En medio del exitismo, las sobreexigencias y mandatos que conducen al vacío, es importante para nuestra salud emocional, plantearnos profundamente qué es el éxito para nosotros, qué nos hace realmente felices.
A grandes rasgos, el éxito pareciera ser sinónimo de reconocimiento, fama, dinero, prestigio y una caricia al ego, pero ¿es realmente el éxito algo netamente relacionado con la validación del afuera? Definitivamente no.
Y esto no quiere decir que los factores mencionados anteriormente no sean válidos o contundentes indicios de éxito, sino que para que el éxito sea éxito es indispensable que esté alineado con el conectar con los sueños y proyectos, con algo más profundo que tiene que ver con un propósito que llene el alma.
El éxito entonces, no es un concepto genérico, sino que depende de los objetivos y metas que cada uno se ponga, es decir, tiene su propio estándar en cada persona, en cada región y en cada época. Para algunos, éxito significa tener un emprendimiento laboral, para otros, terminar una carrera universitaria, para otros tener tiempo para estar con la familia, tener paz mental, y para otros practicar un deporte o un hobby que tanto les apasiona.
En cualquier caso, ser exitoso implica perseguir y realizar proyectos y sueños personales.
Es importante saber distinguir el éxito de la la fama; la fama es la mirada social de lo que hacés. Por ejemplo un microbiólogo, encerrado investigando en su laboratorio sin que nadie lo esté mirando, está haciendo lo que le gusta, no es famoso pero está siendo exitoso.
Ahora si inventa o descubre una vacuna para toda la sociedad, va a ser famoso, y seguramente lo va a saber disfrutar porque está parado en el éxito y fundamentalmente haciendo lo que le gusta.
El desafío que puede surgir con la masividad de las redes sociales hoy en día, es que se vaya en busca de la fama y no del éxito. O también puede ocurrir que se deja de lado el éxito para obtener únicamente fama.
Por eso uno debe conectar con los sueños ¿cuáles son tus sueños? ¿cuáles son tus proyectos? ¿Qué te entusiasma?
Conectar con los sueños, los propósitos y los anhelos que tenemos guardados. La capacidad de soñar hay que desarrollarla, todos la tenemos, no existen personas incapaces de soñar, simplemente les falta entrenamiento.
Todos somos exitosos, lo que ocurre es que el éxito tiene mucho marketing, y se convirtió en algo aspiracional, transformando los medios en fines.
Conseguir los medios para un fin exitoso es el camino pero no al revés. Por ejemplo , el dinero, que por definición es un medio de pago, ¿conseguir dinero? Bárbaro, pero ¿para que fin? Los vehículos, son un medio de transporte, ¿conseguir el auto ultimo modelo? Bárbaro pero ¿para qué fin?
“Por lo tanto debemos recordar, que exitoso es el camino, y que las cosas más importantes, no son cosas”.
Tenemos la capacidad interna de entrenar nuestra mente, de la misma forma que lo hacemos con nuestro cuerpo físico, y allí aparecen los fracasos exitosos. No hay éxitos sin fracasos, por eso los podemos llamar así una vez que transformamos los problemas en desafíos.
“Puedes ver mis éxitos, pero más te servirá aprender de mis fracasos”
Socialmente y regionalmente influye en lo que es éxito o no, en otras latitudes el éxito se muestra sin preocupaciones, mientras que en otras regiones y culturas el éxito se esconde, se oculta.
Para finalizar, el verdadero éxito es sentirnos bien con nosotros mismos, no mañana, sino hoy, con los recursos que tenemos a nuestro alcance y los que debemos desarrollar. La persona exitosa se gusta a sí misma, se dedica día a día para sus sueños y es feliz y alegre con ello. No es orgullo es autosuperación.
Ricardo Melo es Mentor Coach, profesor, capacitador y speaker. Es el creador de la primera Red de coaches de Latinoamérica, Buscatucoach.com. Es referente en el sector de coaching y ventas inmobiliarias de Argentina.
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