Pensar que en la provincia cuyana de San Juan hay 360 días al año de cielo despejado suena increíble. Casi no llueve, casi no hay nubes, sólo cielo límpido y lleno, lleno de estrellas. Las mismas que están en todo el mundo, pero en ese lugar privilegiado se dan todas las condiciones necesarias para hacer “turismo de estrellas”.
En esta provincia argentina se encuentran varios sitios de observación y por eso fue designada capital nacional del turismo astronómico, aunque también es el ámbito de estaciones de investigación científica. El complejo astronómico El Leoncito que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la estación de altura Carlos U. Cesco que depende de la Universidad Nacional de San Juan, en la localidad de Calingasta, se le suman el observatorio Félix Aguilar y el museo astronómico Reinaldo Carestia, de la capital provincial, para destacar los más importantes.
El paraje El Leoncito llama la atención por la gran oscuridad de su cielo nocturno que está casi todo el año sin nubes ni viento. Además, su aire es limpio y tiene poco vapor de agua, lo que permite mantener un ambiente diáfano.
Se ubica a 2.550 metros sobre el nivel del mar y cuenta con el telescopio óptico más grande del país. Allí, como en los otros lugares de observación astronómica a cielo abierto de San Juan, los turistas pueden disfrutar de una visita guiada con un astrónomo y observar cuerpos celestes.
Los cielos cordobeses atraen a miles de apasionados por los misterios de los cielos
La provincia de Córdoba, en el corazón del país, es otro destino elegido por los amantes de los cielos. Allí se encuentra el cerro Uritorco, famoso por las leyendas de que sobre él se ve algo más que estrellas y ha inspirado innumerables historias de OVNIS.
A los pies del cerro se encuentra el refugio Puesto Pavón, en la localidad de Capilla del Monte. Se trata del primer alojamiento en la Argentina con cielo certificado para astroturismo por la Fundación Internacional Starlight, dependiente del Instituto de Astrofísica de islas Canarias. En toda la zona se realizan excursiones a cielo abierto donde no sólo se observan los astros sino que se puede aprender de cómo las diversas culturas los interpretaron.
Aun así, no todo son estrellas ya que las opciones del astroturismo en Argentina se extienden a propuestas mucho más diversas. Una de ellas está ubicada en la provincia norteña del Chaco, donde para ver objetos estelares no hace falta mirar para arriba, sino visitar en la tierra los restos de la mayor lluvia de meteoritos del planeta que tuvo lugar en esa región hace 4.000 años.
El fenómeno cósmico dejó piezas de gran tamaño, como el segundo meteorito más grande del mundo que pesa 37 toneladas, que se encuentra en el parque provincial Pigüen N’onaxa, más conocido como Campo del Cielo. Allí se celebra cada 30 de junio el Día Internacional del Asteroide.
Como otra opción de turismo astronómico se podrían calificar los exultantes paseos a la luz de la luna en las noches cálidas de las Cataratas del Iguazú, en la provincia de Misiones, al noreste del país. Durante al menos cinco noches al mes, la luminosidad de la luna permite realizar paseos únicos para sentir el misterio de las cataratas, de la selva y su fauna de otra forma.
Volviendo a la agenda más clásica del astroturismo, se puede recorrer Argentina hacia el sur con varias opciones en la provincia de Buenos Aires. Cielos limpios y oscuros se encuentran en Cariló y Mar del Plata, Chascomús, Capitán Sarmiento, Navarro, Brandsen y Chivilcoy, así como en toda la zona de las Sierras de la Ventana y los pueblos rurales desprovistos de la contaminación lumínica de los grandes centros urbanos.
La Patagonia con sus extensiones que parecen infinitas, tiene su paralelo en su techo estelar. En Las Grutas, provincia de Río Negro, en Trelew, provincia de Chubut, o en El Calafate, provincia de Santa Cruz, las alternativas están a pedir de mano. Los apasionados de las estrellas, los planetas y las constelaciones promueven este fenómeno en pleno crecimiento en los más diversos puntos del país.
Las excursiones de astroturismo pueden hacerse en cualquier de las 23 provincias así como en la misma Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, el planetario Galileo Galilei es el principal centro de divulgación de astronomía de la ciudad desde hace más de 50 años.
Al clásico turismo que gira alrededor de la flora, fauna y geografía, se le suma esta alternativa que posee cada vez más adeptos. La cantidad de guías turísticos que se capacitan en este género y los astrónomos aficionados que se forman como guías de turismo estelar va en franco aumento y promete traer el cielo a la tierra.