Es un perro extremadamente cariñoso, tranquilo y compañero, inteligente y de buena salud. Estas son unas pocas de las característica de una raza de canes relativamente nueva en el mundo y de llegada más reciente aún a la Argentina: el Australian Labradoodle. En el Reino Unido, la Unión Europea y EEUU es han convertido rápidamente en uno de los perros más populares, muchos famosos posan orgullosos con sus ejemplares o se los ve paseando con ellos por las calles.
De acuerdo con información dada por los Kennel clubs, la organización cinológica internacional que se encarga de la selección y estandarización de las razas caninas, en los últimos meses, seguramente producto de las restricciones a las actividades que produjo la pandemia de coronavirus, en todo el mundo aumentó la tenencia de perros casi un 10% durante 2021 y un 8% en 2020. Este incremento fue general entre las 221 razas diferentes de perros de pedigrí, incluido el Labradoodle.
El Labradoodle “es una raza extremadamente tranquila, diseñada para perros de asistencia para personas con alergia, superinteligentes, obedientes, aprende muy fácil, está muy pendiente del dueño, jamás va a morder a nadie”, dice a Infobae Carolina Mayle, quien se dedica desde hace tres años a la cría de esta raza, en una forma de crianza conocida como “criadero de hogar”, ya que sus perros viven en sus casas con sus familias. “Cuando se cruzan vienen a mi casa”, en la localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires, explica, pero todos tienen una familia amorosa que los cuida.
La emprendedora, que lleva adelante Labradoodle argentina (@labradoodleargentina), cuenta que esta raza “es una cruza de labrador y caniche y también con Perro de Agua, de origen español”, que fue generada en Australia. La primera de las cruzas surgió en ese país en 1955, pero existen ejemplares tal como se los conoce hoy desde 1988. El mejoramiento de la raza derivó en un animal “hipoalergénico”, es decir que prácticamente no pierde pelo y este no genera alergia en personas sensibles, explica la criadora a este medio.
La Argentina es uno de los pocos países en Latinoamérica que cuenta con criaderos.
Existen tres tamaños de Labradoodle: el estandar cuya altura va de los 50 a 58 centímetros; el mediano de 43 a 50 centímetros; y el mini, de 33 a los 43 centímetros. En el caso de los más grandes, Mayle explica que alcanzan un peso de aproximadamente 25 kilos. Son parecidos en altura a un labrador, pero delgados.
Se trata de un animal que “casi no ladra” por lo que “no es guardián”, señala la criadora y se adapta a un espacio chico como un departamento, aunque siempre hay que considerar que, como todo perro, “necesita hacer ejercicio”, aclara. La historia de Carolina con los Labradoodle comenzó en un viaje a EEUU y lo considera un amor a primera vista. Vio una mujer con su animal de compañía cuando tomaba un café y preguntó qué raza era. Desde entonces se interiorizó cada vez más hasta comenzar su propio emprendimiento.
El Labradoodle es un animal muy explusivo. En EEUU un ejemplar que tenga pedigrí cuesta aproximadamente 4.000 dólares, mientras en Argentina los precios van de los 2.500 a los 2.900 dólares. Las hembras suelen tener unas 8 crías por año, en el caso de los estandar y medianos, en tanto los mini tienen un número un poco menor.
Entre las características de esta raza se encuentra su buena salud. La Asociación Australiana de Labradoodle de América (ALAA) asegura que son perros sanos. Si bien es cierto que como cualquier perro pueden presentar enfermedades, los estrictos requisitos de la ALAA permiten garantizar que los cachorros con su pedigree estén libres de varias enfermedades genéticas.
Labradoodle Argentina resalta la importancia de exigir el pedigree de los cachorros validado por alguna de las principales asociaciones (ALAA, WALA, ALCA) ya que “al no ser todavía una raza validada por los Kennels Club, la única forma de conocer el linaje de los cachorros es a través de los pedigrees que ellos certifican”. En ese sentido, remarca que “el ALAA exige que sean cachorros con al menos 4 generaciones de linaje labradoodle, así mismo requiere de sus perros miembros estudios de displasia de cadera y codo, así como el perfil genético, testeo de enfermedades oculares y la enfermedad de Addison para los perros de cría. Eso garantiza que los cachorros con pedigree ALAA sean cachorros saludables”.
“Si le das a un Australian Labradoodle suficiente ejercicio y le brindas el cuidado adecuado durante toda su vida, entonces la esperanza de vida promedio puede ser de hasta 15 años”, dice Mayle.
Como se dijo, es un perro de excelente temperamento, uno de los mejores temperamentos que se pueden encontrar en cualquier tipo de perro. Además, como son “altamente inteligentes son perfectos para familias que están pensando en una mascota por primera vez”, aclara. “La inteligencia de los labradoodles viene del lado de su genética caniche, y su paciencia y dulzura de los Labrador Retriever”, comparó.
Otra virtud de la raza es que son buenos guías, “Los labradoodles se desarrollaron originalmente para ser perros guía, con los primeros cruces planificados organizados por la Asociación Real de Perros Guía de Australia. Su temperamento, inteligencia y el ser hipoalergénicos les permite ayudar a personas con alergias”, dice.
Justamente, esta última característica es lo que los hace “populares entre las personas con alergias (y los que no quieren limpiar pelos por todos lados) porque casi no pierden pelo, un rasgo que heredan de su lado caniche así como también el ser libre del “olor a perro” asociado con otras raza”, explicó.
Muchos famosos son fanáticos de la raza y se los ha visto con ellos en público, como por ejemplo los actores Bradley Cooper, Jennifer Aniston, Hugh Jackman, Chris Hemsworth, Liam Hemsworth, Jamie Lee Curtis, Amy Smart, Matthew Perry, Orlando Bloom, Rachel Bilson; el expresidente de EEUU Barack Obama; el golfista Tiger Woods; la directora de la revista Vogue, Anna Wintour; las cantantes Katy Perry y Miley Cyrus; la modelo Miranda Kerr; el músico Neil Young; la modelo y actriz Christie Brinkley, entre otros.
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