española, fue construida por el arquitecto Martín Noel y en ella residió junto a su hermano Carlos, quien fue intendente de la ciudad. El museo posee una de las colecciones de arte hispanoamericano más importantes del mundo.
Emplazado en el barrio de Retiro, incluye una importante colección de objetos artísticos y decorativos de Sudamérica, como piezas de platería peruana, altoperuana y rioplatense; pintura altoperuana y cuzqueña; imaginería quiteña y jesuítica y mobiliario lusobrasileño.
En los jardines hay olivos, un gomero, lirios, rosales y los cítricos, pero también fuentes, bancos y mayólicas de origen andaluz. Se realizan conciertos al aire libre en primavera y verano, así como ciclos de conferencias, presentaciones de libros y espectáculos teatrales.
Palacio de la Legislatura
De estilo neoclasicitsta francés, el Palacio de la Legislatura porteña se terminó de construir en 1931. Sus autores son los arquitectos Eduardo Le Monnier y Héctor Ayerza.
Se destaca la torre, de 97 metros de altura, que alberga un reloj Westminster con cuatro esferas de 4,5 metros de diámetro, conectado a cinco campanas: La Santa María, La Pinta, La Niña, La Porteña y La Argentina Otro carrillón, un conjunto de campanas grandes afinadas de origen alemán, con 30 campanas y más de 27 toneladas de peso, puede usarse para tocar melodías por medio de un teclado de madera que se encuentra en la torre.
En las galerías superiores de los salones Dorado y San Martín hay un espacio de preservación histórica. Allí se exponen piezas del patrimonio del edificio que hasta 1996 funcionó como Honorable Concejo Deliberante y desde 1938 albergó al Museo Municipal. En el piso principal se intervino el vestidor del Salón Dorado que fue utilizado por Eva Perón cuando en esa dependencia funcionaba la Fundación de Ayuda Social que presidía la segunda esposa del General Perón.
Palacio de Aguas Corrientes
Alguna vez fue elegido como el edificio más admirado por los porteños y no es para menos: las piezas de cerámica policromada y los ornamentos de su fachada son una maravilla. El palacio ocupa toda una manzana en el barrio de Balvanera y fue construido a fines del siglo XIX para alojar los tanques de suministro de agua corriente de la entonces muy pujante Ciudad de Buenos Aires.
Más de 139 mil ladrillos esmaltados y 300 mil piezas de cerámica fueron importados de Bélgica e Inglaterra y viajaron en barco numerados para facilitar su colocación. Los techos fueron realizados en pizarra verde proveniente de Francia. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto noruego Olaf Boye, con supervisión del sueco Calos Nyströmer.
Declarado Monumento Histórico Nacional, el edificio es un ejemplo del estilo ecléctico que encantaba a las clases altas que gobernaron la Argentina hasta 1916 y hoy funciona como Museo del Agua y de la Historia Sanitaria, con una curiosa colección de inodoros de todas las épocas.
Palacio Paz
Frente a la Plaza San Martín, el emblemático Palacio Paz es una de las principales joyas arquitectónicas de la ciudad de Buenos Aires. Su construcción fue encargada a principios del siglo XX por José C. Paz, fundador del diario La Prensa y embajador argentino en París desde 1885 hasta 1893.
Con cuatro plantas y 140 habitaciones, fue la mayor residencia privada del país. Su diseño estuvo a cargo del prestigioso arquitecto francés Louis-Marie Henri Sortais y de su construcción se ocupó el arquitecto e ingeniero argentino Carlos Agote.
Luego de ser habitado por un breve período por la familia Paz, en 1938 pasó a ser sede del Círculo Militar, Biblioteca Nacional Militar y Museo de Armas de la Nación.
En los jardines de la planta baja se encuentra el restaurante y cafetería con opciones desde el desayuno hasta la cena para disfrutar de una exquisita gastronomía rodeado por la bellísima estructura de esta edificación maestra de principios de siglo. También hay un restaurante en uno de los salones del segundo piso.
Palacio Santa Cándida
Entre 1858 y 1861, el caudillo Justo José de Urquiza, quien también era hacendado y empresario, levantó un saladero a orillas del arroyo La China, muy cerca de Concepción del Uruguay, a 300 km de la Ciudad de Buenos Aires.
En homenaje a su madre, María Cándida García y Gonzáles, Urquiza bautizó al establecimiento como “Santa Cándida” y ese nombre se extendió a la gran residencia proyectada por Pedro Fosatti (también uno de los autores del Palacio San José) bajo los principios del Neoclásico académico, inspirada en las villas suburbanas italianas.
Después de la muerte de sus herederos, el magnífico establecimiento fue desmantelado y el edificio soportó el abandono y la desidia, hasta que fue rescatado por el último de los nietos del general, Francisco Sáenz Valiente, en la década de 1970.
Actualmente funciona como hotel, posee piscina y acceso al río, con playa.
Palacio Ferreyra
Inaugurado en 1916, el Palacio Ferreyra es una majestuosa construcción de estilo francés ubicada en el barrio de Nueva Córdoba, en la capital de la provincia argentina del mismo nombre.
Posee 35 dormitorios, 19 baños y una multiplicidad de salones que han sido restaurados y refuncionalizados para albergar al Museo de Bellas Artes Evita.
Su construcción fue encargada por el prestigioso médico cirujano Martín Ferreyra a Ernest Sanson, quien nunca llegó a ver su obra. El arquitecto francés trabajó a distancia con un equipo de escultores, artistas y expertos en bronce dirigidos por Carlos Agote
Posee tres pisos y un subsuelo de estilo neoclasicista que busca imitar las construcciones de Luis XVI con elementos barrocos inspirados en las premisas de la Ecole de Beaux Arts de París.
Un imponente portón de hierro fraguado de estilo monárquico abre paso al edificio, resguardado por una reja con adornos dorados de fundición.
Villa Victoria
En el barrio Los Troncos de la ciudad balnearia de Mar del Plata, esta mansión ocupa toda una manzana y fue construida como residencia de vacaciones de la aristocrática familia Ocampo en 1912.
En 1973, la escritora Victoria Ocampo la donó a la Unesco y luego fue adquirida por la Municipalidad de General Pueyrredón para albergar un centro cultural.
Su colorida construcción se caracteriza por ser totalmente de hierro y madera y se realizó con elementos traídos de Inglaterra, a manera de casa prefabricada. Cuando fue propiedad de la vanguardista Victoria Ocampo fue lugar de encuentro y tertulia de escritores. Tanto la residencia como sus jardines se encuentran en un buen estado de conservación.
Últimas Noticias
Gabriel Rolón: todo lo que aprendí en estos años sobre la felicidad
Nueve asombrosas tradiciones navideñas que se celebran alrededor del mundo
Cuidado de la piel en verano: qué recomiendan los especialistas para enfrentar al sol
Nochebuena gourmet: 8 experiencias gastronómicas para celebrar con sabores inolvidables
Cómo manejar el estrés en las fiestas para disfrutar de la Navidad y el Año Nuevo
